/ jueves 9 de agosto de 2018

El Teatro de la República

PRIMER ACTO. MOVIMIENTO VS PARTIDO. En nuestra anterior colaboración perfilamos la evolución de los partidos políticos. De su origen como facciones puramente aristocráticas pasaron a ser organizaciones plutocráticas; luego se masificaron al transformarse en organizaciones de corte popular; y, finalmente, en las últimas décadas vimos como se limitaron a proclamar causas ideológicas o sectoriales. En este último estadio encontramos en México institutos políticos abiertamente identificados con la causa ecologista, el magisterio o una fe determinada. En estas condiciones, no resulta difícil entender que uno de los factores que contribuyeron al éxito del PRI en las últimas nueve décadas fuera su apertura original. La génesis del PNR fue para aglutinar a los diversos grupos posrevolucionarios que tenían también distintas formas de ver al país. Después, ya como PRI, resulta innegable la “flexibilidad representativa” que operó en función de los sectores tricolores, porque el partido podía ser, al mismo tiempo, de los campesinos, trabajadores, profesionistas, comerciantes y, en sus últimos años, hasta empresarios. Parece que Andrés Manuel López Obrador entendió el mensaje y construye, como su nombre lo indica, un movimiento (MORENA) tan incluyente que caben todos, inclusive los antagónicos. No es un partido de izquierdas, pero ahí está la izquierda radical coexistiendo con los evangélicos, mientras que su coordinadora de campaña (Tatiana Clouthier) es hija de una de las más emblemáticas figuras panistas y su mariscal político (Alfonso Romo) uno de los empresarios más reconocidos del país. Participaron codo a codo en el “proyecto” Esteban Moctezuma (ex secretario de gobernación de Ernesto Zedillo), Alfonso Durazo (exsecretario particular de Vicente Fox), Manuel Bartlett (exsecretario de gobernación con Miguel de la Madrid) y Germán Martínez (exdirigente nacional del PAN). Hay de dulce, chile, manteca y hasta libres de gluten, todos juntos. Además de la pléyade de perredistas arrepentidos. El movimiento fue para todos y sirvió como un inmejorable trampolín para sus añejas aspiraciones presidenciales.


SEGUNDO ACTO. APERTURA Y LIDERAZGO. El PAN y el PRI también alcanzaron a ver que para ser competitivos su oferta política no podía ser limitada o excluyente; por ello, la alianza del primero con su opuesto ideológico, el PRD; y, la decisión del segundo de fichar un candidato aparentemente ciudadano. No obstante, Anaya secuestró al PAN y sus decisiones, dividiendo su base, mientras que su socio político, el PRD, ya estaba en terapia intensiva por las fugas a MORENA; y, el PRI cargaba una loza de desprestigio político que, como se vio, resultaba insostenible. Y en ambos casos adolecieron de un candidato con la penetración social de AMLO. Por lo que una conclusión básica es que la universalización no es solución en sí misma, si no se tienen candidatos con auténtica presencia y liderazgo social. Así las cosas, ¿qué harán los partidos tradicionales en México para construir dichas condiciones?, ¿cómo podrán abrirse y reclutar liderazgos cuando se convirtieron en exclusivos y excluyentes clubes de intereses económicos?


TERCER ACTO. TAXISTA YUCATECO. En nuestra reciente visita al bellísimo Estado de Yucatán, un entendido “amigo del volante” nos resumía su percepción de lo acontecido electoralmente por allá y sentenciada, cito textual: “acá el PRI no es como allá en México, aquí trabajaron bien, pero no les alcanzó por el odio a Peña”. Ups.

TRAS BAMBALINAS. TIPO DUBAI. La parada “tipo Dubái” ubicada en Prolongación Corregidora esquina con Industrialización tiene un “detalle”. Durante la tarde le pega el sol y sus cristales se convierte en un espejo para los conductores que vienen por Industrialización para incorporarse a Prolongación Corregidora. Se refleja el vehículo propio, lo que impide ver si vienen vehículos, bicicletas y/o transeúntes, convirtiéndolo en un verdadero “paso de la muerte”. ¡Qué temerarios son los conductores allá en Dubái!

