/ jueves 5 de septiembre de 2019

El Teatro de la República

PRIMER ACTO. MITOMANÍA POLÍTICA. A pocos sorprendió el lenguaje y contenido del mensaje que dio el Presidente de la República con motivo de la entrega del primer informe constitucional - para distinguirlo de los otros dos ejercicios previos de información - de la administración lopezobradorista. Inclusive, algún analista afirmó que fue como una macro-mañanera a deshoras y con invitados especiales. Para otros, se trató de una especie de compendio de todo lo que el propio titular del Ejecutivo ha venido diciendo con el mismo entusiasmo a lo largo del año. Faltó lo que siempre le ha faltado a estos ejercicios: humildad y autocrítica. Los invitados a Palacio Nacional igual de obsequiosos que aquellos que en su momento acudieron a San Lázaro o al Auditorio Nacional. En pocas palabras, fue lo mismo. En México tenemos una especial capacidad para pervertir esta clase de acontecimientos. Un evento como el Informe de Gobierno que representa el único acto republicano de sumisión política del unipersonal y omnipotente Ejecutivo ante el Congreso de la Unión, que es finalmente la representación de ese pueblo “feliz, feliz, feliz” que ve el primer mandatario, termina siendo ignorado por el afán protagónico del invitado que no asiste a esa fiesta republicana y, en su lugar, hace y difunde con bombo y platillo su propia fiesta. Se diga lo que se diga, con un estilo diferente pero sigue siendo el Día del Presidente, el momento en que México se convierte súbitamente y en cadena nacional en lo que el inquilino de Palacio Nacional - antes lo era de Los Pinos - cree es la realidad nacional. Es el día que los retos se convierten en logros y los fracasos en retos. Es la más acabada expresión de la mitomanía política mexicana. Y esto no es exclusivo del Presidente de la República, le sucede a los Gobernadores y a los Presidentes Municipales. En México no hay malas administraciones, solamente malos encargados de la comunicación social.

SEGUNDO ACTO. PROGRAMA NACIONAL DE COMBATE A LA CORRUPCIÓN. El 28 de agosto se publicó en el Diario Oficial de la Federación el “Programa Nacional de Combate a la Corrupción y a la Impunidad, y de Mejora de la Gestión Pública 2019-2024”, elaborado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y la Secretaría de la Función Pública. Se trata pues de un programa especial derivado del Plan Nacional de Desarrollo, y es interesante el reconocimiento de la gravedad y magnitud del problema que se hace al señalar que “la corrupción es el principal problema del país y la impunidad su motor primordial; la persistencia de ambas ha afectado a la sociedad, socavado la credibilidad en el Estado y sus instituciones, minado el Estado de derecho y propiciado inseguridad jurídica, injusticia e incapacidad para garantizar y ejercer derechos fundamentales a plenitud. No es, como se ha dicho, un asunto cultural ante el cual debamos resignarnos ni una forma de ser de los mexicanos, sino una desviación que puede ser erradicada”. Para atacar esta problemática se sustentarán en 6 líneas orientadoras: “ciudadanización; democratización de las tecnologías de la información y la comunicación; protección de alertadores internos; servicio profesional de carrera; austeridad republicana y auditorías al desempeño”.

TERCER ACTO. OBJETIVOS. Siendo los objetivos de este programa: “combatir frontalmente las causas y efectos de la corrupción; combatir los niveles de impunidad administrativa en el Gobierno Federal; promover la eficiencia y eficacia de la gestión pública; promover la profesionalización y la gestión eficiente de los recursos humanos de la Administración Pública Federal; y, promover el uso eficiente y responsable de los bienes del Estado Mexicano”. Y se plantean aproximadamente 200 acciones puntuales ya sean específicas o estratégicas. Es pues un esfuerzo interesante para comenzar a encontrar la salida del complejo laberinto de corrupción en que nos hemos metido en este país. Más allá de filias y fobias políticas, debemos hacer votos por el éxito de todo esfuerzo que se dirija a combatir la corrupción.

TRAS BAMBALINAS. COPARMEX. La agenda personal de Gustavo de Hoyos ha convertido a la COPARMEX en un partidito de oposición con tintes radicales. Y esas son malas noticias para los agremiados a este sindicato patronal, porque terminarán pagando justos por pecadores. Para la “patroniza” el Gobierno no es amigo ni tampoco enemigo, es sencillamente Gobierno. El arte de hacer política es conocerlo, entenderlo y coexistir inteligentemente con él. Evidentemente, romper lanzas no es hacer política inteligente.


