/ lunes 19 de noviembre de 2018

Escaño 48

Otra oportunidad fallida


El pasado jueves en la Cámara alta se llevó a cabo la discusión y aprobación del dictamen para la aprobación de las leyes secundarias para darle vida al nombramiento del llamado Fiscal General, mismo que se da con referencia al artículo 102 constitucional.

Le quise poner como título a esta columna “otra oportunidad fallida” ya que considero que en realidad perdimos una gran oportunidad para lograr un cambio de fondo y de forma para combatir la inseguridad en este país.

De todos es sabido, la difícil circunstancia con la que se va a encontrar el nuevo gobierno para hacer frente a la inseguridad que hoy se vive en nuestro país, y si en algo debemos de estar de acuerdo es que se tiene que plantear una nueva estrategia que busque hacer un cambio profundo. Seguro de que este cambio no será un cambio fácil ni rápido, pero el bono democrático que tiene el gobierno entrante tendrá todo el apoyo y soporte no solo de sus partidarios o de aquellos que votaron por Morena, sino de todos los que creemos que el cambio que necesita nuestro país no se puede dar de un día para otro.

Veamos qué pasó en el sexenio de Felipe Calderón que le apostó a combatir el crimen organizado dándole más atribuciones al Ejército y a la Marina haciendo más condenables los castigos para este tipo de delitos y por otro lado se flexibilizaron los crímenes del fuero común empezando con el nuevo sistema de justicia penal donde se le dio ocho años a la implementación del mismo y con la llegada de Enrique Peña Nieto, a tres años de la fecha límite de iniciar en los estados todavía se tenían cantidad de pendientes y de rezagos imposibles de cumplir en ese plazo, mismo que debió haberse dado más tiempo para iniciar y hacerlo de forma paulatina.

El caso es que la realidad nos alcanzó y lo terrible que puede ocurrir es que son pocos los estados que están preparados con recursos o con personal capacitado para hacer frente a esta difícil situación.

Y ahora en el momento más complicado en la historia de la vida de nuestro país, en lo referente a la seguridad contamos con poco personal y además poco capacitados.

Se presentó la oportunidad de hacer un cambio de fondo, es decir cambiar el artículo 102 constitucional para que el nuevo Fiscal General de la República, hubiera sido verdaderamente alguien que sirviera a los ciudadanos y no al poder como ha sido siempre y esta nueva fiscalía se debió haber creado paulatinamente y no solo hacer un cambio de forma como lo es sustituir el nombre de Procuraduría General de la República (PGR) a Fiscalía, la cantidad de delitos que tenemos y con una institución débil como es el caso de la PGR no se puede prever una mejora de la seguridad si la impunidad sigue en los niveles que tenemos actualmente desgraciadamente este solo será un cambio de nombre y lo digo por los siguiente, el Ejecutivo pondrá y quitará al nuevos Fiscal y solamente ese hecho hace que le sirva de empleado y se subordine ante él, además de que será el Fiscal electo quien después de que pase el sexenio todavía permanezca en el cargo tres años más y será uno de sus atributos poner y quitar al Fiscal Anticorrupción y el que investigue los delitos electorales.

Viendo esta realidad y con una estrategia de seguridad incierta con la impunidad y corrupción que se ha dado, no veo cómo se puedan esperar resultados diferentes si seguimos haciendo todo igual. El argumento del grupo parlamentario de Morena que hoy tiene mayoría en el Senado, es que así lo había hecho PRI y el PAN. Suponiendo sin conceder que así fuera, no es pretexto para no hacer un cambio de fondo que es lo que nuestro país ocupa en el momento tan incierto y complicado que están pasando muchas familias mexicanas.

Otra oportunidad fallida


El pasado jueves en la Cámara alta se llevó a cabo la discusión y aprobación del dictamen para la aprobación de las leyes secundarias para darle vida al nombramiento del llamado Fiscal General, mismo que se da con referencia al artículo 102 constitucional.

Le quise poner como título a esta columna “otra oportunidad fallida” ya que considero que en realidad perdimos una gran oportunidad para lograr un cambio de fondo y de forma para combatir la inseguridad en este país.

De todos es sabido, la difícil circunstancia con la que se va a encontrar el nuevo gobierno para hacer frente a la inseguridad que hoy se vive en nuestro país, y si en algo debemos de estar de acuerdo es que se tiene que plantear una nueva estrategia que busque hacer un cambio profundo. Seguro de que este cambio no será un cambio fácil ni rápido, pero el bono democrático que tiene el gobierno entrante tendrá todo el apoyo y soporte no solo de sus partidarios o de aquellos que votaron por Morena, sino de todos los que creemos que el cambio que necesita nuestro país no se puede dar de un día para otro.

Veamos qué pasó en el sexenio de Felipe Calderón que le apostó a combatir el crimen organizado dándole más atribuciones al Ejército y a la Marina haciendo más condenables los castigos para este tipo de delitos y por otro lado se flexibilizaron los crímenes del fuero común empezando con el nuevo sistema de justicia penal donde se le dio ocho años a la implementación del mismo y con la llegada de Enrique Peña Nieto, a tres años de la fecha límite de iniciar en los estados todavía se tenían cantidad de pendientes y de rezagos imposibles de cumplir en ese plazo, mismo que debió haberse dado más tiempo para iniciar y hacerlo de forma paulatina.

El caso es que la realidad nos alcanzó y lo terrible que puede ocurrir es que son pocos los estados que están preparados con recursos o con personal capacitado para hacer frente a esta difícil situación.

Y ahora en el momento más complicado en la historia de la vida de nuestro país, en lo referente a la seguridad contamos con poco personal y además poco capacitados.

Se presentó la oportunidad de hacer un cambio de fondo, es decir cambiar el artículo 102 constitucional para que el nuevo Fiscal General de la República, hubiera sido verdaderamente alguien que sirviera a los ciudadanos y no al poder como ha sido siempre y esta nueva fiscalía se debió haber creado paulatinamente y no solo hacer un cambio de forma como lo es sustituir el nombre de Procuraduría General de la República (PGR) a Fiscalía, la cantidad de delitos que tenemos y con una institución débil como es el caso de la PGR no se puede prever una mejora de la seguridad si la impunidad sigue en los niveles que tenemos actualmente desgraciadamente este solo será un cambio de nombre y lo digo por los siguiente, el Ejecutivo pondrá y quitará al nuevos Fiscal y solamente ese hecho hace que le sirva de empleado y se subordine ante él, además de que será el Fiscal electo quien después de que pase el sexenio todavía permanezca en el cargo tres años más y será uno de sus atributos poner y quitar al Fiscal Anticorrupción y el que investigue los delitos electorales.

Viendo esta realidad y con una estrategia de seguridad incierta con la impunidad y corrupción que se ha dado, no veo cómo se puedan esperar resultados diferentes si seguimos haciendo todo igual. El argumento del grupo parlamentario de Morena que hoy tiene mayoría en el Senado, es que así lo había hecho PRI y el PAN. Suponiendo sin conceder que así fuera, no es pretexto para no hacer un cambio de fondo que es lo que nuestro país ocupa en el momento tan incierto y complicado que están pasando muchas familias mexicanas.

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