/ jueves 23 de julio de 2020

El Teatro de la República

PRIMER ACTO. MANCHADOS. Desde la creación del organismo plural y - dizque - ciudadano que organiza las elecciones en México, la selección o elección de quienes integran su Consejo General ha sido un proceso complicado y controvertido. Siempre visto por los malosos de la grilla como una oportunidad para meter mano a las elecciones e irremediablemente partidizado - por cierto, la más penosa expresión de lo politizado -. En todos y cada uno de los momentos de su evolución, este punto ha constituido el primer y, en ocasiones, más complicado obstáculo para lograr la indispensable confianza ciudadana en la autoridad electoral. Porque al final, como está ocurriendo ahora, sean quienes sean los ungidos e independientemente de su capacidad y calidad, llegan manchados por los intereses de sus mecenas. Tristemente, la manera en la que han llegado al hoy INE los denominados consejeros electorales ha sido abiertamente cupular y desaseada. Una negociación de cuotas y cuates - lo que siempre dicen que no va a ocurrir y es precisamente lo que sucede - que solo ha logrado establecer un organismo semilegítimo, integrado por personajes con amplia preparación académica pero con aún más amplios compromisos con tal o cual fuerza política, grupo o personaje. Así que se trata de un “déjà vu”.

SEGUNDO ACTO. LA EVOLUCIÓN DEL INE. La ruta de independencia del árbitro electoral inicia en 1973 cuando se extingue la Comisión Federal de Vigilancia Electoral para dar paso a la Comisión Federal Electoral, organismo plural en el que participaban representantes de todos los partidos políticos con registro legal. Poco después, como resultado de la promulgación de la Ley de Organizaciones Políticas y Procesos Electorales (LOPPE), se amplió la Comisión Federal Electoral quedando integrada por el Secretario de Gobernación, un representante de cada una de las Cámaras del Congreso de la Unión, un representante de cada partido político con registro y un notario público. La reforma constitucional de 1987 introdujo el criterio de representación proporcional en la conformación de la Comisión Federal Electoral. Sin embargo, en 1990 tiene lugar el punto de quiebre para la “ciudadanización” del organismo encargado de la organización de las elecciones en México. Con motivo de una amplia reforma constitucional, se promulga el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (COFIPE) y se crea el Instituto Federal Electoral (IFE) con el fin de garantizar la imparcialidad de la autoridad electoral y hacer prevalecer los principios de certeza, transparencia y legalidad en las elecciones federales. Con la reforma electoral de 1994 se establece la figura de los “consejeros ciudadanos” y en 1996 se excluye totalmente al Ejecutivo de participar en la integración del Consejo General del IFE. Finalmente, en 2014 el IFE evoluciona en el Instituto Nacional Electoral (INE) para homologar los criterios electorales federales con los locales.

TERCER ACTO. RESULTADOS. En el 2000 Vicente Fox (Alianza por el cambio) consumó una histórica alternancia con el 42% de los votos, seguido por Francisco Labastida (PRI) con 36% y Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano (Alianza por México) con 17%. La cerrada elección federal de 2006 se resolvió en favor de Felipe Calderón (PAN) con el 35.91% de los votos frente a un Andrés Manuel López Obrador (Coalición por el bien de todos) que alcanzó el 35.29%. En tercer lugar se colocó Roberto Madrazo (Alianza por México) con el 22%. En 2012 Enrique Peña Nieto (Compromiso por México) se llevó la elección presidencial con el 38% de los sufragios, seguido por Andrés Manuel López Obrador (Movimiento Progresista) con 35% y Josefina Vázquez Mota (PAN) con 25%. En la elección federal de 2018 Andrés Manuel López Obrador (Juntos haremos historia) ganó con el 53% de los votos, mientras que Ricardo Anaya (Por México al frente) obtuvo el 22% y José Antonio Meade (Todos por México) solamente un 16%. Así que nuestro espectro electoral es tan peculiar que da para que en menos de dos décadas se ganara el Ejecutivo Federal con 35% o 53%, o sea que una variación de casi 20 puntos puede ser irrelevante para el resultado, dependiendo como se acomoden otros factores diversos al sufragio. Vamos a ver como se vienen las intermedias del 2021.

TRAS BAMBALINAS. CRITERIO DE OPORTUNIDAD. La justificación del criterio de oportunidad en materia penal es simple: toda vez que ningún país logra sancionar la totalidad de los delitos que se cometen, en aras de la eficacia resulta conveniente negociar el no ejercicio de la acción penal en ciertos casos a cambio de información y evidencias que permitan investigar y sancionar delitos de mayor impacto e importancia. Si bien es legal, ¿para usted es éticamente válido?


