/ jueves 6 de mayo de 2021

El Teatro de la República

PRIMER ACTO. LA LUCHA POR EL PODER ES LA QUE DETERMINA SU EJERCICIO. En política los tiempos son esenciales. Para tener éxito en el ajedrez del poder, se debe acreditar capacidad para conocer, interpretar y prever el calendario político. Y en el caso de México, desde hace casi tres décadas, las acciones gubernamentales relevantes se someten a la omnipresente valoración del denominado “costo político”; ya sea de manera programática o bien por necesidad, esto es, en forma reactiva en lo que se conoce como control de daños. Paradójicamente la lucha por el poder es la que determina su ejercicio, cuando la lógica dictaría que fuera exactamente al revés.

SEGUNDO ACTO. TSUNAMI ELECTORAL. Y es precisamente en este segundo contexto, como control de daños, que los acontecimientos obligan a la toma de decisiones, previo cálculo del costo político. Y vamos al grano. La tragedia de la Línea 12 del Metro en la Ciudad de México tiene un evidente e inmediato costo político para la administración lopezobradorista. Eso que ni qué. Si somos objetivos, existe una cadena de responsabilidades que incluye a quienes proyectaron y realizaron la obra, a los que no le dieron el mantenimiento correspondiente y a quienes la han operado y, supuestamente, supervisado. Sin embargo, como todo está “electorizado”, el costo político extendido también será para la autodenominada 4T. La gran ola de este tsunami irremediablemente reventará en las costas de las elecciones intermedias, llevándose parte de las aspiraciones políticas de Morena. Y esto no es ni deseo ni predicción. Es simple y sencillamente lo que pasa cuando estas cosas pasan.

TERCER ACTO. PÉSIMA REACCIÓN. A la tragedia hay que agregar la poco empática por no llamar insensible reacción presidencial. La desesperación siempre es mala consejera. En nada ayudó la premura en las reacciones de los involucrados. Ni siquiera se sabía el número de muertos y ya hablaban hasta de peritajes escandinavos - despreciando la capacidad técnica nacional “by the way” - en un desesperado intento de control de daños. La imposibilidad de utilizar la línea 12 y todo indica otras 4 líneas más que acusan semejantes daños y, consecuentemente, importan los mismos riesgos, afectará a millones de usuarios del Valle de México. El otrora feudo lopezobradorista que a partir de ahora en lugar de sumarle podría comenzar a restarle. Y para colmo se exhibe a los dos precandidatos morenos para el 2024 - Claudia y Marcelo - y todo a 1 mes de las elecciones.

TRAS BAMBALINAS. ¿QUÉ SIGUE? La 4T ha acreditado habilidad para soltar señuelos mediáticos que distraen al respetable de los asuntos que no les convienen y, además, sirve que paralelamente le suenan sus coscorrones a los enemigos; de ahí que sea previsible ante la proximidad de la elección intermedia que desde Palacio Nacional se instruya lanzar un par de obuses mediáticos para estos fines. Y, dada la magnitud de la cuestión, se espera que sean de alto impacto.

Notario Público 19 de Querétaro.

ferortiz@notaria19qro.com

PRIMER ACTO. LA LUCHA POR EL PODER ES LA QUE DETERMINA SU EJERCICIO. En política los tiempos son esenciales. Para tener éxito en el ajedrez del poder, se debe acreditar capacidad para conocer, interpretar y prever el calendario político. Y en el caso de México, desde hace casi tres décadas, las acciones gubernamentales relevantes se someten a la omnipresente valoración del denominado “costo político”; ya sea de manera programática o bien por necesidad, esto es, en forma reactiva en lo que se conoce como control de daños. Paradójicamente la lucha por el poder es la que determina su ejercicio, cuando la lógica dictaría que fuera exactamente al revés.

SEGUNDO ACTO. TSUNAMI ELECTORAL. Y es precisamente en este segundo contexto, como control de daños, que los acontecimientos obligan a la toma de decisiones, previo cálculo del costo político. Y vamos al grano. La tragedia de la Línea 12 del Metro en la Ciudad de México tiene un evidente e inmediato costo político para la administración lopezobradorista. Eso que ni qué. Si somos objetivos, existe una cadena de responsabilidades que incluye a quienes proyectaron y realizaron la obra, a los que no le dieron el mantenimiento correspondiente y a quienes la han operado y, supuestamente, supervisado. Sin embargo, como todo está “electorizado”, el costo político extendido también será para la autodenominada 4T. La gran ola de este tsunami irremediablemente reventará en las costas de las elecciones intermedias, llevándose parte de las aspiraciones políticas de Morena. Y esto no es ni deseo ni predicción. Es simple y sencillamente lo que pasa cuando estas cosas pasan.

TERCER ACTO. PÉSIMA REACCIÓN. A la tragedia hay que agregar la poco empática por no llamar insensible reacción presidencial. La desesperación siempre es mala consejera. En nada ayudó la premura en las reacciones de los involucrados. Ni siquiera se sabía el número de muertos y ya hablaban hasta de peritajes escandinavos - despreciando la capacidad técnica nacional “by the way” - en un desesperado intento de control de daños. La imposibilidad de utilizar la línea 12 y todo indica otras 4 líneas más que acusan semejantes daños y, consecuentemente, importan los mismos riesgos, afectará a millones de usuarios del Valle de México. El otrora feudo lopezobradorista que a partir de ahora en lugar de sumarle podría comenzar a restarle. Y para colmo se exhibe a los dos precandidatos morenos para el 2024 - Claudia y Marcelo - y todo a 1 mes de las elecciones.

TRAS BAMBALINAS. ¿QUÉ SIGUE? La 4T ha acreditado habilidad para soltar señuelos mediáticos que distraen al respetable de los asuntos que no les convienen y, además, sirve que paralelamente le suenan sus coscorrones a los enemigos; de ahí que sea previsible ante la proximidad de la elección intermedia que desde Palacio Nacional se instruya lanzar un par de obuses mediáticos para estos fines. Y, dada la magnitud de la cuestión, se espera que sean de alto impacto.

Notario Público 19 de Querétaro.

ferortiz@notaria19qro.com