/ jueves 29 de noviembre de 2018

El Teatro de la República

PRIMER ACTO. LOGÍSTICA BANANERA. El caos generado por el estúpido mecanismo implementado para la venta de boletos para el partido de los Gallos vs Cruz Azul, muestra la falta de la más elemental sensibilidad y respeto a la afición por parte del área administrativa del equipo. Resulta increíblemente absurdo que habiéndose utilizado previamente la venta electrónica a través de e-ticket, justo para el encuentro que genera el mayor de los intereses entre la afición, se cancele esta posibilidad y el único medio de venta sea en taquillas del estadio Corregidora. Hagamos cuentas. Si dicho inmueble tiene un aforo de 30 mil personas, esto implica que para canjear y/o vender dichos espacios en sus 10 taquillas de la puerta norte -por cierto, las únicas que se abrieron-, cada boletero debe atender a unas mil personas -ya que en promedio se gestionan tres canjes de abonados o boletos por cada operación-. La atención de cada cliente se prolongaba por aproximadamente 10 minutos -según dijeron en taquillas, el sistema sólo puede procesar como operaciones independientes (i) la renovación del bono gallo, (ii) el canje por los boletos del partido y (iii) los boletos adicionales; esto implica que se hagan 3 cargos por cliente-. Así las cosas, estamos hablando de 166.6 horas por taquillero, o sea, casi 7 días ininterrumpidos. Esto hace evidente varias cuestiones. La primera, como se dijo, el trato indigno que el equipo dispensa a su leal afición; luego, el beneficio del caos para la reventa, toda vez que resulta humanamente imposible tramitar de esta manera los boletos; y, por último, que si así se trabaja pues los resultados del equipo no deben de sorprender, porque se trata de un sistema que exhibe en un aspecto lo que con toda seguridad pasa en otros. En otras palabras, no hay estrategia, orden ni liderazgo.


SEGUNDO ACTO. CALVARIO. Esto es así sin entrar a los amargos detalles. El sábado por la noche, cuando fue un hecho la calificación de Gallos a Liguilla, se anunció que la venta para abonados -quienes deberían de ser los consentidos del equipo por leales- se realizaría a través de e-ticket a partir de las 12 horas, lo que además de entendible por el volumen y cercanía del evento -el partido Gallos vs Cruz Azul sería tan solo 3 días después- era deseable. Una vez que la gente se encontraba formada en los puntos de venta de e-ticket, incluso habiéndose entregado números, sin más se dijo al respetable que no habría venta en e-ticket sino únicamente en las taquillas del estadio a partir de las 14 horas. Primer acto de agravio contra la afición. A tropel la gente se trasladó al Corregidora, donde los primeros que llegaron se formaron desde las 11 de la mañana en las taquillas. A las 2 de la tarde, hora anunciada para el inicio de la venta, simplemente no abrieron. Cabe señalar que jamás se presentó nadie del estadio a explicar cómo sería la venta. Nadie tuvo la mínima decencia de darle la cara a la afición. Una falta absoluta de cortesía para con cientos de personas -ya a esa hora se contaban aproximadamente 400 formadas-. La venta inició poco antes de las 3:30 de la tarde.


TERCER ACTO. HASTA LA MADRE. Casi no había sombra, así que la espera era bajo un sol abrazador, había niños y personas de la tercera edad, algunos presentaron síntomas de deshidratación y, para aderezar la cosa, la primera patrulla se apareció a eso de las 4 de la tarde y a esa hora una sola ambulancia no había, pese a que ya habría unas 600 personas y algunos formados desde 5 horas antes. Los primeros de las filas salieron con sus boletos luego de un calvario de casi 5 horas, ¡los primeros! Este Diario de Querétaro dio cuenta en su primera plana del lunes de quienes tuvieron que estar formados hasta 10 horas. Ese trato es inhumano para con la gente. ¿Dónde estaba la PROFECO? Acaso no se trata de consumidores. Y, como ya no estamos en campañas, pues ni quien se aparezca a regalar aguas o paraguas. Con estas realidades que lejos estamos del Querétaro moderno que vende la publicidad oficial. La autoridad tampoco hace ni dice nada, como a ellos les mandan sus boletitos en sobre… simplemente no hay fijón. Por eso la gente termina, literalmente hablando, “hasta la madre”; y, luego no se quejen del sentido del voto.

TRAS BAMBALINAS. EL AÑO MÁS DIFÍCIL… ES EL SÉPTIMO. Enrique Peña Nieto termina su sexenio sumergido en la impopularidad y el descrédito. Solamente 24 % de la población tiene una opinión favorable del mexiquense. Y a partir del 2 de diciembre seremos testigos de la andanada de señalamientos y ataques patrocinada por quienes fueron agraviados por la voracidad económica y política del peñismo. Que no fueron pocos. Además, ya no hay presupuesto para detenerla y, menos aún, para siquiera intentar contrarrestarla. Por eso dicen que el año más difícil… es el séptimo.