Notario Público 19 de Querétaro

ferortiz@notaria19qro.com

PRIMER ACTO. MANCHADOS. Desde la creación del organismo plural y - dizque - ciudadano que organiza las elecciones en México, la selección o elección de quienes integran su Consejo General ha sido un proceso complicado y controvertido. Siempre visto por los malosos de la grilla como una oportunidad para meter mano a las elecciones e irremediablemente partidizado - por cierto, la más penosa expresión de lo politizado -. En todos y cada uno de los momentos de su evolución, este punto ha constituido el primer y, en ocasiones, más complicado obstáculo para lograr la indispensable confianza ciudadana en la autoridad electoral. Porque al final, como está ocurriendo ahora, sean quienes sean los ungidos e independientemente de su capacidad y calidad, llegan manchados por los intereses de sus mecenas. Tristemente, la manera en la que han llegado al hoy INE los denominados consejeros electorales ha sido abiertamente cupular y desaseada. Una negociación de cuotas y cuates - lo que siempre dicen que no va a ocurrir y es precisamente lo que sucede - que solo ha logrado establecer un organismo semilegítimo, integrado por personajes con amplia preparación académica pero con aún más amplios compromisos con tal o cual fuerza política, grupo o personaje. Así que se trata de un “déjà vu”.

SEGUNDO ACTO. LA EVOLUCIÓN DEL INE. La ruta de independencia del árbitro electoral inicia en 1973 cuando se extingue la Comisión Federal de Vigilancia Electoral para dar paso a la Comisión Federal Electoral, organismo plural en el que participaban representantes de todos los partidos políticos con registro legal. Poco después, como resultado de la promulgación de la Ley de Organizaciones Políticas y Procesos Electorales (LOPPE), se amplió la Comisión Federal Electoral quedando integrada por el Secretario de Gobernación, un representante de cada una de las Cámaras del Congreso de la Unión, un representante de cada partido político con registro y un notario público. La reforma constitucional de 1987 introdujo el criterio de representación proporcional en la conformación de la Comisión Federal Electoral. Sin embargo, en 1990 tiene lugar el punto de quiebre para la “ciudadanización” del organismo encargado de la organización de las elecciones en México. Con motivo de una amplia reforma constitucional, se promulga el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (COFIPE) y se crea el Instituto Federal Electoral (IFE) con el fin de garantizar la imparcialidad de la autoridad electoral y hacer prevalecer los principios de certeza, transparencia y legalidad en las elecciones federales. Con la reforma electoral de 1994 se establece la figura de los “consejeros ciudadanos” y en 1996 se excluye totalmente al Ejecutivo de participar en la integración del Consejo General del IFE. Finalmente, en 2014 el IFE evoluciona en el Instituto Nacional Electoral (INE) para homologar los criterios electorales federales con los locales.

TERCER ACTO. RESULTADOS. En el 2000 Vicente Fox (Alianza por el cambio) consumó una histórica alternancia con el 42% de los votos, seguido por Francisco Labastida (PRI) con 36% y Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano (Alianza por México) con 17%. La cerrada elección federal de 2006 se resolvió en favor de Felipe Calderón (PAN) con el 35.91% de los votos frente a un Andrés Manuel López Obrador (Coalición por el bien de todos) que alcanzó el 35.29%. En tercer lugar se colocó Roberto Madrazo (Alianza por México) con el 22%. En 2012 Enrique Peña Nieto (Compromiso por México) se llevó la elección presidencial con el 38% de los sufragios, seguido por Andrés Manuel López Obrador (Movimiento Progresista) con 35% y Josefina Vázquez Mota (PAN) con 25%. En la elección federal de 2018 Andrés Manuel López Obrador (Juntos haremos historia) ganó con el 53% de los votos, mientras que Ricardo Anaya (Por México al frente) obtuvo el 22% y José Antonio Meade (Todos por México) solamente un 16%. Así que nuestro espectro electoral es tan peculiar que da para que en menos de dos décadas se ganara el Ejecutivo Federal con 35% o 53%, o sea que una variación de casi 20 puntos puede ser irrelevante para el resultado, dependiendo como se acomoden otros factores diversos al sufragio. Vamos a ver como se vienen las intermedias del 2021.

TRAS BAMBALINAS. CRITERIO DE OPORTUNIDAD. La justificación del criterio de oportunidad en materia penal es simple: toda vez que ningún país logra sancionar la totalidad de los delitos que se cometen, en aras de la eficacia resulta conveniente negociar el no ejercicio de la acción penal en ciertos casos a cambio de información y evidencias que permitan investigar y sancionar delitos de mayor impacto e importancia. Si bien es legal, ¿para usted es éticamente válido?


Notario Público 19 de Querétaro

ferortiz@notaria19qro.com