/ jueves 9 de enero de 2020

El Teatro de la República

PRIMER ACTO. TIEMPOS RECIOS. En estos días de descanso tuvimos oportunidad de leer dos buenos libros, “Tiempos recios” de Mario Vargas Llosa y “El vendedor de silencio” de Enrique Serna. En ambos casos se trata de excelentes novelas históricas. Y, como afirma el propio Serna en su texto, la diferencia entre la historia y la novela histórica es que en el primer caso se busca el “como fue”, mientras que el novelista plantea el “cómo pudo haber sido”. Somos lectores por afición - villamelones de las letras pues - y ni remotamente pretendemos hacer crítica literaria. Sin embargo, si bien disfrutamos ambas historias, nos resultó muy satisfactorio que el libro del mexicano Enrique Serna superara en nuestro gusto al del prestigiadísimo Vargas Llosa. En “Tiempos recios” Vargas Llosa novela la injerencia norteamericana en la vida política centroamericana de mediados del siglo pasado. En plena Guerra Fría el gobierno norteamericano pone y quita gobiernos en Latinoamérica arguyendo motivos de seguridad, cuando lo que se protegía eran intereses meramente económicos, mediante la entonces novedosa manipulación de la opinión pública y el generoso patrocinio de golpes de estado. Lo curioso es que si bien cambian los métodos, en algunos casos las tramas parecen actuales, por lo que la novela de Vargas Llosa parece dar saltos de siete décadas para exhibir con elegancia como las cosas pueden cambiar tan poco después de tanto tiempo.

SEGUNDO ACTO. EL VENDEDOR DE SILENCIO. Por su parte, en “El vendedor de silencio” el escritor Enrique Serna novela con maestría la vida y trayectoria de Carlos Denegri, el oscuro periodista de quien Julio Sherer afirmó en su momento ser “el mejor y el más vil de los reporteros”. Carlos Denegri fue el principal líder de opinión del México también de mediados del siglo pasado. Talentoso periodista, dotado de una excepcional capacidad de trabajo, Denegri se vendió al sistema político que se gestaba, convirtiéndose en sinónimo de poder y corrupción periodística. En virtud del “cochupo” hizo de su trabajo reporteril una verdadera mina de oro. Fue un alcohólico y misógino empedernido, cuyos escándalos lo fueron hundiendo a los fondos de la violencia y la tragedia. Serna expone con impresionante conocimiento histórico y elegante crudeza las partes humana y profesional del personaje, logrando una novela histórica que por momentos escapa del género para sumergirse en las profundidades de los complejos, miedos, resentimientos y culpas que constituyen la parte más vulnerable del ser humano. Desde el punto de vista histórico, “El vendedor de silencio” explica el tránsito del México convulso a la monarquía sexenal que gobernó durante 70 años. Expone los principios, usos, costumbres y reglas no escritas en virtud de los cuales, como lo dijo el propio Carlos Denegri, “la Revolución Mexicana se bajó del caballo y se subió al Cadillac”. Un texto imperdible que exhibe lo más sublime y lo más deleznable de la política y el periodismo mexicanos, saturado de lugares y personajes conocidos para aquellos que ya no nos cocemos al primer hervor.

TERCER ACTO. BUENOS DESEOS POLÍTICOS PARA QUERÉTARO. Arranca el 2020, el año previo al de las definiciones políticas queretanas que será el 2021. Se tratará pues de meses de tensa calma, al finalizar los cuales probablemente se tendrá una perspectiva más clara de quienes serán los candidatos y cuales sus posibilidades. Y antes de eso, para que no haya ni dedicatorias ni sentimientos, conviene hacer una breve lista de buenos deseos políticos para Querétaro. Deseamos que quienes gobiernan no se vuelvan a meter en los procesos electorales, ni aquí ni desde la Gran Tenochtitlán. Querétaro es maduro y puede decidir. Quienes se metan lo harán por temor a perder privilegios o bien a que se les solicite rendir cuentas. Ojalá no se exhiban. También deseamos que en las campañas prevalezcan las ideas y las propuestas plausibles. Los queretanos estamos hartos de la demagogia y de ofrecimientos que resultan estúpidamente imposibles. Ojalá en esta ocasión quienes las elaboren sean especialistas en los temas y no nuevamente los publicistas. Deseamos que nuestros políticos no vuelvan a pecar de ingenuos y dejen de adquirir apoyos inexistentes de personajes sobrevaluados e indeseables. Ojalá sus miedos no los conviertan una vez más en rehenes de los bucaneros de la política acomodaticios de siempre. Finalmente, deseamos que, gane quien gane, se construyan gobiernos incluyentes en los que la capacidad prevalezca y se reclute más que a los incondicionales, que con el tiempo terminan siendo los más traidores, a personas preparadas, honorables y dispuestas.

TRAS BAMBALINAS. MORRIS GARCÍA ALCOCER. Hace unos días falleció el distinguido queretano José Antonio “Morris” García Alcocer. Fue un espléndido abogado, reconocido por su bonhomía y admirado por su generoso liderazgo familiar. Nuestras más sentidas condolencias a toda la familia García Alcocer. Descanse en paz.


