/ lunes 21 de octubre de 2019

El Campo de los Sueños

Serie Mundial 2019


El sábado por la noche, el batazo de DJ LeMahieu, inicialista de los Yanquis, en la parte alta de la novena entrada cayó como un balde de agua fría sobre la fanaticada de los Astros de Houston. Por un momento, el peso de la tradición victoriosa de los Mulos de Manhattan se asomó y vislumbraba otra aparición en la Serie Mundial, la número 41, en la historia de la franquicia neoyorquina. No obstante, la última palabra la tenía el gigante de 1.68 metros de estatura de los Astros de Houston, José Altuve, quien prendió un slider del cubano Aroldis Chapman, para depositarla en el graderío y mandar a Houston a su tercer Clásico de Otoño, la segunda en las tres últimas temporadas.

La Serie de Campeonato de la Liga Nacional tuvo un solo protagonista, los Nacionales de Washington. La escuadra capitalina dominó de principio a fin a los Cardenales de San Luis, quienes penosamente en cuatro partidos solo anotaron cuatro carreras al pitcheo abridor de sus rivales. Los Nacionales, nacidos en 1969, como Expos de Montreal, continuaron con la magia que los llevó a eliminar a los favoritos Dodgers de Los Ángeles y alcanzaron la primera final en la historia de la franquicia.

En la postemporada de este año, las franquicias históricamente más modestas se impusieron a la tradición y al peso de equipos tradicionalmente triunfadores. Houston y Washington, quienes en conjunto habían avanzado a tan solo dos Series Mundiales, dejaron en el camino a Yanquis, Dodgers y Cardenales que suman en total 79 visitas al Clásico de Otoño.

El éxito de las franquicias de Astros y Nacionales en los últimos años, se debe en una buena parte a un eficiente trabajo de sus respectivas dirigencias. A diferencia de equipos que han apostado a la contratación de grandes nombres en la agencia libre como los Medias Rojas, Yanquis o los Mets; los protagonistas de la Serie Mundial de este año, con paciencia fueron construyendo su futuro desde el reforzamiento de sus sucursales. El fortalecimiento del sistema de menores, les ha permitido contar con peloteros forjados en la franquicia como Strasburg, Rendón y Soto en el caso de los Nacionales y Altuve, Correa y Springer tratándose de los Astros; o bien intercambiar prospectos para obtener veteranos que complementen a la novena. Tal es el caso de Scherzer, Corbin y Verlander.

Houston inicia como favorito. Su roster es superior al de sus rivales; a lo que hay que sumar la experiencia obtenida en la trepidante Serie Mundial de hace dos años. No obstante, el pitcheo abridor de los Nacionales comandado por Max Scherzer y Stephen Strasburg y la inspiración que brinda ser el caballo negro, les otorga una importante ventana de oportunidad a los capitalinos.

La debilidad en ambos equipos es el relevo. Por ello, la estrategia debe ser desgastar con paciencia y buenos turnos al bate a los abridores, para tener el mayor tiempo posible a los relevistas en la lomita.

Mi pronóstico: Astros en 7

Mail: miguelparrodi@hotmail.com

Twitter: @MiguelParrodi

Serie Mundial 2019


El sábado por la noche, el batazo de DJ LeMahieu, inicialista de los Yanquis, en la parte alta de la novena entrada cayó como un balde de agua fría sobre la fanaticada de los Astros de Houston. Por un momento, el peso de la tradición victoriosa de los Mulos de Manhattan se asomó y vislumbraba otra aparición en la Serie Mundial, la número 41, en la historia de la franquicia neoyorquina. No obstante, la última palabra la tenía el gigante de 1.68 metros de estatura de los Astros de Houston, José Altuve, quien prendió un slider del cubano Aroldis Chapman, para depositarla en el graderío y mandar a Houston a su tercer Clásico de Otoño, la segunda en las tres últimas temporadas.

La Serie de Campeonato de la Liga Nacional tuvo un solo protagonista, los Nacionales de Washington. La escuadra capitalina dominó de principio a fin a los Cardenales de San Luis, quienes penosamente en cuatro partidos solo anotaron cuatro carreras al pitcheo abridor de sus rivales. Los Nacionales, nacidos en 1969, como Expos de Montreal, continuaron con la magia que los llevó a eliminar a los favoritos Dodgers de Los Ángeles y alcanzaron la primera final en la historia de la franquicia.

En la postemporada de este año, las franquicias históricamente más modestas se impusieron a la tradición y al peso de equipos tradicionalmente triunfadores. Houston y Washington, quienes en conjunto habían avanzado a tan solo dos Series Mundiales, dejaron en el camino a Yanquis, Dodgers y Cardenales que suman en total 79 visitas al Clásico de Otoño.

El éxito de las franquicias de Astros y Nacionales en los últimos años, se debe en una buena parte a un eficiente trabajo de sus respectivas dirigencias. A diferencia de equipos que han apostado a la contratación de grandes nombres en la agencia libre como los Medias Rojas, Yanquis o los Mets; los protagonistas de la Serie Mundial de este año, con paciencia fueron construyendo su futuro desde el reforzamiento de sus sucursales. El fortalecimiento del sistema de menores, les ha permitido contar con peloteros forjados en la franquicia como Strasburg, Rendón y Soto en el caso de los Nacionales y Altuve, Correa y Springer tratándose de los Astros; o bien intercambiar prospectos para obtener veteranos que complementen a la novena. Tal es el caso de Scherzer, Corbin y Verlander.

Houston inicia como favorito. Su roster es superior al de sus rivales; a lo que hay que sumar la experiencia obtenida en la trepidante Serie Mundial de hace dos años. No obstante, el pitcheo abridor de los Nacionales comandado por Max Scherzer y Stephen Strasburg y la inspiración que brinda ser el caballo negro, les otorga una importante ventana de oportunidad a los capitalinos.

La debilidad en ambos equipos es el relevo. Por ello, la estrategia debe ser desgastar con paciencia y buenos turnos al bate a los abridores, para tener el mayor tiempo posible a los relevistas en la lomita.

Mi pronóstico: Astros en 7

Mail: miguelparrodi@hotmail.com

Twitter: @MiguelParrodi

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