/ viernes 11 de junio de 2021

Ecos del Senado|Elección 2021, un parteaguas

El mandato de los ciudadanos reflejado en las urnas fue contundente, exige un mayor equilibrio de las fuerzas políticas en el Congreso de la Unión y demanda al gobierno federal hacer política de acuerdos, de consensos, en los que se incluyan todas las expresiones sociales, se deje a un lado el abuso de poder y las imposiciones con las que se ha manejado hasta ahora.

En esta elección no hubo ningún cheque en blanco para nadie, los resultados tampoco fueron los esperados por Morena, que mantiene la mayoría simple, pero pierde la mayoría calificada, con lo cual no podrá modificar la Constitución ni con sus aliados; es claro que se trata de un parteaguas que fortalece nuestra vida democrática y que requerirá altura de miras de todos los actores políticos para lograr acuerdos en la siguiente legislatura federal.

La pluralidad de un voto diverso le da a la próxima conformación de la Cámara de Diputados un mayor contrapeso, la confianza depositada por los electores en la alianza opositora le otorga un crecimiento importante y constituye un impulso para renovar su labor como bloque de contención ante las ocurrencias y caprichos presidenciales.

A pesar de haber vivido en muchas regiones del país uno de los procesos electorales más violentos, merece mención aparte el INE como organizador de los comicios más grandes y complejos de nuestra historia, y por supuesto los cientos de miles de ciudadanos que cuidaron las casillas -los verdaderos guardianes de la democracia- a quienes hago un especial reconocimiento.

También es de destacar la alta participación de los electores que rondó entre el 51.7 y 52.5%, arriba del promedio de 45% para las elecciones intermedias.

Si bien es cierto que de acuerdo con los datos preliminares Morena obtiene el triunfo en la mayoría de las 15 gubernaturas en disputa, también lo es que en muchos estados donde vislumbraban triunfar con facilidad los márgenes se cerraron. Y en la CDMX, uno de sus principales bastiones, sufrió un duro descalabro. La oposición gana en 9 de 16 alcaldías, hasta el momento.

Los expertos avizoran que vendrá un siguiente capítulo del proceso electoral en el que se presentarán impugnaciones ante el Tribunal Electoral y se buscarán echar abajo varios triunfos, pero por lo pronto es digno de celebrar que tuvimos una jornada pacífica, solo con algunos incidentes menores.

Mayor contrapeso y más equilibrios demandarán que el gobierno federal cambie su actitud, se requerirá de una relación distinta para la construcción acuerdos y consensos, esto es sano para nuestra democracia y va a marcar el futuro de la administración de AMLO y si no al tiempo.

Y en este clima postelectoral recibimos la visita de la vicepresidenta de EU, Kamala Harris, lo que también representa un acontecimiento significativo, sobre todo porque en la víspera el Presidente López Obrador conoció la firme postura del país vecino de continuar con el financiamiento a organizaciones civiles para combatir la corrupción dentro y fuera de sus fronteras, situación de la que AMLO se había quejado e incluso calificado de intervencionismo.

Y aunque Marcelo Ebrard indicó que lo dicho por la Casa Blanca no puede ser visto como una respuesta directa, lo cierto es que el momento y el contexto político en el que se dio deja en claro lo que Biden piensa de la exigencia de AMLO.

Facebook: Lupita Murguía

Twitter: @LupitaMurguiaG

Instagram: @lupitamurguiag

*SENADORA DEL PAN

El mandato de los ciudadanos reflejado en las urnas fue contundente, exige un mayor equilibrio de las fuerzas políticas en el Congreso de la Unión y demanda al gobierno federal hacer política de acuerdos, de consensos, en los que se incluyan todas las expresiones sociales, se deje a un lado el abuso de poder y las imposiciones con las que se ha manejado hasta ahora.

En esta elección no hubo ningún cheque en blanco para nadie, los resultados tampoco fueron los esperados por Morena, que mantiene la mayoría simple, pero pierde la mayoría calificada, con lo cual no podrá modificar la Constitución ni con sus aliados; es claro que se trata de un parteaguas que fortalece nuestra vida democrática y que requerirá altura de miras de todos los actores políticos para lograr acuerdos en la siguiente legislatura federal.

La pluralidad de un voto diverso le da a la próxima conformación de la Cámara de Diputados un mayor contrapeso, la confianza depositada por los electores en la alianza opositora le otorga un crecimiento importante y constituye un impulso para renovar su labor como bloque de contención ante las ocurrencias y caprichos presidenciales.

A pesar de haber vivido en muchas regiones del país uno de los procesos electorales más violentos, merece mención aparte el INE como organizador de los comicios más grandes y complejos de nuestra historia, y por supuesto los cientos de miles de ciudadanos que cuidaron las casillas -los verdaderos guardianes de la democracia- a quienes hago un especial reconocimiento.

También es de destacar la alta participación de los electores que rondó entre el 51.7 y 52.5%, arriba del promedio de 45% para las elecciones intermedias.

Si bien es cierto que de acuerdo con los datos preliminares Morena obtiene el triunfo en la mayoría de las 15 gubernaturas en disputa, también lo es que en muchos estados donde vislumbraban triunfar con facilidad los márgenes se cerraron. Y en la CDMX, uno de sus principales bastiones, sufrió un duro descalabro. La oposición gana en 9 de 16 alcaldías, hasta el momento.

Los expertos avizoran que vendrá un siguiente capítulo del proceso electoral en el que se presentarán impugnaciones ante el Tribunal Electoral y se buscarán echar abajo varios triunfos, pero por lo pronto es digno de celebrar que tuvimos una jornada pacífica, solo con algunos incidentes menores.

Mayor contrapeso y más equilibrios demandarán que el gobierno federal cambie su actitud, se requerirá de una relación distinta para la construcción acuerdos y consensos, esto es sano para nuestra democracia y va a marcar el futuro de la administración de AMLO y si no al tiempo.

Y en este clima postelectoral recibimos la visita de la vicepresidenta de EU, Kamala Harris, lo que también representa un acontecimiento significativo, sobre todo porque en la víspera el Presidente López Obrador conoció la firme postura del país vecino de continuar con el financiamiento a organizaciones civiles para combatir la corrupción dentro y fuera de sus fronteras, situación de la que AMLO se había quejado e incluso calificado de intervencionismo.

Y aunque Marcelo Ebrard indicó que lo dicho por la Casa Blanca no puede ser visto como una respuesta directa, lo cierto es que el momento y el contexto político en el que se dio deja en claro lo que Biden piensa de la exigencia de AMLO.

Facebook: Lupita Murguía

Twitter: @LupitaMurguiaG

Instagram: @lupitamurguiag

*SENADORA DEL PAN

ÚLTIMASCOLUMNAS