/ domingo 22 de mayo de 2022

Cabañuelas | Control de palomas para preservar edificios antiguos


Las palomas están presentes en la mayoría de las grandes ciudades. Y aunque su presencia ayuda a conformar un bonito paisaje, la verdad es que dañan los edificios antiguos. El ácido de los excrementos de las palomas provoca corrosión, oxidación de los metales y el deterioro general de los diferentes materiales sobre todo cantera, cal y canto, hormigón, piedra caliza, madera y cemento. Sus desperdicios se pueden acumular en canaletas hasta el punto de colapsarlas.

Sus hábitos alimenticios son granos y frutos, su condición de vivir en sociedad y adaptarse a las condiciones urbanas, con un índice de reproducción alto, las convierte en factor determinante en el deterioro de edificios antiguos.

Citando a la restauradora Mainou: "El excremento de las palomas contiene compuestos químicos como nitratos, sulfatos y sulfitos, que sirven de medio de cultivo para el desarrollo de hongos y bacterias capaces de crear condiciones favorables para que microorganismos que pueden vivir sin oxígeno entren en función, deteriorando pintura, aplanados y piedra”.

Entre las enfermedades transmitidas a las personas está la fiebre del Nilo, cuya sintomatología va desde una fiebre hasta encefalitis; clamidiosis aviar, el hombre contrae la infección de las palomas por las vías respiratorias.

Para aminorar el problema se han utilizado mallas plásticas casi imperceptibles a manera de techumbres a cielo abierto y en fachadas. Es importante mencionar que todos los métodos que se lleven a cabo para controlar la población de las palomas deben basarse en el conocimiento de las leyes ecológicas.

Expertos en control de aves señalan que las matanzas masivas son poco recomendables porque alteran el equilibrio ecológico. En cambio, propiciar que las aves abandonen el área en las cuales están causando daño, es un método adecuado desde todos los puntos de vista.


Facebook Heidy Wagner Laclette


Las palomas están presentes en la mayoría de las grandes ciudades. Y aunque su presencia ayuda a conformar un bonito paisaje, la verdad es que dañan los edificios antiguos. El ácido de los excrementos de las palomas provoca corrosión, oxidación de los metales y el deterioro general de los diferentes materiales sobre todo cantera, cal y canto, hormigón, piedra caliza, madera y cemento. Sus desperdicios se pueden acumular en canaletas hasta el punto de colapsarlas.

Sus hábitos alimenticios son granos y frutos, su condición de vivir en sociedad y adaptarse a las condiciones urbanas, con un índice de reproducción alto, las convierte en factor determinante en el deterioro de edificios antiguos.

Citando a la restauradora Mainou: "El excremento de las palomas contiene compuestos químicos como nitratos, sulfatos y sulfitos, que sirven de medio de cultivo para el desarrollo de hongos y bacterias capaces de crear condiciones favorables para que microorganismos que pueden vivir sin oxígeno entren en función, deteriorando pintura, aplanados y piedra”.

Entre las enfermedades transmitidas a las personas está la fiebre del Nilo, cuya sintomatología va desde una fiebre hasta encefalitis; clamidiosis aviar, el hombre contrae la infección de las palomas por las vías respiratorias.

Para aminorar el problema se han utilizado mallas plásticas casi imperceptibles a manera de techumbres a cielo abierto y en fachadas. Es importante mencionar que todos los métodos que se lleven a cabo para controlar la población de las palomas deben basarse en el conocimiento de las leyes ecológicas.

Expertos en control de aves señalan que las matanzas masivas son poco recomendables porque alteran el equilibrio ecológico. En cambio, propiciar que las aves abandonen el área en las cuales están causando daño, es un método adecuado desde todos los puntos de vista.


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