/ jueves 29 de octubre de 2020

El Teatro de la República

PRIMER ACTO. ASAMBLEÍSMO. En Francia se había instalado el autoritarismo de la monarquía hasta la reunión de los Estados Generales convocados por Luis XVI en 1789. Con la transformación de éstos en Asamblea Nacional, dio inicio el movimiento revolucionario que culminará con la ejecución del monarca y la proclamación de la República francesa. La constitución jacobina de 1793 llevó al extremo la preeminencia del órgano legislativo, estableciendo el llamado “Gobierno de Asamblea” con un predominio absoluto del parlamento sobre los otros órganos de poder. Sin llegar a los extremos del asambleísmo francés, el denominado gobierno parlamentario se impuso en Europa continental e Inglaterra. Con la dicotomía del Ejecutivo en monarca - jefe de Estado - y primer ministro - jefe de Gobierno - se debilitó al Ejecutivo, incrementándose el poder del Legislativo.

SEGUNDO ACTO. PRESIDENCIALISMO. En la constitución estadounidense de 1789 se introduce una nueva fórmula: el régimen presidencial. Este mecanismo de gobierno pretende un equilibrio de los tres órganos de poder que menciona Montesquieu. Aquí las funciones de jefe de Estado y de jefe de Gobierno se reúnen o concurren en una sola persona, el Presidente de la República, quien es electo popularmente y cuyos colaboradores no están sujetos a la confianza del órgano legislativo. Debido a la influencia de la independencia norteamericana, cuando logran la propia, la mayoría de las colonias de España y Portugal adoptan el régimen presidencialista, sin embargo, debido al arraigado centralismo y autoritarismo de las metrópolis, lejos de un equilibrio la supremacía del caudillismo militar se impuso a los débiles legislativos.

TERCER ACTO. PARLAMENTOS MODERNOS. Luego entonces, si nos preguntamos cuáles fueron las determinantes históricas y políticas que permitieron el surgimiento de los órganos legislativos tal y como los entendemos actualmente, encontramos que la respuesta es bastante compleja pues en la formación de los parlamentos contemporáneos incidieron múltiples factores. Sin embargo, como bien señala Mauricio Cotta, es posible afirmar que para la consolidación y desarrollo de las instituciones parlamentarias se ha requerido de un delicado equilibrio de fuerzas entre el “poder central” y los “poderes periféricos”. De esta breve reseña podemos concluir que si bien el Poder Legislativo ha sufrido una serie de transformaciones y ajustes a lo largo de la historia, las razones de su origen y ciertas características definitorias permanecen. Asimismo, también es constante su aspiración natural hacia la institucionalización, esto es, su vocación hacia una presencia política más determinante. Es posible deducir además que la función propiamente legislativa - la elaboración de las normas jurídicas - fue ejercida por los parlamentos del medioevo en forma “conservadora” mediante la consolidación del derecho consuetudinario y anteponiendo la defensa de los privilegios vigentes. En los parlamentos modernos ocurre exactamente lo contrario: la tarea de legislar se asume de manera decididamente “innovadora” a través de la producción de nuevas leyes. Si bien el origen del parlamento no se puede interpretar como un intento por instaurar sistemas políticos democráticos, debemos reconocer que el desarrollo de las asambleas deliberativas fue un factor fundamental en la construcción del ideal democrático.

TRAS BAMBALINAS. CONCLUSIÓN. El órgano legislativo se convirtió en el centro del debate político. Como consecuencia de los efectos económicos, políticos y sociales del advenimiento del capitalismo en el siglo XVIII, así como con los derivados de las guerras mundiales del siglo XX, los parlamentos se vieron obligados a recuperar espacios en nombre del pueblo hasta llegar a convertirse en las entidades públicas de mayor trascendencia. En la actualidad, los parlamentos constituyen los centros más importantes para la toma de las determinaciones públicas. De estar afuera, pasaron a formar parte hasta conquistar el poder dentro de la estructura del poder mismo. Y eso los hace cautivadoramente importantes en el presente y futuro de la política.


