/ domingo 27 de junio de 2021

El cronista sanjuanense|1821. Constitución del primer ayuntamiento y Compañía de Milicias Nacionales en San Juan del Río

Estando Agustín de Iturbide en San Juan del Río, constituyó el primer Ayuntamiento independiente, el sábado 9 de junio de 1821, con el objeto de que se encargara de los asuntos más urgentes del pueblo.

Este primer cuerpo edilicio en San Juan quedó integrado de la siguiente forma: Residente y Primer Alcalde, don Andrés de Quintanar; Regidores: don Juan de la Cajiga, don José Eusebio Camacho, capitán don Ramón de Soto, don Ignacio Espinosa y Segundo Síndico el teniente coronel José Gallardo.

El primer jefe del Ejército Trigarante, Iturbide, como primer paso, instruyó el lunes 11 de junio al nuevo Ayuntamiento a retirar las trincheras, destruir parapetos y fosos que habían construido los realistas para su defensa, con el propósito de que los habitantes del pueblo pudieran deambular de forma libre y las tropas insurgentes pudieran transitar y evacuar la plaza, en caso necesario, sin ningún tropiezo.

El domingo 17 de junio, Iturbide comunicó al Ayuntamiento de San Juan del Río, que debía separarse del pueblo, y no habiendo en el ninguna fuerza, que hiciese se respetasen las autoridades públicas y ejecutaran sus providencias; convenía que se formara y organizara una Compañía de Milicias Nacionales para lograr “la tranquilidad y buen orden interior del pueblo”.

Con este motivo, se publicó un bando para que se alistaran todos los que conforme a la ley deberían hacerlo. Inmediatamente se nombró Comandante del Pueblo al capitán don Feliciano Rodríguez, quien de inmediato se puso a las órdenes del ayuntamiento presidido por Andrés de Quintanar a quien le dirigió un oficio diciéndole: "Me hallo de Comandante de este punto, por disposición del Primer Jefe del Ejército Imperial de las Tres Garantías, y lo comunico a V. S. para que si hubiese algo que disponer, lo haga con fijeza. 21 de junio de 1821. Capitán Feliciano Rodríguez.”

El establecimiento de las Milicias Nacionales reviste trascendental importancia por trastocar los fundamentos de la estructura defensiva del gobierno virreinal novohispano. El caso de San Juan del Río fue uno de los documentalmente localizados en el ramo Operaciones de Guerra, Indiferente de Guerra e Indiferente Virreinal del Archivo General de la Nación, de formación de milicia en la Nueva España que se dieron entre octubre de 1820 a septiembre de 1821.

Valga la pena señalar que, en Querétaro, el 8 de julio de 1821, Agustín de Iturbide en su carácter de Primer Jefe del Ejército Imperial Mexicano publicó y mandó circular un reglamento para la formación de milicias nacionales que no solo justificaba la vigencia de la Constitución Española, sino que copiaba, con muy escasas modificaciones, el reglamento de abril que en la Nueva España abrió la sugerente puerta miliciana.

Otro hecho importante para lograr la capitulación de la ciudad de Querétaro –posterior a la de San Juan del Río ocurrida el 6 de junio- fue que el 11 de junio, Iturbide, desde San Juan del Río, envió al coronel José Antonio Echávarri a interceptar el paso a los hombres de San Julián y Bracho, que venían en ayuda de Luaces, comandante de Querétaro. Echávarri iba al mando de una numerosa división. Bajo sus órdenes estaban los tenientes coronel Gaspar López, Zenón Fernández, Juan José Codallos y la caballería de don Luis Cortazar. Hay un oficio enviado por Iturbide a San Juan del Río desde la hacienda de El Colorado, con fecha 23 de junio, en que se da cuenta de este suceso.

Gracias a esta acción se consolidó la rendición de Querétaro, el 28 de junio, último reducto del virreinato. El viernes 29 de junio, Iturbide envió un nuevo parte a San Juan del Río anunciando al fin, la rendición de Querétaro: "Ayer ha tomado posesión de esta ciudad (Querétaro) el Ejército Imperial Mexicano de las Tres Garantías, sin efusión de sangre, y en medio de las aclamaciones y júbilo más notable de todas las clases de este populoso vecindario que han estado a porfía en la manifestación de sus sentimientos y contento inexplicable. Hágalo Ud. saber a los habitantes de ese pueblo, para que se verifique la Misa en acción de gracias. Querétaro 29 de junio de 1821. = a las cinco de la mañana. = Agustín de Iturbide. = Sr. D. Feliciano Rodríguez".

Con este motivo se acordó que a las nueve de la noche de este mismo día, el vecindario de San Juan iluminara sus casas, y, al otro día por la mañana, se asistiera a la misa de gracias y al Te Deum que en la parroquia se iba a celebrar; asimismo pedía que asistiera a este acto el Ayuntamiento, y que, al señor cura se le pasara oficio, para que en esa forma lo dispusiera; como también al Prior del convento de Santo Domingo (que en su mayoría eran españoles), para que asistiera con su comunidad a estos oficios divinos; y que se dispusiera también, que se echaran a vuelo todas las campanas de las iglesias del pueblo.

Tan solo tres meses después, el 27 de septiembre de 1821, el Ejercito Trigarante haría su entrada triunfal a la Ciudad de México.

Después de once años de guerra y sin tanto derramamiento de sangre, Agustín de Iturbide logró, en poco más de siete meses, consumar la independencia de México; aquella lucha que empezó el cura Miguel Hidalgo el 16 de septiembre de 1810.

