/ jueves 15 de noviembre de 2018

El Teatro de la República

PRIMER ACTO. DECONSTRUCCIÓN. Votamos por Andrés Manuel López Obrador atendiendo a diversas consideraciones: la primera, México urgía de una sacudida de su estructura pública dado el enquistamiento de lo más corrupto y servil de la partidocracia, la prevalencia de los grupos económicos más rapaces, la galopante inseguridad, la imparable impunidad y la manifiesta ineficacia gubernamental; la segunda, AMLO fue la única opción disruptiva en el cauce institucional; la tercera, nos aterraba pensar en un postelectoral en escenario de derrota del tabasqueño; y, la cuarta, no obstante la compleja personalidad de López Obrador y los radicalismos al interior de MORENA, tranquilizaba la presencia en el proyecto de la cuarta transformación de personajes como Olga Sánchez Cordero, Alfonso Durazo, Miguel Torruco, Esteban Moctezuma, Alejandra Frausto y nuestro paisano Jaime Cárdenas Gracia. Por otro lado, las otras opciones resultaban poco atractivas. Meade, siendo una espléndida persona con una notable experiencia en el servicio público, no supo, no quiso o no pudo emanciparse de lo más perverso del sistema. Mientras que el ornitorrinco de la coalición PAN-PRD nunca tuvo ni pies ni cabeza ni liderazgo. Desde nuestra óptica, la apuesta por AMLO fue una por la deconstrucción del sistema político mexicano. ¿Qué es eso? Según el Diccionario de la Real Academia Española (RAE) “deconstruir” significa deshacer analíticamente los elementos que constituyen una estructura conceptual. En otras palabras, deconstruir equivale a desestructurar, lo que implica reinventar ingeniosamente algo tradicional.

SEGUNDO ACTO. REINVENCIÓN DEL ESTADO MEXICANO. Es evidente la necesidad de deconstruir el andamiaje público de México. Necesitamos hacer un profundo ejercicio de análisis que arroje qué instituciones funcionan y cuáles ya son estériles, anacrónicas e, incluso, dañinas. La reinvención del Estado Mexicano no puede ser un ejercicio caprichoso limitado a la visión de uno o algunos. AMLO está malgastando su bono de legitimidad. Esa película ya la vimos con Vicente Fox. Así como no hay fortuna que aguante el despilfarro, tampoco hay popularidad que soporte las necedades. El problema es que después de décadas de aguantar el “bullying político”, López Obrador deplora la crítica por método. Y un estadista que no está abierto a la crítica, simplemente no puede ser estadista. Para deconstruir a México se necesitan ciertas condiciones básicas: vocación democrática y plural; apertura a la crítica; comunión de proyecto; soporte popular; y, control congresional.

TERCER ACTO. CONDICIONES. En principio, AMLO no ha mostrado vocación democrática y plural. Por el contrario, el discurso de apertura de los primeros días como Presidente Electo ha sido sustituido por declaraciones de la presidenta de MORENA en el sentido de cerrar puertas. Ya que se ganó el pastel todos quieren rebanadas más grandes. Con relación a la crítica, nuevamente vemos al Andrés Manuel hipersensible que antes de responder prefiere confrontar al periodista. Como ejemplo el encontronazo con Carlos Loret de Mola. Parece inacabado el proyecto de la cuarta transformación, en ocasiones pareciera que como los barcos atuneros japoneses lo van “procesando” en la ruta. Para decirlo claro, se antoja improvisado. Y, además, carece de comunión incluso entre los propios morenistas. Presentan los legisladores una iniciativa que luego desestima la lideresa del partido, para después ser ratificada por los promoventes. Tal es el caso de la regulación de las comisiones bancarias. Esto adicionalmente muestra la ausencia de control en una mayoría congresional que de parecer una bendición está convirtiéndose en un dolor de cabeza para el lopezobradorismo. Finalmente, crece el número de votantes por AMLO que nos estamos decepcionando rápidamente y preocupando enormemente. Y eso que aún no arranca el Gobierno.

TRAS BAMBALINAS. VERGÜENZA. El cambio de sede a la ciudad de Los Ángeles, California, del encuentro que el próximo lunes sostendrían los Chiefs y los Rams en el Estadio Azteca, exhibe la magnitud de la negligencia y displicencia que prevalecen en nuestro país, no solo en el ámbito público sino también en las esferas privadas. Resulta inentendible la incapacidad de la administración del Coloso de Santa Úrsula para cuidar el estado del césped y, en el peor de los casos, haberlo arreglado oportunamente. La decisión de la NFL encuentra sustento en el hecho de que por encontrarse prácticamente destrozada, la cancha del Azteca pone en riesgo la integridad física de sus jugadores.

