En 1988, la temporada para los Dodgers de Los Ángeles parecía compleja. Valenzuela se lesionó en los primeros meses de la campaña, algunas incorporaciones como la de Mike Davis, habían sido un rotundo fracaso y el roster de los Mets de Nueva York, los convertía en amplios favoritos para ser los representantes de la Liga Nacional en el Clásico de Otoño. Para fortuna de los californianos, Orel Hershiser tuvo una de las más grandes campañas para un pitcher en las ligas mayores y el jardinero Kirk Gibson, se alzó como un líder dentro y fuera del campo.
Los Dodgers ganaron 94 juegos en la temporada regular, obteniendo el derecho a disputar frente los Mets de Nueva York, el boleto para el Clásico de Otoño. En la serie, Hershiser que acababa de quebrar la marca de más entradas consecutivas sin permitir carrera limpia, mantuvo su nivel. Abrió tres juegos, consiguió un salvamento y lanzó una blanqueada en el juego séptimo para mandar a su equipo a la Serie Mundial, donde enfrentaron a los Atléticos de Oakland.
En el primer juego del Clásico de Otoño, los Dodgers se encontraban en desventaja 4 carreras a 3 en la novena entrada, cuando con dos outs y con un hombre en base, Kirk Gibson, quien se encontraba severamente lesionado, ingresó como bateador emergente a enfrentar al muy eficiente taponero de Oakland, Dennis Eckersley. Con la cuenta en 3 bolas y 2 strikes, Gibson apoyó ligeramente su pie derecho y con un swing de un solo brazo, colocó la pelota en las gradas, para posteriormente recorrer las bases cojeando y agitando el brazo. Los Ángeles había ganado 5 carreras a 4.
Kirk Gibson no volvió a tomar un turno al bate en esa Serie Mundial. La lección que había dado a sus compañeros fue suficiente para que superarán con facilidad a Oakland 4 juegos a 1. De esa manera, los Dodgers obtenían su segundo campeonato de las Ligas Mayores en la década de los ochenta.
A partir de ese momento y a pesar de contar con grandes peloteros y novenas, los Dodgers no han vuelto a ganar un Clásico de Otoño.
En la década de los noventa, cinco jugadores de Los Ángeles obtuvieron de manera consecutiva, el premio a Novato del Año, sin embargo, no lograron ganar un solo partido de postemporada sino hasta la campaña del 2004.
En los años 2008 y 2009, los Dodgers alcanzaron la Serie de Campeonato de la Liga Nacional en donde fueron derrotados por los Filis de Filadelfia.
Del 2010 al 2019, ningún equipo en las Grandes Ligas ganó tanto juegos como Los Ángeles, pero lamentablemente perdieron dos Clásicos de Otoño de manera consecutiva. El año pasado, los Dodgers concluyeron con la mejor marca en las Ligas Mayores, pero fueron eliminados en la Serie Divisional por los Nacionales de Washington.
El próximo miércoles inicia una nueva oportunidad en postemporada para los Dodgers. Mookie Betts lidera una potente ofensiva que coloca a los californianos como los favoritos al título. ¿Será el 2020 el año en que concluye la sequía de 32 años para Los Ángeles?. Pronto lo sabremos.
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