Notario Público 19 de Querétaro.

ferortiz@notaria19qro.com

PRIMER ACTO. ASAMBLEÍSMO. En Francia se había instalado el autoritarismo de la monarquía hasta la reunión de los Estados Generales convocados por Luis XVI en 1789. Con la transformación de éstos en Asamblea Nacional, dio inicio el movimiento revolucionario que culminará con la ejecución del monarca y la proclamación de la República francesa. La constitución jacobina de 1793 llevó al extremo la preeminencia del órgano legislativo, estableciendo el llamado “Gobierno de Asamblea” con un predominio absoluto del parlamento sobre los otros órganos de poder. Sin llegar a los extremos del asambleísmo francés, el denominado gobierno parlamentario se impuso en Europa continental e Inglaterra. Con la dicotomía del Ejecutivo en monarca - jefe de Estado - y primer ministro - jefe de Gobierno - se debilitó al Ejecutivo, incrementándose el poder del Legislativo.

SEGUNDO ACTO. PRESIDENCIALISMO. En la constitución estadounidense de 1789 se introduce una nueva fórmula: el régimen presidencial. Este mecanismo de gobierno pretende un equilibrio de los tres órganos de poder que menciona Montesquieu. Aquí las funciones de jefe de Estado y de jefe de Gobierno se reúnen o concurren en una sola persona, el Presidente de la República, quien es electo popularmente y cuyos colaboradores no están sujetos a la confianza del órgano legislativo. Debido a la influencia de la independencia norteamericana, cuando logran la propia, la mayoría de las colonias de España y Portugal adoptan el régimen presidencialista, sin embargo, debido al arraigado centralismo y autoritarismo de las metrópolis, lejos de un equilibrio la supremacía del caudillismo militar se impuso a los débiles legislativos.

TERCER ACTO. PARLAMENTOS MODERNOS. Luego entonces, si nos preguntamos cuáles fueron las determinantes históricas y políticas que permitieron el surgimiento de los órganos legislativos tal y como los entendemos actualmente, encontramos que la respuesta es bastante compleja pues en la formación de los parlamentos contemporáneos incidieron múltiples factores. Sin embargo, como bien señala Mauricio Cotta, es posible afirmar que para la consolidación y desarrollo de las instituciones parlamentarias se ha requerido de un delicado equilibrio de fuerzas entre el “poder central” y los “poderes periféricos”. De esta breve reseña podemos concluir que si bien el Poder Legislativo ha sufrido una serie de transformaciones y ajustes a lo largo de la historia, las razones de su origen y ciertas características definitorias permanecen. Asimismo, también es constante su aspiración natural hacia la institucionalización, esto es, su vocación hacia una presencia política más determinante. Es posible deducir además que la función propiamente legislativa - la elaboración de las normas jurídicas - fue ejercida por los parlamentos del medioevo en forma “conservadora” mediante la consolidación del derecho consuetudinario y anteponiendo la defensa de los privilegios vigentes. En los parlamentos modernos ocurre exactamente lo contrario: la tarea de legislar se asume de manera decididamente “innovadora” a través de la producción de nuevas leyes. Si bien el origen del parlamento no se puede interpretar como un intento por instaurar sistemas políticos democráticos, debemos reconocer que el desarrollo de las asambleas deliberativas fue un factor fundamental en la construcción del ideal democrático.

TRAS BAMBALINAS. CONCLUSIÓN. El órgano legislativo se convirtió en el centro del debate político. Como consecuencia de los efectos económicos, políticos y sociales del advenimiento del capitalismo en el siglo XVIII, así como con los derivados de las guerras mundiales del siglo XX, los parlamentos se vieron obligados a recuperar espacios en nombre del pueblo hasta llegar a convertirse en las entidades públicas de mayor trascendencia. En la actualidad, los parlamentos constituyen los centros más importantes para la toma de las determinaciones públicas. De estar afuera, pasaron a formar parte hasta conquistar el poder dentro de la estructura del poder mismo. Y eso los hace cautivadoramente importantes en el presente y futuro de la política.


Notario Público 19 de Querétaro.

ferortiz@notaria19qro.com