/ lunes 28 de marzo de 2022

Cultura Tributaria | Entre la política y los impuestos

Una de las grandes preocupaciones de los ciudadanos sin duda es la gran cantidad de impuestos que existen, pero sobretodo la complejidad para entenderlos, las cargas con una percepción de excesivas, la falta de confianza en las instituciones públicas, un sistema impositivo desigual, amplio desconocimiento de las obligaciones tributarias.

Con mucha frecuencia se oyen en la calle, entre los empresarios y los contribuyentes en lo general, argumentaciones encaminadas a justificar porque no pagar impuestos, se observa un descontento pensando en que no a todo mundo se le trata de la misma forma, faltando a la equidad y a la justicia, características esenciales que debe de tener un sistema tributario, más aún podríamos encontrar la expresión de algunos alegando que, si se tuviera mejores servicios, pagarían con gusto los impuestos.

En otros casos, de manera asombrosa podríamos llegar a encontrar lamentaciones como que en su colonia no existen servicios de limpia, de luz eléctrica, educación, seguridad, hospitales, y otros tantos, sin duda olvidándose que para que todos esos satisfactores existan se requiere dinero para funcionar, y que es el dinero procedente de los impuestos precisamente.

Ante todos esos sentimientos, debe hacerse reflexión constante de la responsabilidad de cada uno de los actores de nuestro país, si bien los ciudadanos en el cumplimiento de la obligación de contribuir, los políticos por hoy deben ser conscientes en cuanto a las propuestas que van haciendo, en ellas no puede permitirse hablar de algo que no puedan cumplir.

Les debe de quedar claro que la parte tributaria no es un juego de manera alguna, que no se trata de ver a quien se le ocurren el mayor número de novedades con las cuales pasar a la historia, sino encontrar un equilibrio verdadero donde en el diseño de la política fiscal encuentre la equidad y la justicia.

El enfoque, sin duda debe ir encaminado hacia un ataque a la evasión fiscal reforzando los mecanismos de fiscalización, pero debe cuidarse y garantizar en todo tiempo la seguridad jurídica del contribuyente, no dejando espacios abiertos al funcionario para que se conviertan en un fiscalizador y recaudador arbitrario que haga más grande la desconfianza del particular para con el Estado, pero mucho menos debe hacer casi imposible el cumplimiento de las obligaciones fiscales.

A los legisladores debe ocuparles el acercamiento a los ciudadanos para conocer estas percepciones y revisar lo que realmente se necesita, lo que perciben y no lo que ellos piensan que ocurre fuera de los recintos legislativos, en ello encontrar la forma de moderar los impuestos y no de agobiar a los contribuyentes, ello con la idea de recuperar recursos de los que ordinariamente si pagan, por los que dejan de contribuir.

De una manera importante debe tomarse en cuenta que las contribuciones no deben afectar en mayor grado a quienes realizan actividades en beneficio de la economía mediante la conformación de empresas que les implican riesgos y esfuerzos, en lugar de dirigir el peso de gravamen a quienes pudiendo producir en efecto lo hacen, hay que orientarlo hacia quienes estando en las mismas condiciones no lo hacen.

Finalmente, entre tantas propuestas, no puede quedarse en la orilla el reforzar las sanciones hacia los funcionarios y gobernantes, de todos los que hacen mal uso de los recursos públicos desviando en beneficio propio lo más posible encareciendo el gasto público, en lo que debe decirse, que ante eso no hay recurso que alcance.

Así entonces, nos toca tanto a los ciudadanos, legisladores, gobernantes y juzgadores, cumplir cada uno con la responsabilidad individual, para entender que en cuanto se cuente con esa justicia y equidad nuestro país tendrá una base suficiente que permite el mejoramiento económico, social y cultural de los ciudadanos, que ello puede servir como instrumento para alejarnos de más impuestos y acercarnos a la verdadera contribución proporcional y equitativa como lo dispone nuestra Constitución.

