/ jueves 27 de agosto de 2020

El Teatro de la República

PRIMER ACTO. DISGREGADA OPOSICIÓN. Según las últimas encuestas, todo indica que la “estrategia” de confrontar políticamente al país, terminará por favorecer a quienes se buscaba descalificar. Los ánimos postelectorales jamás se enfriaron y, por el contrario, llevaron a los más radicales de la oposición a buscar el descarrilamiento del proyecto de AMLO a través del permanente e inclemente cuestionamiento de todo lo que hace o deja de hacer la denominada 4T. El problema es que el tránsito de la reyerta electoral a los terrenos de las políticas públicas, ha provocado un maniqueísmo tal que solo van quedando dos bandos: defensores y detractores de esa 4T. Sin embargo, los número exhiben que la radicalización del pleito está favoreciendo al proyecto lopezobradorista, concretamente a MORENA. Esto es así porque toda la fanaticada lopezobradorista irá por MORENA, mientras que quienes lo aborrecen estarán segmentados en diversas opciones de las cuales si bien destaca el PAN, es un hecho que no aglutina. Por otro lado, es lamentable la prevalencia de esa absurda dicotomía entre fifís y chairos, porque en el fondo supone aquella de entre ricos y pobres, pero es claro que en todo el mundo - y muy particularmente en México - son muchos más los segundos que los primeros. Así que ponerse a echar vencidas con el asistencialismo en un país con las condiciones sociales del nuestro es una apuesta perdida. Por lo que si bien la división social fortalece a la 4T, más aún lo hace la fragmentación de la oposición que no solo suma a la pléyade de existentes con registro más nuevos partidos, sino hasta movimientos estériles como el FRENA y los que se acumulen esta semana. Parece que el peor enemigo de la oposición a AMLO terminará siendo la disgregada oposición a AMLO.

SEGUNDO ACTO. VERDADEROS GOBIERNOS DE COALICIÓN. Ya lo hemos planteado antes, en la legislación mexicana solamente se contemplan las alianzas electorales, que ya han acreditado ser más bien electoreras, como una figura en la que distintas fuerzas partidarias postulan a un candidato común. Se trata de verdaderos ejercicios de aglutinación de votos cuyas contraprestaciones van en función de curules congresionales y escaños senatoriales. El problema es que se ha perdido de vista que las elecciones son un medio y no un fin. Que la democracia comienza en los procesos electorales pero se consuma con gobiernos eficaces. En este sentido, es un tanto cuanto absurdo que quienes se coaligan para hacer una oferta política solamente estén obligados a sostenerla a manera de promesa y no a cumplirla como responsables del gobierno. Además, estos maridajes son producto de la necesidad y la ambición política que lastiman la congruencia ideológica que por mandato constitucional se supone enarbolan los partidos políticos. En las actuales condiciones las alianzas nacen y se mueren con los procesos electorales. De ahí que, efectivamente, haga falta establecer un mecanismo para que dichas ofertas comunes hechas en campaña trasciendan de la lucha por el poder a su ejercicio si es que el sufragio popular favorece a la susodicha oferta aliancista.

TERCER ACTO. ORNITORRINCOS POLÍTICOS. Sería sano contar con el fundamento legal para las coaliciones de gobierno, que no es sino requerir a los partidos políticos que hagan una alianza que al mismo tiempo suscriban un acuerdo público de las posiciones que la fuerza política mayoritaria se compromete a compartir con los partidos que la acompasen y ayuden a ganar la elección. Además, es un tema de transparencia que permite a los electores saber qué clase de gobierno se tendría si prevalece esa oferta electoral, aunque en no pocas ocasiones estos lances generan verdaderos ornitorrincos políticos.

TRAS BAMBALINAS. EL QUE MUCHO ABARCA... La embestida de AMLO en contra de prácticamente toda la fauna política del pasado le va restando seriedad a sus acciones. No hay que olvidar que el que mucho abarca… poco aprieta.

