Nada más emblemático de un México muy diferente fue lo que representó este grito de Independencia en el zócalo capitalino. La puesta en escena no pudo ser mejor, refleja gráficamente lo que estamos viviendo, una crisis de salud que ha detonado en diversas crisis, sin que puedan ser contenidas, ni por el gobierno, ni por la oposición; él aislamiento no solo es de nosotros, también lo es de ellos.
La conmemoración de este año se ve envuelta en un país confrontado en sí mismo, alentada por una división desde el mismo gobierno para mantener clientela electoral. Las consultas están solo a modo de los temas que le interesan al Presidente a fin de seguir manteniendo un teatro que le da discurso, sin que las verdaderas preocupaciones de los ciudadanos pasen por ese filtro.
Decía que iba a arreglar el presente, ahora solo promete esperanza hacia el futuro, que por cierto está lleno de incertidumbre; una sana distancia que se ha convertido en un abismo entre gobierno y gobernados convirtiéndose en una élite cada vez más alejada de los ciudadanos. Medicinas, tratamientos para el cancer, guarderías, agua para campesinos en Chihuahua, impunidad a sus colaboradores, feminicidios, violencia, inseguridad, el ingreso básico universal, incluso las mañaneras, son temas no consultados que al mismo tiempo reflejan que los engaños se van agotando, estos ya no alcanzan a cubrir las deficiencias y se convierte en un bodrio antidemocrático.
Pan y circo para ocultar las carencias, la ineptitud, el desempleo, la crisis económica, la pandemia, comercios y empresas cerradas, ingresos limitados, inversiones detenidas, crisis social y política, son los frentes abiertos que se siguen multiplicando sin respuestas concretas, la presentación del paquete económico lo dice todo, reducción a lo más elemental y aumento a proyectos ególatras insignias de su gobierno.
La rifa del avión, el juicio a expresidentes y las arengas a la nada desde el balcón de Palacio Nacional, son una muestra de la exasperación que existe, los vítores a los héroes nacionales se convirtieron en un grito de angustia, impaciencia y enojo a una unidad que ya no es posible, a un federalismo fracturado que desmiembra la unión y se aleja mucho de una convención nacional fiscal: el ¡Viva la grandeza cultural de México! ¡Viva la libertad! ¡Viva la justicia! ¡Viva la democracia! ¡Viva la igualdad! ¡Viva nuestra soberanía! ¡Viva la fraternidad universal! ¡Viva el amor al prójimo! ¡Viva la esperanza en el porvenir! nos expone todo lo que carece la 4T.
México grita muchas cosas, cada quien tiene un grito de auxilio a un gobierno que paradójicamente no solo no los ve ni los oye, sino que se ríe de sus desgracias, que se muestra autista, lleno de odio, castrando lo único que promete y lo único que nos queda, la esperanza.
Correo: ulisesgrmx@yahoo.com.mx
Facebook @Ulises Gómez R
Twitter @Ulisesgrmx