Comentarios: Facebook: Sergio.ledezma.58

Sergio@ledezma-ledezma.com

*Contador Público Certificado, Licenciado en Derecho

*Expresidente del Colegio de Contadores Públicos de Querétaro

*Expresidente de la Federación de Colegios y Asociaciones de Profesionistas del Estado de Querétaro, (FECAPEQ)

Una de las grandes preocupaciones de los ciudadanos sin duda es la gran cantidad de impuestos que existen, pero sobretodo la complejidad para entenderlos, las cargas con una percepción de excesivas, la falta de confianza en las instituciones públicas, un sistema impositivo desigual, amplio desconocimiento de las obligaciones tributarias.

Con mucha frecuencia se oyen en la calle, entre los empresarios y los contribuyentes en lo general, argumentaciones encaminadas a justificar porque no pagar impuestos, se observa un descontento pensando en que no a todo mundo se le trata de la misma forma, faltando a la equidad y a la justicia, características esenciales que debe de tener un sistema tributario, más aún podríamos encontrar la expresión de algunos alegando que, si se tuviera mejores servicios, pagarían con gusto los impuestos.

En otros casos, de manera asombrosa podríamos llegar a encontrar lamentaciones como que en su colonia no existen servicios de limpia, de luz eléctrica, educación, seguridad, hospitales, y otros tantos, sin duda olvidándose que para que todos esos satisfactores existan se requiere dinero para funcionar, y que es el dinero procedente de los impuestos precisamente.

Ante todos esos sentimientos, debe hacerse reflexión constante de la responsabilidad de cada uno de los actores de nuestro país, si bien los ciudadanos en el cumplimiento de la obligación de contribuir, los políticos por hoy deben ser conscientes en cuanto a las propuestas que van haciendo, en ellas no puede permitirse hablar de algo que no puedan cumplir.

Les debe de quedar claro que la parte tributaria no es un juego de manera alguna, que no se trata de ver a quien se le ocurren el mayor número de novedades con las cuales pasar a la historia, sino encontrar un equilibrio verdadero donde en el diseño de la política fiscal encuentre la equidad y la justicia.

El enfoque, sin duda debe ir encaminado hacia un ataque a la evasión fiscal reforzando los mecanismos de fiscalización, pero debe cuidarse y garantizar en todo tiempo la seguridad jurídica del contribuyente, no dejando espacios abiertos al funcionario para que se conviertan en un fiscalizador y recaudador arbitrario que haga más grande la desconfianza del particular para con el Estado, pero mucho menos debe hacer casi imposible el cumplimiento de las obligaciones fiscales.

A los legisladores debe ocuparles el acercamiento a los ciudadanos para conocer estas percepciones y revisar lo que realmente se necesita, lo que perciben y no lo que ellos piensan que ocurre fuera de los recintos legislativos, en ello encontrar la forma de moderar los impuestos y no de agobiar a los contribuyentes, ello con la idea de recuperar recursos de los que ordinariamente si pagan, por los que dejan de contribuir.

De una manera importante debe tomarse en cuenta que las contribuciones no deben afectar en mayor grado a quienes realizan actividades en beneficio de la economía mediante la conformación de empresas que les implican riesgos y esfuerzos, en lugar de dirigir el peso de gravamen a quienes pudiendo producir en efecto lo hacen, hay que orientarlo hacia quienes estando en las mismas condiciones no lo hacen.

Finalmente, entre tantas propuestas, no puede quedarse en la orilla el reforzar las sanciones hacia los funcionarios y gobernantes, de todos los que hacen mal uso de los recursos públicos desviando en beneficio propio lo más posible encareciendo el gasto público, en lo que debe decirse, que ante eso no hay recurso que alcance.

Así entonces, nos toca tanto a los ciudadanos, legisladores, gobernantes y juzgadores, cumplir cada uno con la responsabilidad individual, para entender que en cuanto se cuente con esa justicia y equidad nuestro país tendrá una base suficiente que permite el mejoramiento económico, social y cultural de los ciudadanos, que ello puede servir como instrumento para alejarnos de más impuestos y acercarnos a la verdadera contribución proporcional y equitativa como lo dispone nuestra Constitución.

Comentarios: Facebook: Sergio.ledezma.58

Sergio@ledezma-ledezma.com

*Contador Público Certificado, Licenciado en Derecho

*Expresidente del Colegio de Contadores Públicos de Querétaro

*Expresidente de la Federación de Colegios y Asociaciones de Profesionistas del Estado de Querétaro, (FECAPEQ)