Estando Agustín de Iturbide en San Juan del Río, constituyó el primer Ayuntamiento independiente, el sábado 9 de junio de 1821, con el objeto de que se encargara de los asuntos más urgentes del pueblo.

Este primer cuerpo edilicio en San Juan quedó integrado de la siguiente forma: Residente y Primer Alcalde, don Andrés de Quintanar; Regidores: don Juan de la Cajiga, don José Eusebio Camacho, capitán don Ramón de Soto, don Ignacio Espinosa y Segundo Síndico el teniente coronel José Gallardo.

El primer jefe del Ejército Trigarante, Iturbide, como primer paso, instruyó el lunes 11 de junio al nuevo Ayuntamiento a retirar las trincheras, destruir parapetos y fosos que habían construido los realistas para su defensa, con el propósito de que los habitantes del pueblo pudieran deambular de forma libre y las tropas insurgentes pudieran transitar y evacuar la plaza, en caso necesario, sin ningún tropiezo.

El domingo 17 de junio, Iturbide comunicó al Ayuntamiento de San Juan del Río, que debía separarse del pueblo, y no habiendo en el ninguna fuerza, que hiciese se respetasen las autoridades públicas y ejecutaran sus providencias; convenía que se formara y organizara una Compañía de Milicias Nacionales para lograr “la tranquilidad y buen orden interior del pueblo”.

Con este motivo, se publicó un bando para que se alistaran todos los que conforme a la ley deberían hacerlo. Inmediatamente se nombró Comandante del Pueblo al capitán don Feliciano Rodríguez, quien de inmediato se puso a las órdenes del ayuntamiento presidido por Andrés de Quintanar a quien le dirigió un oficio diciéndole: "Me hallo de Comandante de este punto, por disposición del Primer Jefe del Ejército Imperial de las Tres Garantías, y lo comunico a V. S. para que si hubiese algo que disponer, lo haga con fijeza. 21 de junio de 1821. Capitán Feliciano Rodríguez.”

El establecimiento de las Milicias Nacionales reviste trascendental importancia por trastocar los fundamentos de la estructura defensiva del gobierno virreinal novohispano. El caso de San Juan del Río fue uno de los documentalmente localizados en el ramo Operaciones de Guerra, Indiferente de Guerra e Indiferente Virreinal del Archivo General de la Nación, de formación de milicia en la Nueva España que se dieron entre octubre de 1820 a septiembre de 1821.

Valga la pena señalar que, en Querétaro, el 8 de julio de 1821, Agustín de Iturbide en su carácter de Primer Jefe del Ejército Imperial Mexicano publicó y mandó circular un reglamento para la formación de milicias nacionales que no solo justificaba la vigencia de la Constitución Española, sino que copiaba, con muy escasas modificaciones, el reglamento de abril que en la Nueva España abrió la sugerente puerta miliciana.

Otro hecho importante para lograr la capitulación de la ciudad de Querétaro –posterior a la de San Juan del Río ocurrida el 6 de junio- fue que el 11 de junio, Iturbide, desde San Juan del Río, envió al coronel José Antonio Echávarri a interceptar el paso a los hombres de San Julián y Bracho, que venían en ayuda de Luaces, comandante de Querétaro. Echávarri iba al mando de una numerosa división. Bajo sus órdenes estaban los tenientes coronel Gaspar López, Zenón Fernández, Juan José Codallos y la caballería de don Luis Cortazar. Hay un oficio enviado por Iturbide a San Juan del Río desde la hacienda de El Colorado, con fecha 23 de junio, en que se da cuenta de este suceso.

Gracias a esta acción se consolidó la rendición de Querétaro, el 28 de junio, último reducto del virreinato. El viernes 29 de junio, Iturbide envió un nuevo parte a San Juan del Río anunciando al fin, la rendición de Querétaro: "Ayer ha tomado posesión de esta ciudad (Querétaro) el Ejército Imperial Mexicano de las Tres Garantías, sin efusión de sangre, y en medio de las aclamaciones y júbilo más notable de todas las clases de este populoso vecindario que han estado a porfía en la manifestación de sus sentimientos y contento inexplicable. Hágalo Ud. saber a los habitantes de ese pueblo, para que se verifique la Misa en acción de gracias. Querétaro 29 de junio de 1821. = a las cinco de la mañana. = Agustín de Iturbide. = Sr. D. Feliciano Rodríguez".

Con este motivo se acordó que a las nueve de la noche de este mismo día, el vecindario de San Juan iluminara sus casas, y, al otro día por la mañana, se asistiera a la misa de gracias y al Te Deum que en la parroquia se iba a celebrar; asimismo pedía que asistiera a este acto el Ayuntamiento, y que, al señor cura se le pasara oficio, para que en esa forma lo dispusiera; como también al Prior del convento de Santo Domingo (que en su mayoría eran españoles), para que asistiera con su comunidad a estos oficios divinos; y que se dispusiera también, que se echaran a vuelo todas las campanas de las iglesias del pueblo.

Tan solo tres meses después, el 27 de septiembre de 1821, el Ejercito Trigarante haría su entrada triunfal a la Ciudad de México.

Después de once años de guerra y sin tanto derramamiento de sangre, Agustín de Iturbide logró, en poco más de siete meses, consumar la independencia de México; aquella lucha que empezó el cura Miguel Hidalgo el 16 de septiembre de 1810.