/ domingo 23 de enero de 2022

El cronista sanjuanense | Pedro de Arrieta y el Puente de Piedra



La construcción de este puente inició el 9 de febrero de 1710 y terminó el 23 de enero de 1711. Once meses y diecisiete días duró su edificación, la cual se hizo exactamente en el Camino Real de Tierra Adentro, actual Avenida Juárez, en la salida poniente del entonces pueblo.

Fue el virrey Francisco Fernández de la Cueva, duque de Albuquerque, quien ordenó al arquitecto Pedro de Arrieta la construcción de un puente para San Juan del Río en 1710. Al año siguiente, un nuevo virrey, Fernando de Alencastre Noroña y Silva, duque de Linares, continuó con la encomienda.

El que conocemos hoy como Puente de la Historia, es de construcción sólida y arquitectónicamente es muy vistoso y mejor ornamentado. Es de cinco arcos y ostenta varias inscripciones en lápidas de cantera.

San Juan del Río, por su situación geográfica, era paso obligado para la arriería y carreros que iban al Norte y Poniente de la Nueva España. Desde mediados del siglo XVII se le llamó "Garganta de toda Tierra Adentro". Fue parada forzosa por ser aduana donde se cobraban las alcabalas de toda clase de mercancías.

Don Pedro de Arrieta es una de las figuras capitales del barroco de transición entre los siglos XVII y XVIII en Nueva España. Su estilo, precursor de la arquitectura dieciochesca, se manifiesta sobre todo en el uso de formas mixtilíneas y octogonales, el gusto por la policromía, el empleo de columnas de orden clásico, la ausencia de estípites y la predilección por los planos poligonales típicos del barroco castizo.

Aunque no se sabe con certeza si nació en América o Europa, desarrolló toda su labor en Nueva España. El 9 de febrero de 1695 fue nombrado maestro mayor del Santo Tribunal de la Inquisición. Además, en 1695, 1696 y 1700 fue Veedor del Gremio de Arquitectos y el 11 de abril de 1720 obtuvo el nombramiento de Maestro Mayor de la Catedral y del Real Palacio de México. Existe una carta histórica en la que Arrieta solicitó al virrey Baltasar de Zúñiga Guzmán Sotomayor y Mendoza, Marqués de Valero, para obtener este último nombramiento y en la que declaró constancia de sus obras hasta 1720, entre ellas el Puente de San Juan del Río: "...los reconocimientos del Real Desague y reparos de sus obras, y de las lagunas y calzadas de esta ciudad (México), en la cual he maestrado y fabricado las iglesias de San Gregorio, San Bernardo, Iglesia y convento, de Santa Teresa la Nueva, el convento de San Joseph de carmelitas descalzas, la iglesia del Amor de Dios, la iglesia que hoy sirve, sacristía y antesacristía, de Santo Domingo, la iglesia de Santiago Tuxpan; he encadenado las bóvedas de la iglesia de Santa Clara y el cañón de la iglesia de Jesús Nazareno; metí cimientos en las paredes de la capilla del Señor San Joseph en San Francisco, sin derribar las paredes, hice el colegio seminario de esta santa iglesia Catedral y la iglesia de la Casa Profesa que hoy se está acabando Y POR MANDATO DEL EXCELENTÍSIMO SEÑOR DUQUE DE ALBURQUERQUE HICE EL PUENTE DE SAN JUAN DEL RÍO, QUE ES UNA DE LAS OBRAS DE LA MAYOR IMPORTANCIA Y UTILIDAD DE TODO EL REINO, COMO HOY ES NOTORIO y así mismo la alhóndiga y carnicería mayor de esta ciudad (México), Puente que llaman de la Mariscala y otras muchas obras públicas e infinitas casas particulares y conventos ...acabé la iglesia de San Miguel y le hice el cimborrio... la escalera del convento de San Francisco, que todos admiran por peregrina en el arte, la pila de la Plaza Mayor de esta ciudad ...así por aclamación en la mayor [fábrica] que en este tiempo se ha ofrecido, que es la de la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, me eligieron para esta obra..."

Arrieta fue el arquitecto más famoso de su tiempo, a él se deben la Colegiata de Guadalupe (1695-1709), mejor conocida como la antigua Basílica; el templo de La Profesa (1714-1720); el templo y convento de Corpus Christi (1720-1724); la cúpula y torres del templo de San Miguel (1714); el templo de Santo Domingo (primera mitad del siglo XVIII); el Palacio de la Inquisición (1733-1737); el templo de Santa Teresa la Nueva (1701-1714); la Capilla de Ánimas de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México (1721); el templo de Santiago Tuxpan, Michoacán (1716); la Escalera Grande del Convento de San Francisco, la capilla del Hospital del Amor de Dios y la Alhóndiga de la Ciudad de México (1722).

Obras como estas quedan para recordar con admiración su figura, basta con ver el hermoso Puente de la Historia, digno ejemplo de grandiosidad que precisamente hoy, 23 de enero de 2022, cumple 311 años de haberse terminado.

Pedro de Arrieta falleció en la Ciudad de México el 15 de diciembre de 1738 y fue sepultado en la Capilla de la Soledad de la Catedral de México, ya que allí se enterraba a los maestros mayores de la catedral.




