LUCIDOS. Tanto que criticaban el populismo de AMLO y Morena, pero está visto que eso de andar quedando bien con los desvalidos y regalar a los ciudadanos cualquier cosa que se vea medianamente caritativo es adictivo para cualquier político. Por lo menos para cualquiera que se diga “con futuro”. Y en esas andan los regidores panistas, los dizque “independientes” y hasta los de la utópica “oposición” en la capital del estado. Todos, con el síndico Miguel Parrodi por delante, aprobaron salir a regalar “con nuestro dinero” despensas a los adultos mayores que trabajan de empacadores en las tiendas de autoservicio. Primero, a ver si encuentran a los viejecitos porque hace rato que ya no van por precaución y, segundo, ¿por qué no envían las despensas y ya, misión cumplida… ¡Gracias, señores!?.
A DARLE. Con la misma lógica “pobreteada” con que el Presidente de la República habla de México como si fuera un pueblecito reseco de Nicaragua (con todo respeto, dice el clásico) y pide “donaciones” o arma rifas, como si aquí no se cobraran impuestos, ya andan propagando entre la clase política la hipocresía esa de donar sueldos para la contingencia. Mejor que trabajen bien para desquitar ese salario y no que regalen el salario para no desquitarlo con trabajo.