Notario Público 19 de Querétaro.

ferortiz@notaria19qro.com

PRIMER ACTO. LOGÍSTICA BANANERA. El caos generado por el estúpido mecanismo implementado para la venta de boletos para el partido de los Gallos vs Cruz Azul, muestra la falta de la más elemental sensibilidad y respeto a la afición por parte del área administrativa del equipo. Resulta increíblemente absurdo que habiéndose utilizado previamente la venta electrónica a través de e-ticket, justo para el encuentro que genera el mayor de los intereses entre la afición, se cancele esta posibilidad y el único medio de venta sea en taquillas del estadio Corregidora. Hagamos cuentas. Si dicho inmueble tiene un aforo de 30 mil personas, esto implica que para canjear y/o vender dichos espacios en sus 10 taquillas de la puerta norte -por cierto, las únicas que se abrieron-, cada boletero debe atender a unas mil personas -ya que en promedio se gestionan tres canjes de abonados o boletos por cada operación-. La atención de cada cliente se prolongaba por aproximadamente 10 minutos -según dijeron en taquillas, el sistema sólo puede procesar como operaciones independientes (i) la renovación del bono gallo, (ii) el canje por los boletos del partido y (iii) los boletos adicionales; esto implica que se hagan 3 cargos por cliente-. Así las cosas, estamos hablando de 166.6 horas por taquillero, o sea, casi 7 días ininterrumpidos. Esto hace evidente varias cuestiones. La primera, como se dijo, el trato indigno que el equipo dispensa a su leal afición; luego, el beneficio del caos para la reventa, toda vez que resulta humanamente imposible tramitar de esta manera los boletos; y, por último, que si así se trabaja pues los resultados del equipo no deben de sorprender, porque se trata de un sistema que exhibe en un aspecto lo que con toda seguridad pasa en otros. En otras palabras, no hay estrategia, orden ni liderazgo.


SEGUNDO ACTO. CALVARIO. Esto es así sin entrar a los amargos detalles. El sábado por la noche, cuando fue un hecho la calificación de Gallos a Liguilla, se anunció que la venta para abonados -quienes deberían de ser los consentidos del equipo por leales- se realizaría a través de e-ticket a partir de las 12 horas, lo que además de entendible por el volumen y cercanía del evento -el partido Gallos vs Cruz Azul sería tan solo 3 días después- era deseable. Una vez que la gente se encontraba formada en los puntos de venta de e-ticket, incluso habiéndose entregado números, sin más se dijo al respetable que no habría venta en e-ticket sino únicamente en las taquillas del estadio a partir de las 14 horas. Primer acto de agravio contra la afición. A tropel la gente se trasladó al Corregidora, donde los primeros que llegaron se formaron desde las 11 de la mañana en las taquillas. A las 2 de la tarde, hora anunciada para el inicio de la venta, simplemente no abrieron. Cabe señalar que jamás se presentó nadie del estadio a explicar cómo sería la venta. Nadie tuvo la mínima decencia de darle la cara a la afición. Una falta absoluta de cortesía para con cientos de personas -ya a esa hora se contaban aproximadamente 400 formadas-. La venta inició poco antes de las 3:30 de la tarde.


TERCER ACTO. HASTA LA MADRE. Casi no había sombra, así que la espera era bajo un sol abrazador, había niños y personas de la tercera edad, algunos presentaron síntomas de deshidratación y, para aderezar la cosa, la primera patrulla se apareció a eso de las 4 de la tarde y a esa hora una sola ambulancia no había, pese a que ya habría unas 600 personas y algunos formados desde 5 horas antes. Los primeros de las filas salieron con sus boletos luego de un calvario de casi 5 horas, ¡los primeros! Este Diario de Querétaro dio cuenta en su primera plana del lunes de quienes tuvieron que estar formados hasta 10 horas. Ese trato es inhumano para con la gente. ¿Dónde estaba la PROFECO? Acaso no se trata de consumidores. Y, como ya no estamos en campañas, pues ni quien se aparezca a regalar aguas o paraguas. Con estas realidades que lejos estamos del Querétaro moderno que vende la publicidad oficial. La autoridad tampoco hace ni dice nada, como a ellos les mandan sus boletitos en sobre… simplemente no hay fijón. Por eso la gente termina, literalmente hablando, “hasta la madre”; y, luego no se quejen del sentido del voto.

TRAS BAMBALINAS. EL AÑO MÁS DIFÍCIL… ES EL SÉPTIMO. Enrique Peña Nieto termina su sexenio sumergido en la impopularidad y el descrédito. Solamente 24 % de la población tiene una opinión favorable del mexiquense. Y a partir del 2 de diciembre seremos testigos de la andanada de señalamientos y ataques patrocinada por quienes fueron agraviados por la voracidad económica y política del peñismo. Que no fueron pocos. Además, ya no hay presupuesto para detenerla y, menos aún, para siquiera intentar contrarrestarla. Por eso dicen que el año más difícil… es el séptimo.

Notario Público 19 de Querétaro.

ferortiz@notaria19qro.com