Notario Público 19 de Querétaro.

ferortiz@notaria19qro.com

PRIMER ACTO. MOVIMIENTO VS PARTIDO. En nuestra anterior colaboración perfilamos la evolución de los partidos políticos. De su origen como facciones puramente aristocráticas pasaron a ser organizaciones plutocráticas; luego se masificaron al transformarse en organizaciones de corte popular; y, finalmente, en las últimas décadas vimos como se limitaron a proclamar causas ideológicas o sectoriales. En este último estadio encontramos en México institutos políticos abiertamente identificados con la causa ecologista, el magisterio o una fe determinada. En estas condiciones, no resulta difícil entender que uno de los factores que contribuyeron al éxito del PRI en las últimas nueve décadas fuera su apertura original. La génesis del PNR fue para aglutinar a los diversos grupos posrevolucionarios que tenían también distintas formas de ver al país. Después, ya como PRI, resulta innegable la “flexibilidad representativa” que operó en función de los sectores tricolores, porque el partido podía ser, al mismo tiempo, de los campesinos, trabajadores, profesionistas, comerciantes y, en sus últimos años, hasta empresarios. Parece que Andrés Manuel López Obrador entendió el mensaje y construye, como su nombre lo indica, un movimiento (MORENA) tan incluyente que caben todos, inclusive los antagónicos. No es un partido de izquierdas, pero ahí está la izquierda radical coexistiendo con los evangélicos, mientras que su coordinadora de campaña (Tatiana Clouthier) es hija de una de las más emblemáticas figuras panistas y su mariscal político (Alfonso Romo) uno de los empresarios más reconocidos del país. Participaron codo a codo en el “proyecto” Esteban Moctezuma (ex secretario de gobernación de Ernesto Zedillo), Alfonso Durazo (exsecretario particular de Vicente Fox), Manuel Bartlett (exsecretario de gobernación con Miguel de la Madrid) y Germán Martínez (exdirigente nacional del PAN). Hay de dulce, chile, manteca y hasta libres de gluten, todos juntos. Además de la pléyade de perredistas arrepentidos. El movimiento fue para todos y sirvió como un inmejorable trampolín para sus añejas aspiraciones presidenciales.


SEGUNDO ACTO. APERTURA Y LIDERAZGO. El PAN y el PRI también alcanzaron a ver que para ser competitivos su oferta política no podía ser limitada o excluyente; por ello, la alianza del primero con su opuesto ideológico, el PRD; y, la decisión del segundo de fichar un candidato aparentemente ciudadano. No obstante, Anaya secuestró al PAN y sus decisiones, dividiendo su base, mientras que su socio político, el PRD, ya estaba en terapia intensiva por las fugas a MORENA; y, el PRI cargaba una loza de desprestigio político que, como se vio, resultaba insostenible. Y en ambos casos adolecieron de un candidato con la penetración social de AMLO. Por lo que una conclusión básica es que la universalización no es solución en sí misma, si no se tienen candidatos con auténtica presencia y liderazgo social. Así las cosas, ¿qué harán los partidos tradicionales en México para construir dichas condiciones?, ¿cómo podrán abrirse y reclutar liderazgos cuando se convirtieron en exclusivos y excluyentes clubes de intereses económicos?


TERCER ACTO. TAXISTA YUCATECO. En nuestra reciente visita al bellísimo Estado de Yucatán, un entendido “amigo del volante” nos resumía su percepción de lo acontecido electoralmente por allá y sentenciada, cito textual: “acá el PRI no es como allá en México, aquí trabajaron bien, pero no les alcanzó por el odio a Peña”. Ups.

TRAS BAMBALINAS. TIPO DUBAI. La parada “tipo Dubái” ubicada en Prolongación Corregidora esquina con Industrialización tiene un “detalle”. Durante la tarde le pega el sol y sus cristales se convierte en un espejo para los conductores que vienen por Industrialización para incorporarse a Prolongación Corregidora. Se refleja el vehículo propio, lo que impide ver si vienen vehículos, bicicletas y/o transeúntes, convirtiéndolo en un verdadero “paso de la muerte”. ¡Qué temerarios son los conductores allá en Dubái!

Notario Público 19 de Querétaro.

ferortiz@notaria19qro.com