/ domingo 22 de marzo de 2020

El Cronista Sanjuanense

Pablo Campos Ortiz


Este importante sanjuanense fue el primer embajador de México ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Nació en San Juan del Río, Querétaro, el 17 de marzo de 1898, hijo del señor Pablo Campos y de la señora María Dolores Ortiz, según su fe de bautismo localizada en el libro 33 del Archivo Parroquial de San Juan del Río.

Los primeros estudios los realizó en su ciudad natal y la enseñanza media en la ciudad de Guanajuato, pasando más tarde a la Universidad Nacional de México. Recibió el título de Abogado en la Universidad de Río de Janeiro, en el año 1921. Al año siguiente, en noviembre, contrajo matrimonio con la señorita Yvonne Lynch, en aquella ciudad brasileña.

Ocupó diversos cargos que le fueron otorgados por la Secretaría de Relaciones Exteriores del Gobierno de México, siendo paralelamente catedrático de Derecho Internacional Público en la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Nacional.

En 1923 ingresó al Servicio Diplomático como Tercer Secretario.

Escalando puestos, gracias a su talento y empeño, consiguió ser encargado de los negocios de México ante los gobiernos de Chile, Nicaragua, Ecuador y Honduras.

Durante los últimos días de la Segunda Guerra Mundial, la naciente Organización de las Naciones Unidas, representada por 50 naciones aliadas –entre ellas México–, se reunió en San Francisco, California (EE.UU), para establecer el cimiento de una paz duradera. Es así como el 25 de abril de 1945, ya como subsecretario de Relaciones Exteriores, el sanjuanense Pablo Campos Ortiz se convierte en el primer embajador de México y firma por nuestro país la Carta Constitutiva de la Organización de las Naciones Unidas.

Es importante resaltar el preámbulo de esta carta: “…evitar a las futuras ge­neraciones los flagelos de la guerra…reafirmar la fe en los derechos humanos fundamentales…establecer condiciones para garantizar el respeto y la justicia en las leyes internacionales…promover el progreso social y mejores niveles de vida...”

Siendo miembro del Comité Jurídico Inter-Americano de Río de Janeiro y du­rante la administración del presidente de la República, Adolfo Ruiz Cotines, fue designado embajador de México en Inglaterra en el año 1957.

Años después, regresó a la Subsecretaría de Relaciones Exteriores ocupando la titularidad de la dependencia.

El licenciado Pablo Campos Ortiz, falleció en la Ciudad de México el 13 de junio de 1963, a la edad de 65 años. Sus restos permanecen en el Panteón Francés de San Joaquín en la capital del país, junto a los de su esposa, fallecida en 1976.

El biografiado, fue condecorado en veintitrés ocasiones por gobiernos extranjeros, gracias a los diferentes e importantes servicios internacionales que promovió en torno a la paz mundial.

En la ciudad de San Juan del Río, llevan su nombre la Escuela Secundaria Técnica N° 23 ubicada en la comu­nidad de La Estancia, una calle en el Barrio de La Cruz, otra en la colonia Ensueño de la ciudad de Santiago de Querétaro y una secundaria en el municipio de Cadereyta de Montes.

Pablo Campos Ortiz


Este importante sanjuanense fue el primer embajador de México ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Nació en San Juan del Río, Querétaro, el 17 de marzo de 1898, hijo del señor Pablo Campos y de la señora María Dolores Ortiz, según su fe de bautismo localizada en el libro 33 del Archivo Parroquial de San Juan del Río.

Los primeros estudios los realizó en su ciudad natal y la enseñanza media en la ciudad de Guanajuato, pasando más tarde a la Universidad Nacional de México. Recibió el título de Abogado en la Universidad de Río de Janeiro, en el año 1921. Al año siguiente, en noviembre, contrajo matrimonio con la señorita Yvonne Lynch, en aquella ciudad brasileña.

Ocupó diversos cargos que le fueron otorgados por la Secretaría de Relaciones Exteriores del Gobierno de México, siendo paralelamente catedrático de Derecho Internacional Público en la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Nacional.

En 1923 ingresó al Servicio Diplomático como Tercer Secretario.

Escalando puestos, gracias a su talento y empeño, consiguió ser encargado de los negocios de México ante los gobiernos de Chile, Nicaragua, Ecuador y Honduras.

Durante los últimos días de la Segunda Guerra Mundial, la naciente Organización de las Naciones Unidas, representada por 50 naciones aliadas –entre ellas México–, se reunió en San Francisco, California (EE.UU), para establecer el cimiento de una paz duradera. Es así como el 25 de abril de 1945, ya como subsecretario de Relaciones Exteriores, el sanjuanense Pablo Campos Ortiz se convierte en el primer embajador de México y firma por nuestro país la Carta Constitutiva de la Organización de las Naciones Unidas.

Es importante resaltar el preámbulo de esta carta: “…evitar a las futuras ge­neraciones los flagelos de la guerra…reafirmar la fe en los derechos humanos fundamentales…establecer condiciones para garantizar el respeto y la justicia en las leyes internacionales…promover el progreso social y mejores niveles de vida...”

Siendo miembro del Comité Jurídico Inter-Americano de Río de Janeiro y du­rante la administración del presidente de la República, Adolfo Ruiz Cotines, fue designado embajador de México en Inglaterra en el año 1957.

Años después, regresó a la Subsecretaría de Relaciones Exteriores ocupando la titularidad de la dependencia.

El licenciado Pablo Campos Ortiz, falleció en la Ciudad de México el 13 de junio de 1963, a la edad de 65 años. Sus restos permanecen en el Panteón Francés de San Joaquín en la capital del país, junto a los de su esposa, fallecida en 1976.

El biografiado, fue condecorado en veintitrés ocasiones por gobiernos extranjeros, gracias a los diferentes e importantes servicios internacionales que promovió en torno a la paz mundial.

En la ciudad de San Juan del Río, llevan su nombre la Escuela Secundaria Técnica N° 23 ubicada en la comu­nidad de La Estancia, una calle en el Barrio de La Cruz, otra en la colonia Ensueño de la ciudad de Santiago de Querétaro y una secundaria en el municipio de Cadereyta de Montes.