Notario Público 19 de Querétaro.

ferortiz@notaria19qro.com

PRIMER ACTO. MITOMANÍA POLÍTICA. A pocos sorprendió el lenguaje y contenido del mensaje que dio el Presidente de la República con motivo de la entrega del primer informe constitucional - para distinguirlo de los otros dos ejercicios previos de información - de la administración lopezobradorista. Inclusive, algún analista afirmó que fue como una macro-mañanera a deshoras y con invitados especiales. Para otros, se trató de una especie de compendio de todo lo que el propio titular del Ejecutivo ha venido diciendo con el mismo entusiasmo a lo largo del año. Faltó lo que siempre le ha faltado a estos ejercicios: humildad y autocrítica. Los invitados a Palacio Nacional igual de obsequiosos que aquellos que en su momento acudieron a San Lázaro o al Auditorio Nacional. En pocas palabras, fue lo mismo. En México tenemos una especial capacidad para pervertir esta clase de acontecimientos. Un evento como el Informe de Gobierno que representa el único acto republicano de sumisión política del unipersonal y omnipotente Ejecutivo ante el Congreso de la Unión, que es finalmente la representación de ese pueblo “feliz, feliz, feliz” que ve el primer mandatario, termina siendo ignorado por el afán protagónico del invitado que no asiste a esa fiesta republicana y, en su lugar, hace y difunde con bombo y platillo su propia fiesta. Se diga lo que se diga, con un estilo diferente pero sigue siendo el Día del Presidente, el momento en que México se convierte súbitamente y en cadena nacional en lo que el inquilino de Palacio Nacional - antes lo era de Los Pinos - cree es la realidad nacional. Es el día que los retos se convierten en logros y los fracasos en retos. Es la más acabada expresión de la mitomanía política mexicana. Y esto no es exclusivo del Presidente de la República, le sucede a los Gobernadores y a los Presidentes Municipales. En México no hay malas administraciones, solamente malos encargados de la comunicación social.

SEGUNDO ACTO. PROGRAMA NACIONAL DE COMBATE A LA CORRUPCIÓN. El 28 de agosto se publicó en el Diario Oficial de la Federación el “Programa Nacional de Combate a la Corrupción y a la Impunidad, y de Mejora de la Gestión Pública 2019-2024”, elaborado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y la Secretaría de la Función Pública. Se trata pues de un programa especial derivado del Plan Nacional de Desarrollo, y es interesante el reconocimiento de la gravedad y magnitud del problema que se hace al señalar que “la corrupción es el principal problema del país y la impunidad su motor primordial; la persistencia de ambas ha afectado a la sociedad, socavado la credibilidad en el Estado y sus instituciones, minado el Estado de derecho y propiciado inseguridad jurídica, injusticia e incapacidad para garantizar y ejercer derechos fundamentales a plenitud. No es, como se ha dicho, un asunto cultural ante el cual debamos resignarnos ni una forma de ser de los mexicanos, sino una desviación que puede ser erradicada”. Para atacar esta problemática se sustentarán en 6 líneas orientadoras: “ciudadanización; democratización de las tecnologías de la información y la comunicación; protección de alertadores internos; servicio profesional de carrera; austeridad republicana y auditorías al desempeño”.

TERCER ACTO. OBJETIVOS. Siendo los objetivos de este programa: “combatir frontalmente las causas y efectos de la corrupción; combatir los niveles de impunidad administrativa en el Gobierno Federal; promover la eficiencia y eficacia de la gestión pública; promover la profesionalización y la gestión eficiente de los recursos humanos de la Administración Pública Federal; y, promover el uso eficiente y responsable de los bienes del Estado Mexicano”. Y se plantean aproximadamente 200 acciones puntuales ya sean específicas o estratégicas. Es pues un esfuerzo interesante para comenzar a encontrar la salida del complejo laberinto de corrupción en que nos hemos metido en este país. Más allá de filias y fobias políticas, debemos hacer votos por el éxito de todo esfuerzo que se dirija a combatir la corrupción.

TRAS BAMBALINAS. COPARMEX. La agenda personal de Gustavo de Hoyos ha convertido a la COPARMEX en un partidito de oposición con tintes radicales. Y esas son malas noticias para los agremiados a este sindicato patronal, porque terminarán pagando justos por pecadores. Para la “patroniza” el Gobierno no es amigo ni tampoco enemigo, es sencillamente Gobierno. El arte de hacer política es conocerlo, entenderlo y coexistir inteligentemente con él. Evidentemente, romper lanzas no es hacer política inteligente.


Notario Público 19 de Querétaro.

ferortiz@notaria19qro.com