/ jueves 14 de junio de 2018

El Teatro de la República

PRIMER ACTO. VIGENCIA DEL NEPOTISMO. Con la llegada de la alternancia y la pluralidad democrática a nuestro precario régimen, ingresamos a una nueva dimensión política. Súbitamente cambiaron las reglas del juego, alterándose situaciones que se habían convertido en verdaderas tradiciones políticas. Así, está la cuestión del otrora tan repudiado y actualmente hasta festinado nepotismo. En el pasado, salvo el caso de José Ramón López Portillo, cuyo peculiar padre públicamente afirmó que su vástago constituía el “orgullo de su nepotismo”, era políticamente incorrecto llevar o impulsar en política a los parientes, cuando menos en línea recta y en los primeros grados de la colateral. Hoy día vemos realidades como Puebla y Veracruz donde los candidatos a la gubernatura son la esposa y el hijo del Gobernador en turno, respectivamente. O bien que hasta hace unos días una candidata presidencial era la esposa de un ex presidente de la República. En cierta forma se ha venido gestando una especie de “casta divina” de la política mexicana, la cual se ha agandallado partidos, escaños, curules y gobiernos a todos los niveles. Y vemos desde la denominada Gallardía en San Luis Potosí hasta esposas de exalcaldes que buscan conservar el espacio político para la familia.

SEGUNDO ACTO. PRINCIPIO “FIDELINO” DE INMOVILIDAD. Otra regla que se rompió es aquella que el extinto Fidel Velázquez sintetizó con su lacónica sentencia: “el que se mueve no sale en la foto”. Es estos tiempos todos se mueven muy anticipadamente y parece que quien primero lo hace es quien termina saliendo en la boleta electoral. Basta ver las anticipadísimas pre-pre-campañas que orquestan personajes de todas las divisas políticas. Esto es absurdo, toda vez que lo que supuestamente prohíbe la legislación electoral es precisamente eso, la promoción fuera de los tiempos electorales. Una más es el aniquilamiento del principio de institucionalidad. En la actualidad los proyectos personales atropellan a las instituciones políticas.

TERCER ACTO. EL PRETEXTAZO DE LA VOLUNTAD POLÍTICA. Pero una verdadera joya que nos cayó en estos nuevos tiempos es la siempre disponible y multifuncional “voluntad política”. Ante el incumplimiento de las obligaciones, la ineficacia gubernamental o la apatía congresional, es fácil acercarse a cámaras y micrófonos para escupir: lo que ha faltado es voluntad política. Jamás se dice para qué o de quién. En poco tiempo este pretextazo se ha convertido en un clásico, en un versátil paracaídas de emergencia. No importa si las sesiones del Pleno o comisiones se tienen que suspender por la siempre injustificada e irritante falta de quórum por parte de nuestros supuestos representantes populares, tampoco la pésima procuración e impartición de justicia y el estado de abrumadora impunidad que prevalece en México y menos aún que los funcionarios federales adolezcan de experiencia en las carteras en las que se nombra; eso es irrelevante, simplemente no incide, pareciera que no cuentan la irresponsabilidad, la corrupción, la impunidad y la improvisación, esos no son los problemas, la bronca de México es la falta de “voluntad política”. Y, también se recurre al “es cultural” como una salida para justificar nuestra vergonzante incapacidad para asumir nuestras responsabilidades individuales, incluyendo la de elegir a nuestros gobernantes, y las consecuencias de tales omisiones. Entonces escuchamos una retahíla de estúpidas justificaciones que van de lo histórico a lo verdaderamente ridículo. No falta el que sostiene que la cuestión de la violencia nos viene de siempre, los aztecas ¡hasta sacrificios humanos hacían! Otros desgarran el nopal señalando que hubiera sido mejor que nos colonizaran los ingleses y entonces no tiraríamos basura ni nos pasaríamos los altos, el agua tendría flúor y hasta habría viñedos en el desierto de Sonora.

TRAS BAMBALINAS. IRRESPONSABLE. Pero bueno, concluyendo con lo de la “voluntad política”. Es un término vacío y ambiguo. La voluntad es querer hacer y política no es sino un adjetivo que denota un ámbito de acción. Sin duda todo en la vida es una cuestión de voluntad. Pero esto jamás va a justificar el no hacer ni propio ni ajeno. Y si le falta voluntad política para ser responsable, pues simplemente es usted un irresponsable.

PÚBLICO CONOCEDOR. DECEPCIONADO. Expresa hace un par de días en una entrevista a un medio impreso Jorge de la Vega Domínguez, emblemático ex Presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, que está “decepcionado” del PRI. ¿Lo irán a expulsar?

