/ miércoles 8 de julio de 2020

Ecos del Senado

El presidente en campaña

López Obrador está en campaña y ésa es su prioridad; está volcado de lleno en el proceso electoral de 2021 y con el objetivo de promover el voto en beneficio suyo y de su movimiento orienta las acciones del gobierno y lanza acusaciones temerarias que profundizan más la división social, “están conmigo o contra mí”.

Entra en terrenos muy peligrosos porque la polarización podría tener un punto de no retorno, pero eso parece no importarle, lo que le interesa es encontrar la manera de posicionar a su partido, tomar ventaja en el proceso electoral, aprovechando todo el aparato de Estado a su servicio.

Hace enroques entre una dependencia y otra para tener mejores operadores políticos en posiciones clave, utiliza las conferencias mañaneras para denostar y descalificar a los árbitros electorales e incluso ha llegado al extremo de autoproclamarse el “guardián” del próximo proceso electoral.

Por supuesto que es una declaración desproporcionada y fuera de lugar, porque los mexicanos hemos construido instituciones ciudadanas, autónomas e independientes como el INE, que junto con el Tribunal Electoral nos garantizan elecciones limpias e imparciales, y gracias a ello han sido reconocidos los triunfos de López Obrador para la Presidencia y la jefatura de Gobierno.

Pero hoy se le olvida y acusa que el INE no ha servido para garantizar elecciones libres en México y en un lance verdaderamente perverso para generar desconfianza en las elecciones dio a conocer un documento “anónimo” que, según él, revela la conformación de un supuesto Bloque Opositor Amplio (BOA) en el que estarían gobernadores, periodistas, intelectuales, medios de comunicación, cámaras empresariales, pero también instituciones como el INE y el Tribunal Electoral.

Con estas acciones está abonando el camino para desacreditar a las autoridades electorales en caso de que en el próximo proceso electoral la decisión de la ciudadanía expresada en las urnas le sea adversa y que alguna resolución no le venga a modo a su proyecto.

Pero es preciso decir que el Presidente no está en una, sino en dos campañas. Su visita a Washington para reunirse con el presidente Donald Trump con motivo del arranque del T-MEC es imposible desligarla de las elecciones que habrá en EU en 4 meses.

Por supuesto que lo del T-MEC es un pretexto, porque lo que le interesa al republicano es sacarse la foto con López Obrador y utilizarlo -como hizo con Peña Nieto-, para cortejar el voto latino para su reelección.

El presidente de EU está cayendo en las encuestas; lo ubican entre 10 y 14 puntos debajo de Joe Biden, su contrincante demócrata. Su pésimo manejo de la pandemia, el desplome de su economía, el desempleo creciente y su reacción para someter violentamente las manifestaciones antiraciales, lo tienen en su peor momento.

Hay muchos agravios de Trump que no se pueden soslayar, es el Presidente más antimexicano y antiinmigrante que ha tenido EU, con su discurso de odio, su trato discriminatorio y racista contra nuestros paisanos, a quienes califica de delincuentes, violadores y narcotraficantes; la construcción del muro fronterizo, su propósito de eliminar el programa DACA que protege de la deportación a miles de jóvenes indocumentados, la amenaza de la imposición de aranceles para presionar a México en el tema migratorio, son algunos ejemplos.

A pesar de ello, tal parece que López Obrador se ha convertido en su gran aliado, al grado de que a pesar de todas estas ofensas, ha movilizado 26 mil elementos de la Guardia Nacional para contener la migración centroamericana que busca llegar a EU.

El Presidente va a ir a dar el mensaje de que hay una cercanía del pueblo de México con Trump, y el presidente de EU aprovechará también para mandar un mensaje a su base electoral, a los supremacistas blancos y racistas sobre su poderío y dominio en la región, y que el Presidente mexicano está ahí para avalar su relección.

López Obrador se asume como “guardián” de la democracia en México, al tiempo que se apresta a conseguirle votos a Trump. No cabe duda, está en campaña.


