ILÓGICO. ¿A qué hora y en qué circunstancias los presidentes municipales dejan de ostentar el cargo público, aunque no dejen de hacer uso de los recursos humanos y materiales de la alcaldía? La jueza federal María del Refugio Castañeda Guillén reconoció y lamentó las agresiones y amenazas de Alejandro Ochoa Valencia contra el periodista Adán Olvera Ramírez, realizadas el 8 de marzo en un restaurante, pero consideró que al momento de los hechos, un viernes por la tarde, el alcalde de Colón NO estaba en funciones como presidente municipal y por eso no le inició proceso el martes.
INACEPTABLE. Sin aclarar quién entonces, si no Ochoa, era el alcalde de Colón al momento de la agresión, ni cuando sí y cuándo no está en funciones del cargo de elección popular, la juzgadora dejó en un tácito vacío de poder a todo un municipio cada que el alcalde se mete a un restaurante. De paso también minimizó una agresión de una autoridad a un comunicador con motivo del ejercicio de su profesión y de lo publicado a un simple pleito entre particulares. Después de este fallo, que por supuesto será apelado, buen cuidado deben tener los periodistas de encontrarse a un alcalde y sus respectivos guaruras y séquitos en cualquier lugar que no sea un evento público porque todo lo que pase será considerado por la justicia como algo entre particulares.
HISTORIAL. Ocho son las carpetas de investigación registradas como antecedentes penales y/o procesales de José Alejandro Ochoa Valencia en el Sistema de Estadística e Inteligencia Policial: 3 por supuestas amenazas acusado por Adán Olvera, José Juan Ibarra y María Rosa Merlos, respectivamente, una más por presuntas lesiones y daños dolosos abierta por Martín Ochoa Rojas, otras dos acusado de daños dolosos a Miguel Cristóbal Camacho y Hugo de Jesús Cristóbal y, por último, una más por presuntas lesiones dolosas contra Juan Carlos Nieves Olvera.
