/ viernes 12 de noviembre de 2021

Contraluz | Legado de Merkel

El anfitrión de la G-20 y primer ministro italiano Mario Draghi, tendió un ramo de flores a la canciller de Alemania Ángela Merkel al tiempo que destacaba: “Merkel ha sido una verdadera campeona del multilateralismo y del orden internacional basado en normas. Su entereza, liderazgo y determinación para construir consensos ha sido de un valor incalculable en este grupo y guardaremos su legado como un tesoro durante mucho tiempo. Querida canciller, gracias", expresó.

El pasado 26 de septiembre Alemania vivió, tras 16 años de liderazgo, el fin de la “era Merkel”. Ahora Olaf Scholz, socialdemócrata y ministro de Finanzas que acompañó a Merkel a su cita en Roma, será posiblemente su sucesor ante la posibilidad de coalición tripartita integrada por el Partido Socialdemócrata (SPD) de Scholz, Los Verdes y el Partido Liberal Alemán.

Esta visita conjunta demuestra una de las más brillantes cualidades de Merkel, la primer mujer en ocupar el más alto puesto político en Alemania, la capacidad de conciliar serenamente, de convencer, aún a los opositores, de saber desprenderse cotidianamente de la nube negra de la vanidad y acatar con firmeza la realidad.

Apodada “niña” –“mädchen”- por su mentor el ex canciller Helmut Höl, Ángela Merkel había nacido en Hamburgo en la entonces Alemania Occidental en 1954, de donde fue llevada por su padres a la ex República Democrática Alemana (RDA) donde pasó sus primeros 35 años de vida.

Ahí, en 1973 inició sus estudios de Física Teórica en la Universidad Karl Marx de Leipzig donde se graduó con honores en 1978 para obtener después su doctorado en Química Cuántica en 1986, Antes, en 1974 había contraído nupcias con el físico Ulrich Merkel, cuyo apellido conservó, aunque se divorciaron en 1982. Contrajo segundas nupcias en 1998 con Joachim Sauer el catedrático de Química en la Universidad Humboldt de Berlín

Al caer el Muro de Berlín en 1989 laboraba en la división de Física de la Academia de Ciencias en Berlín Oriental.

Fue quizá entonces cuando la agrupación política en que militaba, Despertar Democrático, se incorporó a las filas del CDU donde inició su ascenso para llegar en 1990 al Bundestag en los primeros comicios celebrados en la Alemania ya reunificada. Un año después fue designada Ministra de Familia, Tercera Edad, Mujer y Juventud y en ejn 1994 Ministra de Medio Ambiente, Conservación Natural y Seguridad Nuclear con Helmut Kohl quien la tomó bajo su tutela política.

En 1998, la “niña” – cuyas dotes políticas y su capacidad para construir alianzas fueron subestimadas por sus pares hombres – se emancipó de su experimentado, pero ya desgastado, mentor político al estallar un escándalo relacionado con el financiamiento secreto del Partido Demócrata Cristiano. Tras la renuncia de Kohl, Merkel asumió primeramente la secretaría general y, en 2000, la presidencia de CDU convirtiéndose en líder de la oposición parlamentaria al gobierno encabezado por Gerhard Schröder del partido socialdemócrata SPD.

En las elecciones de 2005, CDU – junto con su partido hermano bávaro CSU – con Merkel como su candidata a Canciller Federal, logró ganar los comicios por un escaso margen que la obligó a negociar con otros partidos afines para lograr una mayoría funcional en el Bundestag. Tras varias semanas de arduas negociaciones, en las que parecía desvanecerse su posibilidad de formar gobierno,

Merkel optó por una “gran coalición” con el SPD, en la que el ahora Presidente Federal de Alemania, el socialdemócrata Frank-Walter Steinmeier, fungió como Ministro de Asuntos Exteriores y posteriormente también asumió el cargo de Vicecanciller Federal.

