REBASADO. Que ya está harto, de plano “hasta la ma&%¡” de sus diputados el coordinador de Morena en el Congreso estatal, Mauricio Ruiz Olaes, porque tiene la fracción más desorganizada, dividida e inexperta. Muchos de sus “coordinados”, por ejemplo, siguen creyendo que a gritos hacen política y no reconocen más liderazgo que el del Supremo AMLO, y así se lo dicen. Un ejemplo del exceso de libertades son los Iphones X que por compromiso de austeridad Ruiz ordenó devolver a la Legislatura y que por supuesto siguen los morenistas usando con cargo al erario: no le hicieron caso a su coordinador. Para colmo, todos los legisladores, Ruiz incluido, traen proyecto más allá de su curul, es decir que quieren ser alcaldes o diputados federales a la brevedad y por eso se meten el pie unos a otros. Poquitos pero bien ruidosos.
REMATADO. El gobernador de Michoacán aplicó “la queretana” para deslindarse de la ejecución del hombre que había sobrevivido a un atentado en Pueblo Nuevo, municipio de Corregidora, ayer en el hospital de Morelia donde se recuperaba. “Es un asunto que viene de Querétaro”, dijo Silvano Aureoles, muy emproblemado queriendo negar la violencia de su entidad.
CAPO. El hombre baleado en Pueblo Nuevo, quien sí resultó ser un capo del crimen organizado y cuyo chofer murió en el atentado del 4 de septiembre en la calle David Alfaro Siqueiros, fue trasladado a Morelia con protección policiaca, pero sus familiares lo trasladaron a un tercer nosocomio, el Acueducto, sin notificar a las autoridades y ahí fue rematado. “Fue culpa de la familia”, dijo el alcalde de Morelia, Raúl Morón Orozco. “La queretana”.