Notario Público 19 de Querétaro.

ferortiz@notaria19qro.com

PRIMER ACTO. VIGENCIA DEL NEPOTISMO. Con la llegada de la alternancia y la pluralidad democrática a nuestro precario régimen, ingresamos a una nueva dimensión política. Súbitamente cambiaron las reglas del juego, alterándose situaciones que se habían convertido en verdaderas tradiciones políticas. Así, está la cuestión del otrora tan repudiado y actualmente hasta festinado nepotismo. En el pasado, salvo el caso de José Ramón López Portillo, cuyo peculiar padre públicamente afirmó que su vástago constituía el “orgullo de su nepotismo”, era políticamente incorrecto llevar o impulsar en política a los parientes, cuando menos en línea recta y en los primeros grados de la colateral. Hoy día vemos realidades como Puebla y Veracruz donde los candidatos a la gubernatura son la esposa y el hijo del Gobernador en turno, respectivamente. O bien que hasta hace unos días una candidata presidencial era la esposa de un ex presidente de la República. En cierta forma se ha venido gestando una especie de “casta divina” de la política mexicana, la cual se ha agandallado partidos, escaños, curules y gobiernos a todos los niveles. Y vemos desde la denominada Gallardía en San Luis Potosí hasta esposas de exalcaldes que buscan conservar el espacio político para la familia.

SEGUNDO ACTO. PRINCIPIO “FIDELINO” DE INMOVILIDAD. Otra regla que se rompió es aquella que el extinto Fidel Velázquez sintetizó con su lacónica sentencia: “el que se mueve no sale en la foto”. Es estos tiempos todos se mueven muy anticipadamente y parece que quien primero lo hace es quien termina saliendo en la boleta electoral. Basta ver las anticipadísimas pre-pre-campañas que orquestan personajes de todas las divisas políticas. Esto es absurdo, toda vez que lo que supuestamente prohíbe la legislación electoral es precisamente eso, la promoción fuera de los tiempos electorales. Una más es el aniquilamiento del principio de institucionalidad. En la actualidad los proyectos personales atropellan a las instituciones políticas.

TERCER ACTO. EL PRETEXTAZO DE LA VOLUNTAD POLÍTICA. Pero una verdadera joya que nos cayó en estos nuevos tiempos es la siempre disponible y multifuncional “voluntad política”. Ante el incumplimiento de las obligaciones, la ineficacia gubernamental o la apatía congresional, es fácil acercarse a cámaras y micrófonos para escupir: lo que ha faltado es voluntad política. Jamás se dice para qué o de quién. En poco tiempo este pretextazo se ha convertido en un clásico, en un versátil paracaídas de emergencia. No importa si las sesiones del Pleno o comisiones se tienen que suspender por la siempre injustificada e irritante falta de quórum por parte de nuestros supuestos representantes populares, tampoco la pésima procuración e impartición de justicia y el estado de abrumadora impunidad que prevalece en México y menos aún que los funcionarios federales adolezcan de experiencia en las carteras en las que se nombra; eso es irrelevante, simplemente no incide, pareciera que no cuentan la irresponsabilidad, la corrupción, la impunidad y la improvisación, esos no son los problemas, la bronca de México es la falta de “voluntad política”. Y, también se recurre al “es cultural” como una salida para justificar nuestra vergonzante incapacidad para asumir nuestras responsabilidades individuales, incluyendo la de elegir a nuestros gobernantes, y las consecuencias de tales omisiones. Entonces escuchamos una retahíla de estúpidas justificaciones que van de lo histórico a lo verdaderamente ridículo. No falta el que sostiene que la cuestión de la violencia nos viene de siempre, los aztecas ¡hasta sacrificios humanos hacían! Otros desgarran el nopal señalando que hubiera sido mejor que nos colonizaran los ingleses y entonces no tiraríamos basura ni nos pasaríamos los altos, el agua tendría flúor y hasta habría viñedos en el desierto de Sonora.

TRAS BAMBALINAS. IRRESPONSABLE. Pero bueno, concluyendo con lo de la “voluntad política”. Es un término vacío y ambiguo. La voluntad es querer hacer y política no es sino un adjetivo que denota un ámbito de acción. Sin duda todo en la vida es una cuestión de voluntad. Pero esto jamás va a justificar el no hacer ni propio ni ajeno. Y si le falta voluntad política para ser responsable, pues simplemente es usted un irresponsable.

PÚBLICO CONOCEDOR. DECEPCIONADO. Expresa hace un par de días en una entrevista a un medio impreso Jorge de la Vega Domínguez, emblemático ex Presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, que está “decepcionado” del PRI. ¿Lo irán a expulsar?

Notario Público 19 de Querétaro.

ferortiz@notaria19qro.com