Durante su primer gobierno (2005-2009), Merkel cumplió, por su acuerdo de coalición con el SPD, al continuar con el proceso de reformas al mercado laboral “Harz IV”; pese a que no era precisamente popular; asimismo normalizó relaciones con Estados Unidos tras el distanciamiento provocado por la oposición alemana a la guerra de Irak; fortaleció su alianza con Francia como motores clave de la Unión Europea; asumió y cumplió con éxito la presidencia de la Unión Europea. Fue además el primer líder alemán en hablar ante el Parlamento Israelí en visita a Jerusalén en 2008, donde rindió sentido tributo a las víctimas del nazismo.

Merkel venció en los comicios de 2009 en los que obtuvo una victoria más holgada que le permitió formar una coalición gubernamental con el partido liberal FDP, más afín ideológicamente a CDU/CSU. Pero fue en ese período en el que hubo de enfrentar retos muy graves como la crisis económica y financiera internacional, la crisis del euro y la resistencia lógica a la austeridad presupuestaria que supo manejar con flexibilidad y escuchando las opiniones de todos los sectores y de países más debilitados económicamente.

Venció de nuevo en 2013, pero el debilitamiento de su socio FDP la obligó a formar nuevamente gobierno mediante coalición con el SPD.

En dicho mandato enfrentó con decisión y fortaleza, pese a acervas críticas, la crisis de refugiados que en 2015 arribaron a países de la UE huyendo de conflictos bélicos en Medio Oriente, Siria y África. En ese año Alemania acogió a cerca de 750 mil refugiados, lo que habría favorecido el fortalecimiento de la ultraderecha manifestado especialmente en el partido populista AfD (Alternativa para Alemania) que obtuvo inéditos triunfos en comicios provinciales, sobre todo en la parte este del país, y posteriormente, en las elecciones federales de 2017, al conseguir por primera vez desde la II Guerra Mundial el ingreso de un partido ultraderechista en el Bundestag pese a todo, Merkel se mantuvo firme en su posición de apertura con su célebre frase “wir schaffen es” (lo podemos hacer).

Tras arduas negociaciones que se prolongaron por espacio de seis meses, Merkel logró conformar su cuarto gobierno de coalición, nuevamente con el SPD, que inició en marzo de 2018. Durante este último mandato, Merkel vio debilitado a su partido en varios comicios provinciales en el otoño de 2018, lo cual la orilló a anunciar serenamente su retiro como presidenta de CDU y, por consiguiente, su decisión de no buscar su reelección en 2021.

Tras una vertiginosa campaña interna, CDU ratificó como su presidente – y candidato a Canciller Federal – al político centrista Armin Laschet, Ministro Presidente (gobernador) de Renania del Norte-Westfalia, el estado más poblado de Alemania, quien reconoció su derrota.

La popularidad de Merkel se elevó arriba del 60 por ciento en su último tramo gracias a sorteó con éxito el complejo proceso de negociación del Brexit así como la crisis sanitaria del coronavirus tanto en el aspecto económico como en el social, gracias a un manejo responsable tomando debidamente en cuenta, como buena científica, la opinión de expertos.

Por otra parte, a nivel internacional, se le reconoce su liderazgo en la UE y en instancias multilaterales como el G7 y G20 donde ha resultado muy eficaz su capacidad para entreverar firmeza y flexibilidad en su manejo de cuestiones delicadas como las referidas a Afganistán, Corea del Norte, Crimea, Irán, Siria, Rusia, Turquía, Putin, Erdogan, Trump… Con grandes logros y seguramente también con insuficiencias pasará a la historia como lideresa que quiso y supo servir aportando al escenario político internacional, serenidad, estabilidad, confianza y rumbo.

Finalmente no está de más recordar que junto a su esposo el profesor Sauer es gran aficionada a la ópera y a los festivales. Guarda especial admiración por Rolando Villazón tenor mexicano a quien ha aclamado en festivales. presentaciones y puestas en escena, tanto en Bayreuth, como en Salzburgo, Berlín, Leipzig y varios escenarios más.