Notario Público 19 de Querétaro.

ferortiz@notaria19qro.com

PRIMER ACTO. DISGREGADA OPOSICIÓN. Según las últimas encuestas, todo indica que la “estrategia” de confrontar políticamente al país, terminará por favorecer a quienes se buscaba descalificar. Los ánimos postelectorales jamás se enfriaron y, por el contrario, llevaron a los más radicales de la oposición a buscar el descarrilamiento del proyecto de AMLO a través del permanente e inclemente cuestionamiento de todo lo que hace o deja de hacer la denominada 4T. El problema es que el tránsito de la reyerta electoral a los terrenos de las políticas públicas, ha provocado un maniqueísmo tal que solo van quedando dos bandos: defensores y detractores de esa 4T. Sin embargo, los número exhiben que la radicalización del pleito está favoreciendo al proyecto lopezobradorista, concretamente a MORENA. Esto es así porque toda la fanaticada lopezobradorista irá por MORENA, mientras que quienes lo aborrecen estarán segmentados en diversas opciones de las cuales si bien destaca el PAN, es un hecho que no aglutina. Por otro lado, es lamentable la prevalencia de esa absurda dicotomía entre fifís y chairos, porque en el fondo supone aquella de entre ricos y pobres, pero es claro que en todo el mundo - y muy particularmente en México - son muchos más los segundos que los primeros. Así que ponerse a echar vencidas con el asistencialismo en un país con las condiciones sociales del nuestro es una apuesta perdida. Por lo que si bien la división social fortalece a la 4T, más aún lo hace la fragmentación de la oposición que no solo suma a la pléyade de existentes con registro más nuevos partidos, sino hasta movimientos estériles como el FRENA y los que se acumulen esta semana. Parece que el peor enemigo de la oposición a AMLO terminará siendo la disgregada oposición a AMLO.

SEGUNDO ACTO. VERDADEROS GOBIERNOS DE COALICIÓN. Ya lo hemos planteado antes, en la legislación mexicana solamente se contemplan las alianzas electorales, que ya han acreditado ser más bien electoreras, como una figura en la que distintas fuerzas partidarias postulan a un candidato común. Se trata de verdaderos ejercicios de aglutinación de votos cuyas contraprestaciones van en función de curules congresionales y escaños senatoriales. El problema es que se ha perdido de vista que las elecciones son un medio y no un fin. Que la democracia comienza en los procesos electorales pero se consuma con gobiernos eficaces. En este sentido, es un tanto cuanto absurdo que quienes se coaligan para hacer una oferta política solamente estén obligados a sostenerla a manera de promesa y no a cumplirla como responsables del gobierno. Además, estos maridajes son producto de la necesidad y la ambición política que lastiman la congruencia ideológica que por mandato constitucional se supone enarbolan los partidos políticos. En las actuales condiciones las alianzas nacen y se mueren con los procesos electorales. De ahí que, efectivamente, haga falta establecer un mecanismo para que dichas ofertas comunes hechas en campaña trasciendan de la lucha por el poder a su ejercicio si es que el sufragio popular favorece a la susodicha oferta aliancista.

TERCER ACTO. ORNITORRINCOS POLÍTICOS. Sería sano contar con el fundamento legal para las coaliciones de gobierno, que no es sino requerir a los partidos políticos que hagan una alianza que al mismo tiempo suscriban un acuerdo público de las posiciones que la fuerza política mayoritaria se compromete a compartir con los partidos que la acompasen y ayuden a ganar la elección. Además, es un tema de transparencia que permite a los electores saber qué clase de gobierno se tendría si prevalece esa oferta electoral, aunque en no pocas ocasiones estos lances generan verdaderos ornitorrincos políticos.

TRAS BAMBALINAS. EL QUE MUCHO ABARCA... La embestida de AMLO en contra de prácticamente toda la fauna política del pasado le va restando seriedad a sus acciones. No hay que olvidar que el que mucho abarca… poco aprieta.

Notario Público 19 de Querétaro.

ferortiz@notaria19qro.com