Notario Público 19 de Querétaro.

ferortiz@notaria19qro.com

PRIMER ACTO. TIEMPOS RECIOS. En estos días de descanso tuvimos oportunidad de leer dos buenos libros, “Tiempos recios” de Mario Vargas Llosa y “El vendedor de silencio” de Enrique Serna. En ambos casos se trata de excelentes novelas históricas. Y, como afirma el propio Serna en su texto, la diferencia entre la historia y la novela histórica es que en el primer caso se busca el “como fue”, mientras que el novelista plantea el “cómo pudo haber sido”. Somos lectores por afición - villamelones de las letras pues - y ni remotamente pretendemos hacer crítica literaria. Sin embargo, si bien disfrutamos ambas historias, nos resultó muy satisfactorio que el libro del mexicano Enrique Serna superara en nuestro gusto al del prestigiadísimo Vargas Llosa. En “Tiempos recios” Vargas Llosa novela la injerencia norteamericana en la vida política centroamericana de mediados del siglo pasado. En plena Guerra Fría el gobierno norteamericano pone y quita gobiernos en Latinoamérica arguyendo motivos de seguridad, cuando lo que se protegía eran intereses meramente económicos, mediante la entonces novedosa manipulación de la opinión pública y el generoso patrocinio de golpes de estado. Lo curioso es que si bien cambian los métodos, en algunos casos las tramas parecen actuales, por lo que la novela de Vargas Llosa parece dar saltos de siete décadas para exhibir con elegancia como las cosas pueden cambiar tan poco después de tanto tiempo.

SEGUNDO ACTO. EL VENDEDOR DE SILENCIO. Por su parte, en “El vendedor de silencio” el escritor Enrique Serna novela con maestría la vida y trayectoria de Carlos Denegri, el oscuro periodista de quien Julio Sherer afirmó en su momento ser “el mejor y el más vil de los reporteros”. Carlos Denegri fue el principal líder de opinión del México también de mediados del siglo pasado. Talentoso periodista, dotado de una excepcional capacidad de trabajo, Denegri se vendió al sistema político que se gestaba, convirtiéndose en sinónimo de poder y corrupción periodística. En virtud del “cochupo” hizo de su trabajo reporteril una verdadera mina de oro. Fue un alcohólico y misógino empedernido, cuyos escándalos lo fueron hundiendo a los fondos de la violencia y la tragedia. Serna expone con impresionante conocimiento histórico y elegante crudeza las partes humana y profesional del personaje, logrando una novela histórica que por momentos escapa del género para sumergirse en las profundidades de los complejos, miedos, resentimientos y culpas que constituyen la parte más vulnerable del ser humano. Desde el punto de vista histórico, “El vendedor de silencio” explica el tránsito del México convulso a la monarquía sexenal que gobernó durante 70 años. Expone los principios, usos, costumbres y reglas no escritas en virtud de los cuales, como lo dijo el propio Carlos Denegri, “la Revolución Mexicana se bajó del caballo y se subió al Cadillac”. Un texto imperdible que exhibe lo más sublime y lo más deleznable de la política y el periodismo mexicanos, saturado de lugares y personajes conocidos para aquellos que ya no nos cocemos al primer hervor.

TERCER ACTO. BUENOS DESEOS POLÍTICOS PARA QUERÉTARO. Arranca el 2020, el año previo al de las definiciones políticas queretanas que será el 2021. Se tratará pues de meses de tensa calma, al finalizar los cuales probablemente se tendrá una perspectiva más clara de quienes serán los candidatos y cuales sus posibilidades. Y antes de eso, para que no haya ni dedicatorias ni sentimientos, conviene hacer una breve lista de buenos deseos políticos para Querétaro. Deseamos que quienes gobiernan no se vuelvan a meter en los procesos electorales, ni aquí ni desde la Gran Tenochtitlán. Querétaro es maduro y puede decidir. Quienes se metan lo harán por temor a perder privilegios o bien a que se les solicite rendir cuentas. Ojalá no se exhiban. También deseamos que en las campañas prevalezcan las ideas y las propuestas plausibles. Los queretanos estamos hartos de la demagogia y de ofrecimientos que resultan estúpidamente imposibles. Ojalá en esta ocasión quienes las elaboren sean especialistas en los temas y no nuevamente los publicistas. Deseamos que nuestros políticos no vuelvan a pecar de ingenuos y dejen de adquirir apoyos inexistentes de personajes sobrevaluados e indeseables. Ojalá sus miedos no los conviertan una vez más en rehenes de los bucaneros de la política acomodaticios de siempre. Finalmente, deseamos que, gane quien gane, se construyan gobiernos incluyentes en los que la capacidad prevalezca y se reclute más que a los incondicionales, que con el tiempo terminan siendo los más traidores, a personas preparadas, honorables y dispuestas.

TRAS BAMBALINAS. MORRIS GARCÍA ALCOCER. Hace unos días falleció el distinguido queretano José Antonio “Morris” García Alcocer. Fue un espléndido abogado, reconocido por su bonhomía y admirado por su generoso liderazgo familiar. Nuestras más sentidas condolencias a toda la familia García Alcocer. Descanse en paz.


Notario Público 19 de Querétaro.

ferortiz@notaria19qro.com