/ miércoles 23 de septiembre de 2020

El Espectador | Monreal plantea modificar las concesiones ferroviarias

Desde antes de que tomara el poder Andrés Manuel López Obrador, a mediados de 2018, muchos inversionistas preguntaban qué iba a pasar con los ferrocarriles de México en caso de que Morena ganara la Presidencia.

En ese momento, poderosos empresarios querían saber si el candidato del Movimiento de Regeneración Nacional daría marcha atrás a la privatización de las vías y el negocio de transportación de mercancías, que inició Ernesto Zedillo. José Guillermo Zozaya Délano, en esos días Presidente y Representante Ejecutivo de Kansas City Southern en México, reveló en una larga reunión con analistas que estaba en contacto con López Obrador y con todos los equipos de los candidatos a la presidencia para hablar acerca de las concesiones, en específico, del otrora Ferrocarril del Noreste.

Hay que recordar que en diciembre de 1996, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), que hoy lleva Jorge Arganis Díaz Leal, otorgó al Ferrocarril del Noreste la concesión para prestar el servicio público de transporte ferroviario (en la vía troncal Pacifico-Norte, Noreste y Sureste, así como de una terminal de servicios de interconexión y maniobras en el Valle de México) con una vigencia de 50 años, contados a partir de la fecha de conclusión de la diligencia de entrega-recepción de la vía férrea y de los bienes, o a partir del 31 de julio de 1997, lo que ocurriera primero. El Ferrocarril del Noreste cambió su denominación por la de TFM el 6 de mayo de 1997, y después cambió a Kansas City Southern, en diciembre de 2005.

Durante la conferencia, en la que presentaron sus resultados financieros correspondientes al primer trimestre de 2018, estaban presentes Mike Upchurch, CFO de Kansas City Southern, el COO, Jeff Songer, el CMO, Brian Hancock, y José Zozaya. Los escucharon y cuestionaron representantes de Merrill Lynch, como Ken Hoexter, de Morgan Stanley, como Ravi Shanker, y Tom Wadewitz, de UBS, entre otros.

Cuando los de KCS fueron cuestionados por el proceso electoral mexicano, en específico por López Obrador y las vías, le dieron la palabra a Zozaya, quien abundó: “Sí, sólo quería comentar que hemos podido contactarnos con Obrador y todos los equipos de los candidatos y hablar de esto en términos de concesión; todos ellos nos han expresado directamente su interés en respetar los términos de la concesión y, por supuesto, el imperio de la ley. Entonces nos sentimos muy seguros en ese sentido”.

Warren Erdman, de Corporate Affairs de Kansas City Southern, agregó que una persona muy cercana a López Obrador, que estaba en el Centro Wilson en Washington, le indicó que apoyarán cualquier acuerdo alcanzado antes de las elecciones.

Pues resulta que el senador Ricardo Monreal Ávila informa que presentará una iniciativa para reducir de 50 a 25 años las concesiones.

La legislación vigente, abunda, ha facilitado la creación de barreras de entrada para nuevos competidores, ya que contempla un plazo excesivamente amplio en el otorgamiento de concesiones de 50 años prorrogables. “Ello ocasionó que los trenes de pasajeros quedarán en el olvido y los de carga en manos de, básicamente, dos empresas que privilegiaron este segundo esquema en aras de una lógica exclusivamente exportadora, lo que estimuló la creación de negocios vitalicios y multimillonarios en beneficio de unos pocos”.

Desde antes de que tomara el poder Andrés Manuel López Obrador, a mediados de 2018, muchos inversionistas preguntaban qué iba a pasar con los ferrocarriles de México en caso de que Morena ganara la Presidencia.

En ese momento, poderosos empresarios querían saber si el candidato del Movimiento de Regeneración Nacional daría marcha atrás a la privatización de las vías y el negocio de transportación de mercancías, que inició Ernesto Zedillo. José Guillermo Zozaya Délano, en esos días Presidente y Representante Ejecutivo de Kansas City Southern en México, reveló en una larga reunión con analistas que estaba en contacto con López Obrador y con todos los equipos de los candidatos a la presidencia para hablar acerca de las concesiones, en específico, del otrora Ferrocarril del Noreste.

Hay que recordar que en diciembre de 1996, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), que hoy lleva Jorge Arganis Díaz Leal, otorgó al Ferrocarril del Noreste la concesión para prestar el servicio público de transporte ferroviario (en la vía troncal Pacifico-Norte, Noreste y Sureste, así como de una terminal de servicios de interconexión y maniobras en el Valle de México) con una vigencia de 50 años, contados a partir de la fecha de conclusión de la diligencia de entrega-recepción de la vía férrea y de los bienes, o a partir del 31 de julio de 1997, lo que ocurriera primero. El Ferrocarril del Noreste cambió su denominación por la de TFM el 6 de mayo de 1997, y después cambió a Kansas City Southern, en diciembre de 2005.

Durante la conferencia, en la que presentaron sus resultados financieros correspondientes al primer trimestre de 2018, estaban presentes Mike Upchurch, CFO de Kansas City Southern, el COO, Jeff Songer, el CMO, Brian Hancock, y José Zozaya. Los escucharon y cuestionaron representantes de Merrill Lynch, como Ken Hoexter, de Morgan Stanley, como Ravi Shanker, y Tom Wadewitz, de UBS, entre otros.

Cuando los de KCS fueron cuestionados por el proceso electoral mexicano, en específico por López Obrador y las vías, le dieron la palabra a Zozaya, quien abundó: “Sí, sólo quería comentar que hemos podido contactarnos con Obrador y todos los equipos de los candidatos y hablar de esto en términos de concesión; todos ellos nos han expresado directamente su interés en respetar los términos de la concesión y, por supuesto, el imperio de la ley. Entonces nos sentimos muy seguros en ese sentido”.

Warren Erdman, de Corporate Affairs de Kansas City Southern, agregó que una persona muy cercana a López Obrador, que estaba en el Centro Wilson en Washington, le indicó que apoyarán cualquier acuerdo alcanzado antes de las elecciones.

Pues resulta que el senador Ricardo Monreal Ávila informa que presentará una iniciativa para reducir de 50 a 25 años las concesiones.

La legislación vigente, abunda, ha facilitado la creación de barreras de entrada para nuevos competidores, ya que contempla un plazo excesivamente amplio en el otorgamiento de concesiones de 50 años prorrogables. “Ello ocasionó que los trenes de pasajeros quedarán en el olvido y los de carga en manos de, básicamente, dos empresas que privilegiaron este segundo esquema en aras de una lógica exclusivamente exportadora, lo que estimuló la creación de negocios vitalicios y multimillonarios en beneficio de unos pocos”.