Facebook: Lupita Murguía

Twitter: @LupitaMurguiaG

Instagram: @lupitamurguiag


*SENADORA POR PAN

El presidente en campaña

López Obrador está en campaña y ésa es su prioridad; está volcado de lleno en el proceso electoral de 2021 y con el objetivo de promover el voto en beneficio suyo y de su movimiento orienta las acciones del gobierno y lanza acusaciones temerarias que profundizan más la división social, “están conmigo o contra mí”.

Entra en terrenos muy peligrosos porque la polarización podría tener un punto de no retorno, pero eso parece no importarle, lo que le interesa es encontrar la manera de posicionar a su partido, tomar ventaja en el proceso electoral, aprovechando todo el aparato de Estado a su servicio.

Hace enroques entre una dependencia y otra para tener mejores operadores políticos en posiciones clave, utiliza las conferencias mañaneras para denostar y descalificar a los árbitros electorales e incluso ha llegado al extremo de autoproclamarse el “guardián” del próximo proceso electoral.

Por supuesto que es una declaración desproporcionada y fuera de lugar, porque los mexicanos hemos construido instituciones ciudadanas, autónomas e independientes como el INE, que junto con el Tribunal Electoral nos garantizan elecciones limpias e imparciales, y gracias a ello han sido reconocidos los triunfos de López Obrador para la Presidencia y la jefatura de Gobierno.

Pero hoy se le olvida y acusa que el INE no ha servido para garantizar elecciones libres en México y en un lance verdaderamente perverso para generar desconfianza en las elecciones dio a conocer un documento “anónimo” que, según él, revela la conformación de un supuesto Bloque Opositor Amplio (BOA) en el que estarían gobernadores, periodistas, intelectuales, medios de comunicación, cámaras empresariales, pero también instituciones como el INE y el Tribunal Electoral.

Con estas acciones está abonando el camino para desacreditar a las autoridades electorales en caso de que en el próximo proceso electoral la decisión de la ciudadanía expresada en las urnas le sea adversa y que alguna resolución no le venga a modo a su proyecto.

Pero es preciso decir que el Presidente no está en una, sino en dos campañas. Su visita a Washington para reunirse con el presidente Donald Trump con motivo del arranque del T-MEC es imposible desligarla de las elecciones que habrá en EU en 4 meses.

Por supuesto que lo del T-MEC es un pretexto, porque lo que le interesa al republicano es sacarse la foto con López Obrador y utilizarlo -como hizo con Peña Nieto-, para cortejar el voto latino para su reelección.

El presidente de EU está cayendo en las encuestas; lo ubican entre 10 y 14 puntos debajo de Joe Biden, su contrincante demócrata. Su pésimo manejo de la pandemia, el desplome de su economía, el desempleo creciente y su reacción para someter violentamente las manifestaciones antiraciales, lo tienen en su peor momento.

Hay muchos agravios de Trump que no se pueden soslayar, es el Presidente más antimexicano y antiinmigrante que ha tenido EU, con su discurso de odio, su trato discriminatorio y racista contra nuestros paisanos, a quienes califica de delincuentes, violadores y narcotraficantes; la construcción del muro fronterizo, su propósito de eliminar el programa DACA que protege de la deportación a miles de jóvenes indocumentados, la amenaza de la imposición de aranceles para presionar a México en el tema migratorio, son algunos ejemplos.

A pesar de ello, tal parece que López Obrador se ha convertido en su gran aliado, al grado de que a pesar de todas estas ofensas, ha movilizado 26 mil elementos de la Guardia Nacional para contener la migración centroamericana que busca llegar a EU.

El Presidente va a ir a dar el mensaje de que hay una cercanía del pueblo de México con Trump, y el presidente de EU aprovechará también para mandar un mensaje a su base electoral, a los supremacistas blancos y racistas sobre su poderío y dominio en la región, y que el Presidente mexicano está ahí para avalar su relección.

López Obrador se asume como “guardián” de la democracia en México, al tiempo que se apresta a conseguirle votos a Trump. No cabe duda, está en campaña.


Facebook: Lupita Murguía

Twitter: @LupitaMurguiaG

Instagram: @lupitamurguiag


*SENADORA POR PAN

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