/ martes 24 de abril de 2018

Diálogo Universitario - Enojo

La elección del 1° de julio parece que tiene a Andrés Manuel López Obrador como al más cercano candidato para ganarla. No porque vaya a ser el mejor presidente ni creemos que vaya a solucionar todos los problemas que existen en la vida nacional, sino porque representa a un hombre antisistema. Pero no me refiero al sistema establecido en el estado, sino a un sistema de corrupción que un grupo anquilosado en el poder ha llegado al extremo de los abusos sobre los dineros públicos que dañan la vida cotidiana de las personas y familias mexicanas.

La manifestación de repudio de gran parte de la población a las autoridades priistas que han gobernado hasta la fecha es clara, en términos de inclinarse en esta contienda, por un candidato que representa, incluso con dudas, la última esperanza para empezar a cambiar la forma de actuar del representante del Poder Ejecutivo. Esta manifestación del electorado se sintetiza en el enojo, racional o irracional, contra generaciones de personas o grupos corruptos, que siguen haciendo de las suyas, manipulando a las instituciones gubernamentales para establecer mecanismos de impunidad que los salva de los castigos que la ley señala.

La mayoría de la población ya no cree que seamos una sociedad moderna, cuando no se puede disfrutar de las condiciones de vida alcanzadas, porque existe un alto grado de índice de violencia, criminalidad, de pobreza, de corrupción, así como de una clara falta de oportunidades en educación y de empleo. Y ya no cree tan fácilmente en la campaña del miedo que se está impulsando para evitar el crecimiento en las simpatías del representante de Morena. El enojo de la población no permite distinguir si en realidad la postura de Andrés Manuel es populista, la irritación es mucha, que se quiere lograr la extinción del PRI como modelo de Gobierno a como dé lugar. Aunque muchos intuyan los riesgos que esto pueda ocurrir con López Obrador.

El mentado debate, primero de tres, entre los candidatos a la presidencia de la República Mexicana generó expectativas entre el público, e intenso interés en las redes. Esto es el resultado de las predicciones que a final de cuentas se hicieron realidad; el ataque al puntero en las encuestas y la poca efectividad para sobresalir del candidato del gobierno. Lo mejor fueron las preguntas que plantearon a los candidatos los moderadores, y algunas de las mesas de análisis de este ejercicio de debate establecido por el INE. Declarar que haya habido un ganador o un perdedor deberá estar conjugado con las siguientes acciones de cada Frente Político y sus representantes en lo individual.

En esta ocasión, la mayoría de los candidatos participantes estuvieron más interesados en las descalificaciones que en presentar propuestas de programa para dirigir a la nación.

Olvidaron mencionar que de llegar a la Presidencia harían respetar de una vez por todas, al estado de derecho y sustentarse en las instituciones que dan estructura a la sociedad. Se ha señalado en reiteradas ocasiones que México es un territorio que tiene suficientes recursos naturales, estratégica ubicación geocomercial y una población con ávidas ganas de desarrollo. Pero ha tenido unas políticas públicas fallidas tanto por incompetencia o por una corrupción integral que destruye el camino al progreso. El día de las elecciones se espera con ansia, pero debemos esperar el desarrollo de otros dos momentos de debates, espacio en donde se les debe exigir más definiciones a cada uno de los candidatos.

@manuelbasaldua

La elección del 1° de julio parece que tiene a Andrés Manuel López Obrador como al más cercano candidato para ganarla. No porque vaya a ser el mejor presidente ni creemos que vaya a solucionar todos los problemas que existen en la vida nacional, sino porque representa a un hombre antisistema. Pero no me refiero al sistema establecido en el estado, sino a un sistema de corrupción que un grupo anquilosado en el poder ha llegado al extremo de los abusos sobre los dineros públicos que dañan la vida cotidiana de las personas y familias mexicanas.

La manifestación de repudio de gran parte de la población a las autoridades priistas que han gobernado hasta la fecha es clara, en términos de inclinarse en esta contienda, por un candidato que representa, incluso con dudas, la última esperanza para empezar a cambiar la forma de actuar del representante del Poder Ejecutivo. Esta manifestación del electorado se sintetiza en el enojo, racional o irracional, contra generaciones de personas o grupos corruptos, que siguen haciendo de las suyas, manipulando a las instituciones gubernamentales para establecer mecanismos de impunidad que los salva de los castigos que la ley señala.

La mayoría de la población ya no cree que seamos una sociedad moderna, cuando no se puede disfrutar de las condiciones de vida alcanzadas, porque existe un alto grado de índice de violencia, criminalidad, de pobreza, de corrupción, así como de una clara falta de oportunidades en educación y de empleo. Y ya no cree tan fácilmente en la campaña del miedo que se está impulsando para evitar el crecimiento en las simpatías del representante de Morena. El enojo de la población no permite distinguir si en realidad la postura de Andrés Manuel es populista, la irritación es mucha, que se quiere lograr la extinción del PRI como modelo de Gobierno a como dé lugar. Aunque muchos intuyan los riesgos que esto pueda ocurrir con López Obrador.

El mentado debate, primero de tres, entre los candidatos a la presidencia de la República Mexicana generó expectativas entre el público, e intenso interés en las redes. Esto es el resultado de las predicciones que a final de cuentas se hicieron realidad; el ataque al puntero en las encuestas y la poca efectividad para sobresalir del candidato del gobierno. Lo mejor fueron las preguntas que plantearon a los candidatos los moderadores, y algunas de las mesas de análisis de este ejercicio de debate establecido por el INE. Declarar que haya habido un ganador o un perdedor deberá estar conjugado con las siguientes acciones de cada Frente Político y sus representantes en lo individual.

En esta ocasión, la mayoría de los candidatos participantes estuvieron más interesados en las descalificaciones que en presentar propuestas de programa para dirigir a la nación.

Olvidaron mencionar que de llegar a la Presidencia harían respetar de una vez por todas, al estado de derecho y sustentarse en las instituciones que dan estructura a la sociedad. Se ha señalado en reiteradas ocasiones que México es un territorio que tiene suficientes recursos naturales, estratégica ubicación geocomercial y una población con ávidas ganas de desarrollo. Pero ha tenido unas políticas públicas fallidas tanto por incompetencia o por una corrupción integral que destruye el camino al progreso. El día de las elecciones se espera con ansia, pero debemos esperar el desarrollo de otros dos momentos de debates, espacio en donde se les debe exigir más definiciones a cada uno de los candidatos.

@manuelbasaldua

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