La construcción de este puente inició el 9 de febrero de 1710 y terminó el 23 de enero de 1711. Once meses y diecisiete días duró su edificación, la cual se hizo exactamente en el Camino Real de Tierra Adentro, actual Avenida Juárez, en la salida poniente del entonces pueblo.

Fue el virrey Francisco Fernández de la Cueva, duque de Albuquerque, quien ordenó al arquitecto Pedro de Arrieta la construcción de un puente para San Juan del Río en 1710. Al año siguiente, un nuevo virrey, Fernando de Alencastre Noroña y Silva, duque de Linares, continuó con la encomienda.

El que conocemos hoy como Puente de la Historia, es de construcción sólida y arquitectónicamente es muy vistoso y mejor ornamentado. Es de cinco arcos y ostenta varias inscripciones en lápidas de cantera.

San Juan del Río, por su situación geográfica, era paso obligado para la arriería y carreros que iban al Norte y Poniente de la Nueva España. Desde mediados del siglo XVII se le llamó "Garganta de toda Tierra Adentro". Fue parada forzosa por ser aduana donde se cobraban las alcabalas de toda clase de mercancías.

Don Pedro de Arrieta es una de las figuras capitales del barroco de transición entre los siglos XVII y XVIII en Nueva España. Su estilo, precursor de la arquitectura dieciochesca, se manifiesta sobre todo en el uso de formas mixtilíneas y octogonales, el gusto por la policromía, el empleo de columnas de orden clásico, la ausencia de estípites y la predilección por los planos poligonales típicos del barroco castizo.

Aunque no se sabe con certeza si nació en América o Europa, desarrolló toda su labor en Nueva España. El 9 de febrero de 1695 fue nombrado maestro mayor del Santo Tribunal de la Inquisición. Además, en 1695, 1696 y 1700 fue Veedor del Gremio de Arquitectos y el 11 de abril de 1720 obtuvo el nombramiento de Maestro Mayor de la Catedral y del Real Palacio de México. Existe una carta histórica en la que Arrieta solicitó al virrey Baltasar de Zúñiga Guzmán Sotomayor y Mendoza, Marqués de Valero, para obtener este último nombramiento y en la que declaró constancia de sus obras hasta 1720, entre ellas el Puente de San Juan del Río: "...los reconocimientos del Real Desague y reparos de sus obras, y de las lagunas y calzadas de esta ciudad (México), en la cual he maestrado y fabricado las iglesias de San Gregorio, San Bernardo, Iglesia y convento, de Santa Teresa la Nueva, el convento de San Joseph de carmelitas descalzas, la iglesia del Amor de Dios, la iglesia que hoy sirve, sacristía y antesacristía, de Santo Domingo, la iglesia de Santiago Tuxpan; he encadenado las bóvedas de la iglesia de Santa Clara y el cañón de la iglesia de Jesús Nazareno; metí cimientos en las paredes de la capilla del Señor San Joseph en San Francisco, sin derribar las paredes, hice el colegio seminario de esta santa iglesia Catedral y la iglesia de la Casa Profesa que hoy se está acabando Y POR MANDATO DEL EXCELENTÍSIMO SEÑOR DUQUE DE ALBURQUERQUE HICE EL PUENTE DE SAN JUAN DEL RÍO, QUE ES UNA DE LAS OBRAS DE LA MAYOR IMPORTANCIA Y UTILIDAD DE TODO EL REINO, COMO HOY ES NOTORIO y así mismo la alhóndiga y carnicería mayor de esta ciudad (México), Puente que llaman de la Mariscala y otras muchas obras públicas e infinitas casas particulares y conventos ...acabé la iglesia de San Miguel y le hice el cimborrio... la escalera del convento de San Francisco, que todos admiran por peregrina en el arte, la pila de la Plaza Mayor de esta ciudad ...así por aclamación en la mayor [fábrica] que en este tiempo se ha ofrecido, que es la de la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, me eligieron para esta obra..."

Arrieta fue el arquitecto más famoso de su tiempo, a él se deben la Colegiata de Guadalupe (1695-1709), mejor conocida como la antigua Basílica; el templo de La Profesa (1714-1720); el templo y convento de Corpus Christi (1720-1724); la cúpula y torres del templo de San Miguel (1714); el templo de Santo Domingo (primera mitad del siglo XVIII); el Palacio de la Inquisición (1733-1737); el templo de Santa Teresa la Nueva (1701-1714); la Capilla de Ánimas de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México (1721); el templo de Santiago Tuxpan, Michoacán (1716); la Escalera Grande del Convento de San Francisco, la capilla del Hospital del Amor de Dios y la Alhóndiga de la Ciudad de México (1722).

Obras como estas quedan para recordar con admiración su figura, basta con ver el hermoso Puente de la Historia, digno ejemplo de grandiosidad que precisamente hoy, 23 de enero de 2022, cumple 311 años de haberse terminado.

Pedro de Arrieta falleció en la Ciudad de México el 15 de diciembre de 1738 y fue sepultado en la Capilla de la Soledad de la Catedral de México, ya que allí se enterraba a los maestros mayores de la catedral.