/ lunes 25 de mayo de 2020

El Campo de los Sueños

El aliado de la cabra


Los Cachorros de Chicago, son una de las franquicias más antiguas y emblemáticas de las Grandes Ligas de Béisbol. Surgidas en 1870 como los White Stockings, fueron uno de los fundadores de la Liga Nacional y adquirieron su mote actual a partir de 1903. Poseedores del segundo estadio más antiguo y sin duda, uno de los más hermosos, el Wrigley Field, los Cachorros han sido acompañados a lo largo de su historia por la mala suerte, incluso por una extraña maldición, que les ha impedido ser un equipo ganador.

Para 1945, los Cachorros únicamente habían alzado el trofeo como campeones de la Gran Carpa en 1907 y 1908. En esa campaña, pese a ser ampliamente favoritos para alzarse con el triunfo en la Serie Mundial, fueron derrotados por los Tigres de Detroit. Cuenta la leyenda que el resultado de ese Clásico de Otoño fue influenciado más por un tabernero y su cabra, que por el desempeño de los peloteros en el campo de juego. En el cuarto juego de esa serie, Billy Sianis, dueño del bar “Billy´s Goat”, molesto por habérsele impedido el ingreso al Wrigley Field en compañía de su cabra Murphy, lanzó una advertencia “Los Cachorros no ganarán nunca más la Serie Mundial, hasta que se le permita la entrada a la cabra”. Nacía así, una de las más largas e inverosímiles maldiciones en el deporte.

Los fanáticos de los Cachorros, en un principio escépticos ante la maldición de la cabra, comenzaron a prestarle mayor atención cuando pasaban los años y su equipo se mantenia lejos de alcanzar un título en la Liga Nacional y consecuentemente, sin disputar la Serie Mundial.

Fue hasta el año 2003 que los Cachorros se colocaron en posición de alcanzar el Clásico de Otoño. En esa temporada, con una gran rotación encabezada por Kerry Wood y Mark Prior y grandes toleteros como Sammy Sosa y Moíses Alou, Chicago lideró la División Central de la Liga Nacional, para después dejar en el camino a los favoritos Bravos de Atlanta, para llegar a la Serie de Campeonato frente a los Marlines de Florida.

El 14 de octubre de ese año, Steve Bartman, gran fanático de los Cachorros, llegó al estadio convencido de que ese día su equipo, acabaría con la maldición de la cabra. La confianza de Bartman, estaba bien sustentada, Chicago se encontraba a un juego de ganar la Serie de Campeonato, jugaban en casa y el dominante Mark Prior abría el partido. Prior, no decepcionó y mantuvo en ceros a los Marlines hasta la octava entrada. Faltando solamente cinco outs para la proeza, Luis Castillo conectó un elevado de foul de rutina por el jardín izquierdo. Al colocar el guante para concretar el segundo out, Moíses Alou observó como la pelota le era arrebatada por Steve Bartman. A partir de este momento, Chicago se desplomó, perdiendo ese y el subsecuente juego. Los Marlins de la Florida se coronarían campeones de las Ligas Mayores.

Steve Bartman se convirtió en una de las personas más odiadas en Chicago, nunca regresó al Wrigley Field y evitó los eventos sociales. En el 2016, 71 años después de la advertencia de Billy Sianis, los Cachorros alcanzaron la Serie Mundial, ganándola de forma dramática. Steve Bartman fue invitado al Wrigley Field, donde el dueño del equipo, le regaló el anillo de campeones. La maldición de la cabra había concluido y con ella, Steve Bartman volvía a ser un fanático más de los Cachorros.

Mail: miguelparrodi@hotmail.com

Twitter: @MiguelParrodi

El aliado de la cabra


Los Cachorros de Chicago, son una de las franquicias más antiguas y emblemáticas de las Grandes Ligas de Béisbol. Surgidas en 1870 como los White Stockings, fueron uno de los fundadores de la Liga Nacional y adquirieron su mote actual a partir de 1903. Poseedores del segundo estadio más antiguo y sin duda, uno de los más hermosos, el Wrigley Field, los Cachorros han sido acompañados a lo largo de su historia por la mala suerte, incluso por una extraña maldición, que les ha impedido ser un equipo ganador.

Para 1945, los Cachorros únicamente habían alzado el trofeo como campeones de la Gran Carpa en 1907 y 1908. En esa campaña, pese a ser ampliamente favoritos para alzarse con el triunfo en la Serie Mundial, fueron derrotados por los Tigres de Detroit. Cuenta la leyenda que el resultado de ese Clásico de Otoño fue influenciado más por un tabernero y su cabra, que por el desempeño de los peloteros en el campo de juego. En el cuarto juego de esa serie, Billy Sianis, dueño del bar “Billy´s Goat”, molesto por habérsele impedido el ingreso al Wrigley Field en compañía de su cabra Murphy, lanzó una advertencia “Los Cachorros no ganarán nunca más la Serie Mundial, hasta que se le permita la entrada a la cabra”. Nacía así, una de las más largas e inverosímiles maldiciones en el deporte.

Los fanáticos de los Cachorros, en un principio escépticos ante la maldición de la cabra, comenzaron a prestarle mayor atención cuando pasaban los años y su equipo se mantenia lejos de alcanzar un título en la Liga Nacional y consecuentemente, sin disputar la Serie Mundial.

Fue hasta el año 2003 que los Cachorros se colocaron en posición de alcanzar el Clásico de Otoño. En esa temporada, con una gran rotación encabezada por Kerry Wood y Mark Prior y grandes toleteros como Sammy Sosa y Moíses Alou, Chicago lideró la División Central de la Liga Nacional, para después dejar en el camino a los favoritos Bravos de Atlanta, para llegar a la Serie de Campeonato frente a los Marlines de Florida.

El 14 de octubre de ese año, Steve Bartman, gran fanático de los Cachorros, llegó al estadio convencido de que ese día su equipo, acabaría con la maldición de la cabra. La confianza de Bartman, estaba bien sustentada, Chicago se encontraba a un juego de ganar la Serie de Campeonato, jugaban en casa y el dominante Mark Prior abría el partido. Prior, no decepcionó y mantuvo en ceros a los Marlines hasta la octava entrada. Faltando solamente cinco outs para la proeza, Luis Castillo conectó un elevado de foul de rutina por el jardín izquierdo. Al colocar el guante para concretar el segundo out, Moíses Alou observó como la pelota le era arrebatada por Steve Bartman. A partir de este momento, Chicago se desplomó, perdiendo ese y el subsecuente juego. Los Marlins de la Florida se coronarían campeones de las Ligas Mayores.

Steve Bartman se convirtió en una de las personas más odiadas en Chicago, nunca regresó al Wrigley Field y evitó los eventos sociales. En el 2016, 71 años después de la advertencia de Billy Sianis, los Cachorros alcanzaron la Serie Mundial, ganándola de forma dramática. Steve Bartman fue invitado al Wrigley Field, donde el dueño del equipo, le regaló el anillo de campeones. La maldición de la cabra había concluido y con ella, Steve Bartman volvía a ser un fanático más de los Cachorros.

Mail: miguelparrodi@hotmail.com

Twitter: @MiguelParrodi

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