/ domingo 12 de diciembre de 2021

Aquí Querétaro

Es muy difícil reunir en una sola actividad, con un mismo motivo, a pintores de la talla de Gustavo Monroy o Alberto Castro Leñero, con escritores de las dimensiones de David Huerta, Chistofer Domínguez Michel o Vicente Quirarte. Es difícil, a menos que el motivo del encuentro sea una figura como la de Ramón López Velarde.

El acontecimiento acaba de suceder, apenas este fin de semana, en Querétaro, y concretamente en su Museo de la Ciudad, espacio que alberga las más disímbolas manifestaciones artísticas al amparo de la inclusión y la democracia.

“Alegorías a la Suave Patria” es el título de la exposición que reunió en algunas de las salas del inmueble, ex convento de Capuchinas, a siete pintores inspirados en el más famoso poema del escritor zacatecano; de hecho, la experiencia inició en el Museo de Aguascalientes, que dirige José Luis Quirós, de donde se trasladó hasta Querétaro, pero aquí con la inclusión de tres pintoras por demás interesantes: Azucena Germán, Esmeralda Torres y Paulina Jaimes. Ellas y Monroy, Castro Lepero, Gabriel Macotela y Antonio Luquín, complementaron una interesante muestra donde el abstracto, lo figurativo y lo hiperrealista se entremezclan bajo el experto ojo museográfico de Jordi Boldó.

Ahí estuvieron los pintores, salvo Castro Leñero que anda fuera del país, e inauguraron la exposición con la lectura previa de algunos pasajes de Suave Patria en las voces de las escritoras Kenia Cano y María Baranda.

Y precisamente ellas, junto con Huerta, Domínguez, Quirarte, Fernando Fernández, José María Espinasa, Jorge Esquinca, Mario Heredia, Ernesto Lumbreras, Carlos Ulises Mata, Armando González Torres y Francisco Magaña, se sumaron a unas cuantas charlas, alrededor de la exposición pictórica, con el sugestivo título de “Íntimo Decoro”, donde se habló de la obra de López Velarde, de su interpretación, de su trascendencia y de los muchos errores que sobre ella hemos tenido por años.

La exposición también fue complementada, gracias a Federico de la Vega y la Universidad Autónoma de Querétaro, con algunas primeras ediciones de la obra de López Velarde, así como sus colaboraciones en diversas revistas de su época.

Con esta exhibición de “Alegorías a la Suave Patria” y las charlas abrigadas con el título de “Íntimo Decoro” se pone fin a un año de conmemoraciones al poeta zacatecano a cien años de su muerte.

Querétaro, y su Museo de la Ciudad pues, logró reunir a tan destacados artistas y escritores bajo su techo. Y eso no es poca cosa.


Es muy difícil reunir en una sola actividad, con un mismo motivo, a pintores de la talla de Gustavo Monroy o Alberto Castro Leñero, con escritores de las dimensiones de David Huerta, Chistofer Domínguez Michel o Vicente Quirarte. Es difícil, a menos que el motivo del encuentro sea una figura como la de Ramón López Velarde.

El acontecimiento acaba de suceder, apenas este fin de semana, en Querétaro, y concretamente en su Museo de la Ciudad, espacio que alberga las más disímbolas manifestaciones artísticas al amparo de la inclusión y la democracia.

“Alegorías a la Suave Patria” es el título de la exposición que reunió en algunas de las salas del inmueble, ex convento de Capuchinas, a siete pintores inspirados en el más famoso poema del escritor zacatecano; de hecho, la experiencia inició en el Museo de Aguascalientes, que dirige José Luis Quirós, de donde se trasladó hasta Querétaro, pero aquí con la inclusión de tres pintoras por demás interesantes: Azucena Germán, Esmeralda Torres y Paulina Jaimes. Ellas y Monroy, Castro Lepero, Gabriel Macotela y Antonio Luquín, complementaron una interesante muestra donde el abstracto, lo figurativo y lo hiperrealista se entremezclan bajo el experto ojo museográfico de Jordi Boldó.

Ahí estuvieron los pintores, salvo Castro Leñero que anda fuera del país, e inauguraron la exposición con la lectura previa de algunos pasajes de Suave Patria en las voces de las escritoras Kenia Cano y María Baranda.

Y precisamente ellas, junto con Huerta, Domínguez, Quirarte, Fernando Fernández, José María Espinasa, Jorge Esquinca, Mario Heredia, Ernesto Lumbreras, Carlos Ulises Mata, Armando González Torres y Francisco Magaña, se sumaron a unas cuantas charlas, alrededor de la exposición pictórica, con el sugestivo título de “Íntimo Decoro”, donde se habló de la obra de López Velarde, de su interpretación, de su trascendencia y de los muchos errores que sobre ella hemos tenido por años.

La exposición también fue complementada, gracias a Federico de la Vega y la Universidad Autónoma de Querétaro, con algunas primeras ediciones de la obra de López Velarde, así como sus colaboraciones en diversas revistas de su época.

Con esta exhibición de “Alegorías a la Suave Patria” y las charlas abrigadas con el título de “Íntimo Decoro” se pone fin a un año de conmemoraciones al poeta zacatecano a cien años de su muerte.

Querétaro, y su Museo de la Ciudad pues, logró reunir a tan destacados artistas y escritores bajo su techo. Y eso no es poca cosa.