El anfitrión de la G-20 y primer ministro italiano Mario Draghi, tendió un ramo de flores a la canciller de Alemania Ángela Merkel al tiempo que destacaba: “Merkel ha sido una verdadera campeona del multilateralismo y del orden internacional basado en normas. Su entereza, liderazgo y determinación para construir consensos ha sido de un valor incalculable en este grupo y guardaremos su legado como un tesoro durante mucho tiempo. Querida canciller, gracias", expresó.

El pasado 26 de septiembre Alemania vivió, tras 16 años de liderazgo, el fin de la “era Merkel”. Ahora Olaf Scholz, socialdemócrata y ministro de Finanzas que acompañó a Merkel a su cita en Roma, será posiblemente su sucesor ante la posibilidad de coalición tripartita integrada por el Partido Socialdemócrata (SPD) de Scholz, Los Verdes y el Partido Liberal Alemán.

Esta visita conjunta demuestra una de las más brillantes cualidades de Merkel, la primer mujer en ocupar el más alto puesto político en Alemania, la capacidad de conciliar serenamente, de convencer, aún a los opositores, de saber desprenderse cotidianamente de la nube negra de la vanidad y acatar con firmeza la realidad.

Apodada “niña” –“mädchen”- por su mentor el ex canciller Helmut Höl, Ángela Merkel había nacido en Hamburgo en la entonces Alemania Occidental en 1954, de donde fue llevada por su padres a la ex República Democrática Alemana (RDA) donde pasó sus primeros 35 años de vida.

Ahí, en 1973 inició sus estudios de Física Teórica en la Universidad Karl Marx de Leipzig donde se graduó con honores en 1978 para obtener después su doctorado en Química Cuántica en 1986, Antes, en 1974 había contraído nupcias con el físico Ulrich Merkel, cuyo apellido conservó, aunque se divorciaron en 1982. Contrajo segundas nupcias en 1998 con Joachim Sauer el catedrático de Química en la Universidad Humboldt de Berlín

Al caer el Muro de Berlín en 1989 laboraba en la división de Física de la Academia de Ciencias en Berlín Oriental.

Fue quizá entonces cuando la agrupación política en que militaba, Despertar Democrático, se incorporó a las filas del CDU donde inició su ascenso para llegar en 1990 al Bundestag en los primeros comicios celebrados en la Alemania ya reunificada. Un año después fue designada Ministra de Familia, Tercera Edad, Mujer y Juventud y en ejn 1994 Ministra de Medio Ambiente, Conservación Natural y Seguridad Nuclear con Helmut Kohl quien la tomó bajo su tutela política.

En 1998, la “niña” – cuyas dotes políticas y su capacidad para construir alianzas fueron subestimadas por sus pares hombres – se emancipó de su experimentado, pero ya desgastado, mentor político al estallar un escándalo relacionado con el financiamiento secreto del Partido Demócrata Cristiano. Tras la renuncia de Kohl, Merkel asumió primeramente la secretaría general y, en 2000, la presidencia de CDU convirtiéndose en líder de la oposición parlamentaria al gobierno encabezado por Gerhard Schröder del partido socialdemócrata SPD.

En las elecciones de 2005, CDU – junto con su partido hermano bávaro CSU – con Merkel como su candidata a Canciller Federal, logró ganar los comicios por un escaso margen que la obligó a negociar con otros partidos afines para lograr una mayoría funcional en el Bundestag. Tras varias semanas de arduas negociaciones, en las que parecía desvanecerse su posibilidad de formar gobierno,

Merkel optó por una “gran coalición” con el SPD, en la que el ahora Presidente Federal de Alemania, el socialdemócrata Frank-Walter Steinmeier, fungió como Ministro de Asuntos Exteriores y posteriormente también asumió el cargo de Vicecanciller Federal.

