/ lunes 22 de julio de 2019

Desde la Izquierda

Morena, ¿demócratas?


Karl Marx dijo que la “historia se repite dos veces, primero como tragedia y después como una miserable farsa” y fue para dar cuenta del cambio de época, donde la burguesía ya había mutado y empezaba a mostrar sus golpes reaccionarios. Hoy el tema es Baja California con una nueva burguesía reaccionaria representada en la élite gobernante enquistada en Morena, en la que el cambio de época da cuenta de una nueva forma de ejercer el poder.

Lo sucedido en la Legislatura de esa entidad nos hace reflexionar sobre la visión que tiene Morena sobre el federalismo. Se hacen llamar demócratas cuando intentan edificar una soberanía descentralizada apandillados en una conspiración de todos los partidos políticos, en la que participaron el gobierno entrante y el saliente haciendo un contubernio perfecto en el que no hubo ni sentido político, ni sentido jurídico, ni sentido moral ni sentido común; fue la dura expresión de una conveniente ignorancia constitucional, haber si pegaba, exhibiendo con ello a Morena como un partido retrógrada, ambicioso y violatorio de la ley.

A este país le ha costado más de 150 años consolidar su sistema de gobierno, que va desde la Independencia de España, pasando por la Constitución de 1917, y dando cuenta desde sus inicios como nación, de la adopción del sistema federal como forma de organización gubernamental, en donde el poder se distribuye entre un estado central y sus diferentes partes federadas.

En sus inicios cada estado era gobernado autónomamente, pues cada uno, territorio y estado, tenía sus propios organismos de legislación y de gobierno ejecutivo, en esa medida tenían una autonomía plena y se podría decir que hasta soberanía. Hoy esa autonomía amplia no existe, la concepción actual define claramente que los asociados delegan algunas libertades o poderes propios a otro organismo superior, a quien pertenece esa soberanía, que es la Federación, y que aún y cuando conservan una cierta autonomía, ya que algunas competencias les pertenecen exclusivamente, no les da el derecho de actuar metaconstitucionalmente, como lo hicieron, para arrojarse una ampliación de período para el cual no fueron electos.

El texto constitucional nos habla de una república representativa, democrática y federal que nos contextualiza sobre entidades libres y soberanas en cuanto a su régimen interior, pero lo pretendido es un duro golpe a la democracia realizado por los diputados locales con el amparo de toda la clase política del estado, convirtiendo el hecho en una chicanería violatoria de la Constitución, en la que además abusaron de la voluntad popular que eligió al gobernador sólo por dos años, pensado en un periodo corto a fin de empatar las elecciones a las de medio término. No solo merecen el regaño de la federación también la condena pública de toda la nación.

Correo: ulisesgrmx@yahoo.com.mx

Morena, ¿demócratas?


Karl Marx dijo que la “historia se repite dos veces, primero como tragedia y después como una miserable farsa” y fue para dar cuenta del cambio de época, donde la burguesía ya había mutado y empezaba a mostrar sus golpes reaccionarios. Hoy el tema es Baja California con una nueva burguesía reaccionaria representada en la élite gobernante enquistada en Morena, en la que el cambio de época da cuenta de una nueva forma de ejercer el poder.

Lo sucedido en la Legislatura de esa entidad nos hace reflexionar sobre la visión que tiene Morena sobre el federalismo. Se hacen llamar demócratas cuando intentan edificar una soberanía descentralizada apandillados en una conspiración de todos los partidos políticos, en la que participaron el gobierno entrante y el saliente haciendo un contubernio perfecto en el que no hubo ni sentido político, ni sentido jurídico, ni sentido moral ni sentido común; fue la dura expresión de una conveniente ignorancia constitucional, haber si pegaba, exhibiendo con ello a Morena como un partido retrógrada, ambicioso y violatorio de la ley.

A este país le ha costado más de 150 años consolidar su sistema de gobierno, que va desde la Independencia de España, pasando por la Constitución de 1917, y dando cuenta desde sus inicios como nación, de la adopción del sistema federal como forma de organización gubernamental, en donde el poder se distribuye entre un estado central y sus diferentes partes federadas.

En sus inicios cada estado era gobernado autónomamente, pues cada uno, territorio y estado, tenía sus propios organismos de legislación y de gobierno ejecutivo, en esa medida tenían una autonomía plena y se podría decir que hasta soberanía. Hoy esa autonomía amplia no existe, la concepción actual define claramente que los asociados delegan algunas libertades o poderes propios a otro organismo superior, a quien pertenece esa soberanía, que es la Federación, y que aún y cuando conservan una cierta autonomía, ya que algunas competencias les pertenecen exclusivamente, no les da el derecho de actuar metaconstitucionalmente, como lo hicieron, para arrojarse una ampliación de período para el cual no fueron electos.

El texto constitucional nos habla de una república representativa, democrática y federal que nos contextualiza sobre entidades libres y soberanas en cuanto a su régimen interior, pero lo pretendido es un duro golpe a la democracia realizado por los diputados locales con el amparo de toda la clase política del estado, convirtiendo el hecho en una chicanería violatoria de la Constitución, en la que además abusaron de la voluntad popular que eligió al gobernador sólo por dos años, pensado en un periodo corto a fin de empatar las elecciones a las de medio término. No solo merecen el regaño de la federación también la condena pública de toda la nación.

Correo: ulisesgrmx@yahoo.com.mx

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