/ domingo 16 de diciembre de 2018

Cabañuelas - Mandalas, mensajes artísticos de la naturaleza

La mandala es una manera artística de representar el universo espiritual, simboliza la unidad y la armonía y los mandalas naturales se denominan así a los realizados con elementos propios de la naturaleza sin ser integrados por ninguna herramienta artificial, se cree que ésta práctica proviene de pueblos nativos como fortaleza de la creatividad puesta en pos de la vida natural.

Del centro del mandala parte la multiplicidad que toma diferentes formas. Esa unidad primordial contiene todas las posibilidades que se van manifestando. Es como la semilla de una planta, a partir de la que se irán formando las hojas, las ramas, las flores y sus frutos.

La circunferencia del mandala representa, entre otras cosas, el movimiento circular que no tiene principio, ni fin. Es un movimiento perfecto y eterno. En la naturaleza está siempre presente, en los cambios de las estaciones, en la noche y el día, en el crecimiento de animales y plantas, que pasan por diferentes estados desde el nacimiento a la muerte.

Pero, también, vemos el desarrollo a partir de un centro o rodeando un centro, en los cristales de nieve, en los remolinos del agua, en la forma que cristalizan algunos minerales, las telas de araña, etcétera. De tal manera que los mandalas son una representación espiritual del universo. Si bien estas figuras cósmicas se asocian principalmente con el hinduismo y el budismo, su origen es ancestral y están presentes en muchas culturas, desde la maya y la inca hasta la india, la egipcia o la china.

Es fácil encontrar a nuestro alrededor formas que nos inspiren en la creación de un mandala, en los pétalos de una flor que parten del centro o crecen a su alrededor, como en las rosas, en un tronco con sus anillos de crecimiento. Cualquier fruta cortándolas por la mitad, veremos el centro, dónde en algunas se encuentran las semillas, como es el caso de la manzana.

La época navideña no está exenta de las mandalas naturales, de hecho es ideal para su elaboración por la gran variedad de elementos de la naturaleza que contiene que va desde las ramas de pino y sus piñas, hasta la flor de nochebuena o Poinsettia, el muérdago, la rosa de navidad y el acebo un arbusto de hoja perenne con brillantes frutos rojos, con estos instrumentos vivos podemos realizar una mandala navideña.

*Sígueme en redes sociales

(F) Heidy Wagner Laclette

(T) @heidyDiario

La mandala es una manera artística de representar el universo espiritual, simboliza la unidad y la armonía y los mandalas naturales se denominan así a los realizados con elementos propios de la naturaleza sin ser integrados por ninguna herramienta artificial, se cree que ésta práctica proviene de pueblos nativos como fortaleza de la creatividad puesta en pos de la vida natural.

Del centro del mandala parte la multiplicidad que toma diferentes formas. Esa unidad primordial contiene todas las posibilidades que se van manifestando. Es como la semilla de una planta, a partir de la que se irán formando las hojas, las ramas, las flores y sus frutos.

La circunferencia del mandala representa, entre otras cosas, el movimiento circular que no tiene principio, ni fin. Es un movimiento perfecto y eterno. En la naturaleza está siempre presente, en los cambios de las estaciones, en la noche y el día, en el crecimiento de animales y plantas, que pasan por diferentes estados desde el nacimiento a la muerte.

Pero, también, vemos el desarrollo a partir de un centro o rodeando un centro, en los cristales de nieve, en los remolinos del agua, en la forma que cristalizan algunos minerales, las telas de araña, etcétera. De tal manera que los mandalas son una representación espiritual del universo. Si bien estas figuras cósmicas se asocian principalmente con el hinduismo y el budismo, su origen es ancestral y están presentes en muchas culturas, desde la maya y la inca hasta la india, la egipcia o la china.

Es fácil encontrar a nuestro alrededor formas que nos inspiren en la creación de un mandala, en los pétalos de una flor que parten del centro o crecen a su alrededor, como en las rosas, en un tronco con sus anillos de crecimiento. Cualquier fruta cortándolas por la mitad, veremos el centro, dónde en algunas se encuentran las semillas, como es el caso de la manzana.

La época navideña no está exenta de las mandalas naturales, de hecho es ideal para su elaboración por la gran variedad de elementos de la naturaleza que contiene que va desde las ramas de pino y sus piñas, hasta la flor de nochebuena o Poinsettia, el muérdago, la rosa de navidad y el acebo un arbusto de hoja perenne con brillantes frutos rojos, con estos instrumentos vivos podemos realizar una mandala navideña.

*Sígueme en redes sociales

(F) Heidy Wagner Laclette

(T) @heidyDiario

ÚLTIMASCOLUMNAS