Durante su primer gobierno (2005-2009), Merkel cumplió, por su acuerdo de coalición con el SPD, al continuar con el proceso de reformas al mercado laboral “Harz IV”; pese a que no era precisamente popular; asimismo normalizó relaciones con Estados Unidos tras el distanciamiento provocado por la oposición alemana a la guerra de Irak; fortaleció su alianza con Francia como motores clave de la Unión Europea; asumió y cumplió con éxito la presidencia de la Unión Europea. Fue además el primer líder alemán en hablar ante el Parlamento Israelí en visita a Jerusalén en 2008, donde rindió sentido tributo a las víctimas del nazismo.

Merkel venció en los comicios de 2009 en los que obtuvo una victoria más holgada que le permitió formar una coalición gubernamental con el partido liberal FDP, más afín ideológicamente a CDU/CSU. Pero fue en ese período en el que hubo de enfrentar retos muy graves como la crisis económica y financiera internacional, la crisis del euro y la resistencia lógica a la austeridad presupuestaria que supo manejar con flexibilidad y escuchando las opiniones de todos los sectores y de países más debilitados económicamente.

Venció de nuevo en 2013, pero el debilitamiento de su socio FDP la obligó a formar nuevamente gobierno mediante coalición con el SPD.

En dicho mandato enfrentó con decisión y fortaleza, pese a acervas críticas, la crisis de refugiados que en 2015 arribaron a países de la UE huyendo de conflictos bélicos en Medio Oriente, Siria y África. En ese año Alemania acogió a cerca de 750 mil refugiados, lo que habría favorecido el fortalecimiento de la ultraderecha manifestado especialmente en el partido populista AfD (Alternativa para Alemania) que obtuvo inéditos triunfos en comicios provinciales, sobre todo en la parte este del país, y posteriormente, en las elecciones federales de 2017, al conseguir por primera vez desde la II Guerra Mundial el ingreso de un partido ultraderechista en el Bundestag pese a todo, Merkel se mantuvo firme en su posición de apertura con su célebre frase “wir schaffen es” (lo podemos hacer).

Tras arduas negociaciones que se prolongaron por espacio de seis meses, Merkel logró conformar su cuarto gobierno de coalición, nuevamente con el SPD, que inició en marzo de 2018. Durante este último mandato, Merkel vio debilitado a su partido en varios comicios provinciales en el otoño de 2018, lo cual la orilló a anunciar serenamente su retiro como presidenta de CDU y, por consiguiente, su decisión de no buscar su reelección en 2021.

Tras una vertiginosa campaña interna, CDU ratificó como su presidente – y candidato a Canciller Federal – al político centrista Armin Laschet, Ministro Presidente (gobernador) de Renania del Norte-Westfalia, el estado más poblado de Alemania, quien reconoció su derrota.

La popularidad de Merkel se elevó arriba del 60 por ciento en su último tramo gracias a sorteó con éxito el complejo proceso de negociación del Brexit así como la crisis sanitaria del coronavirus tanto en el aspecto económico como en el social, gracias a un manejo responsable tomando debidamente en cuenta, como buena científica, la opinión de expertos.

Por otra parte, a nivel internacional, se le reconoce su liderazgo en la UE y en instancias multilaterales como el G7 y G20 donde ha resultado muy eficaz su capacidad para entreverar firmeza y flexibilidad en su manejo de cuestiones delicadas como las referidas a Afganistán, Corea del Norte, Crimea, Irán, Siria, Rusia, Turquía, Putin, Erdogan, Trump… Con grandes logros y seguramente también con insuficiencias pasará a la historia como lideresa que quiso y supo servir aportando al escenario político internacional, serenidad, estabilidad, confianza y rumbo.

Finalmente no está de más recordar que junto a su esposo el profesor Sauer es gran aficionada a la ópera y a los festivales. Guarda especial admiración por Rolando Villazón tenor mexicano a quien ha aclamado en festivales. presentaciones y puestas en escena, tanto en Bayreuth, como en Salzburgo, Berlín, Leipzig y varios escenarios más.