La importancia de la rendición de cuentas, transparencia y la fiscalización en el manejo de los recursos públicos estriba precisamente en que los funcionarios tienen en sus manos la responsabilidad de administrarlos de la mejor manera, considerando que somos los ciudadanos los que hemos aportado en el cumplimiento del deber de contribuir a los gastos públicos, pero por su parte deben entender que no les es propio, por tanto deben hacerlo con eficiencia.
El fraude y la corrupción son dos vicios profundos que deben erradicarse de la administración pública, el primero, implica el uso de engaños, simulaciones y aprovechamiento de errores o lagunas en las leyes para obtener beneficios indebidos en perjuicio de la colectividad; la corrupción por si, en las organizaciones públicas, es una práctica consistente en la utilización de las funciones y medios de aquellas en provecho económico o de otra índoles, de sus gestores.
Por hoy y siempre se hace imperativo reforzar el Estado de derecho para lograr la efectividad, que reduzca la corrupción, proteja realmente a las personas y desde luego ataque frontalmente a la pobreza sin quitarles posibilidades a los demás sino logrando un verdadero equilibrio, reducción de la inseguridad; buscar que se logre un verdadero desarrollo, asegurar gobiernos transparentes que rindan cuentas satisfactorias y un respeto irrestricto a los derechos fundamentales.
La responsabilidad de los funcionarios estriba principalmente en cumplir de manera correcta con sus encargos, saber que el ocupar un puesto no es para servirse sino para servir, ni mucho menos utilizar mecanismos de viejas prácticas engañando y pretender hacer ver cosas diferentes;
La fiscalización al gasto público por parte de los órganos correspondientes debe ser real, con alcances que lleven a identificar las malas prácticas de algunos que lleven en su caso a la imposición de sanciones, donde la inhabilitación no sea la única, sino que haga que se retornen los recursos a la hacienda pública.
Desde el año de 2008 existe un marco jurídico que permite cumplir con esos objetivos, donde se reformó el artículo 116 Constitucional para reforzar la función de fiscalización a nivel federal y estatal, estableciendo principios para su ejecución como lo son la posterioridad, anualidad, legalidad imparcialidad y confiabilidad; así se deben revisar entonces los ingresos y egresos, el manejo, la custodia y la aplicación de los recursos; investigar actos u omisiones que impliquen irregularidades o conductas ilícitas en materia de cuenta pública y manejo de recursos públicos, entre otros aspectos fundamentales.
Así entonces, caminar todos juntos hacia una cultura de rendición de cuentas y la correspondiente exigencia de los ciudadanos a través de la fiscalización por los órganos correspondientes, neutrales y profesionales, es absolutamente relevante.
Sin duda un avance importante en la búsqueda de la transparencia, rendición de cuentas, uniformidad y fiscalización, aunado a los sistemas anticorrupción han sido trascendentales y que en la medida en que se apliquen de manera exacta han de coadyuvar en el objetivo.
Como ciudadanos tenemos el deber estricto de estar atentos al ejercicio de las administraciones en cualquier nivel, tenemos la responsabilidad de exigir que los recursos se apliquen de manera real en beneficio de la población, denunciar las desviaciones y actos de corrupción, exigir el castigo de quienes estén en esos supuestos y no participar en los actos que coadyuven en esos vicios.
Participar en las organizaciones de la sociedad civil como el Observatorio Ciudadano de Querétaro, cámaras, colegios de profesionistas y asociaciones, donde se actúe precisamente como ciudadanos, más allá de la “grilla” sabiendo que todo es en beneficio de todos, aportando ideas, observando, criticando y proponiendo, exigir a nuestros legisladores revisiones constantes a las legislaciones que impidan el libre desarrollo de los ciudadanos.
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*Contador Público y Licenciado en Derecho
*Expresidente del Colegio de Contadores Públicos de Querétaro
*Expresidente del la Federación de Colegios y Asociaciones de Profesionistas del Estado de Querétaro (FECAPEQ)