Notario Público 19 de Querétaro.

ferortiz@notaria19qro.com


PRIMER ACTO. DECONSTRUCCIÓN. Votamos por Andrés Manuel López Obrador atendiendo a diversas consideraciones: la primera, México urgía de una sacudida de su estructura pública dado el enquistamiento de lo más corrupto y servil de la partidocracia, la prevalencia de los grupos económicos más rapaces, la galopante inseguridad, la imparable impunidad y la manifiesta ineficacia gubernamental; la segunda, AMLO fue la única opción disruptiva en el cauce institucional; la tercera, nos aterraba pensar en un postelectoral en escenario de derrota del tabasqueño; y, la cuarta, no obstante la compleja personalidad de López Obrador y los radicalismos al interior de MORENA, tranquilizaba la presencia en el proyecto de la cuarta transformación de personajes como Olga Sánchez Cordero, Alfonso Durazo, Miguel Torruco, Esteban Moctezuma, Alejandra Frausto y nuestro paisano Jaime Cárdenas Gracia. Por otro lado, las otras opciones resultaban poco atractivas. Meade, siendo una espléndida persona con una notable experiencia en el servicio público, no supo, no quiso o no pudo emanciparse de lo más perverso del sistema. Mientras que el ornitorrinco de la coalición PAN-PRD nunca tuvo ni pies ni cabeza ni liderazgo. Desde nuestra óptica, la apuesta por AMLO fue una por la deconstrucción del sistema político mexicano. ¿Qué es eso? Según el Diccionario de la Real Academia Española (RAE) “deconstruir” significa deshacer analíticamente los elementos que constituyen una estructura conceptual. En otras palabras, deconstruir equivale a desestructurar, lo que implica reinventar ingeniosamente algo tradicional.

SEGUNDO ACTO. REINVENCIÓN DEL ESTADO MEXICANO. Es evidente la necesidad de deconstruir el andamiaje público de México. Necesitamos hacer un profundo ejercicio de análisis que arroje qué instituciones funcionan y cuáles ya son estériles, anacrónicas e, incluso, dañinas. La reinvención del Estado Mexicano no puede ser un ejercicio caprichoso limitado a la visión de uno o algunos. AMLO está malgastando su bono de legitimidad. Esa película ya la vimos con Vicente Fox. Así como no hay fortuna que aguante el despilfarro, tampoco hay popularidad que soporte las necedades. El problema es que después de décadas de aguantar el “bullying político”, López Obrador deplora la crítica por método. Y un estadista que no está abierto a la crítica, simplemente no puede ser estadista. Para deconstruir a México se necesitan ciertas condiciones básicas: vocación democrática y plural; apertura a la crítica; comunión de proyecto; soporte popular; y, control congresional.

TERCER ACTO. CONDICIONES. En principio, AMLO no ha mostrado vocación democrática y plural. Por el contrario, el discurso de apertura de los primeros días como Presidente Electo ha sido sustituido por declaraciones de la presidenta de MORENA en el sentido de cerrar puertas. Ya que se ganó el pastel todos quieren rebanadas más grandes. Con relación a la crítica, nuevamente vemos al Andrés Manuel hipersensible que antes de responder prefiere confrontar al periodista. Como ejemplo el encontronazo con Carlos Loret de Mola. Parece inacabado el proyecto de la cuarta transformación, en ocasiones pareciera que como los barcos atuneros japoneses lo van “procesando” en la ruta. Para decirlo claro, se antoja improvisado. Y, además, carece de comunión incluso entre los propios morenistas. Presentan los legisladores una iniciativa que luego desestima la lideresa del partido, para después ser ratificada por los promoventes. Tal es el caso de la regulación de las comisiones bancarias. Esto adicionalmente muestra la ausencia de control en una mayoría congresional que de parecer una bendición está convirtiéndose en un dolor de cabeza para el lopezobradorismo. Finalmente, crece el número de votantes por AMLO que nos estamos decepcionando rápidamente y preocupando enormemente. Y eso que aún no arranca el Gobierno.

TRAS BAMBALINAS. VERGÜENZA. El cambio de sede a la ciudad de Los Ángeles, California, del encuentro que el próximo lunes sostendrían los Chiefs y los Rams en el Estadio Azteca, exhibe la magnitud de la negligencia y displicencia que prevalecen en nuestro país, no solo en el ámbito público sino también en las esferas privadas. Resulta inentendible la incapacidad de la administración del Coloso de Santa Úrsula para cuidar el estado del césped y, en el peor de los casos, haberlo arreglado oportunamente. La decisión de la NFL encuentra sustento en el hecho de que por encontrarse prácticamente destrozada, la cancha del Azteca pone en riesgo la integridad física de sus jugadores.

Notario Público 19 de Querétaro.

ferortiz@notaria19qro.com