Hace casi siete meses el coronavirus se manifestó, por primera vez, en nuestro país. Sin duda, su aparición ha hecho del 2020 uno de los años más complejos de nuestra historia. Sin embargo, no todos los males nacionales son atribuibles a la enfermedad, ya que aquí ya veníamos arrastrando una serie de problemas económicos y sociales, que convirtieron a esta crisis en la más grande que nos ha tocado vivir.
Desde entonces, nuestro grupo parlamentario, el de Acción Nacional, buscó la aprobación del Ingreso Básico Universal, que ayudaría a satisfacer las necesidades más apremiantes de los mexicanos y a que la bola de nieve, que hoy nos aplasta, no tuviera estas dimensiones. Pero la respuesta que encontramos, por parte del grupo mayoritario, siempre fue negativa.
Frente a esta realidad, la semana pasada senadores de distintas fuerzas políticas, ponderamos el bien común y presentamos una solicitud para realizar una consulta popular ciudadana que sí sirva. Porque, aunque Morena crea que para la gente la prioridad sean las rifas y los juicios políticos, aquí hay conflictos mucho más urgentes que resolver.
La consulta debe servir para preguntar sobre la necesidad que se tiene de contar con un apoyo, para todos los que se hayan visto afectados por esta crisis económica. Frente a la negativa del gobierno Federal, para nosotros es primordial que sean los propios ciudadanos quienes decidan si el gobierno debe apoyar económica y directamente a las familias.
No podemos ceder ante la insensibilidad que nos abruma. Tenemos que aprender a ser más solidarios. Por ello, desde marzo, nosotros solicitamos elaborar una Ley de Emergencia Económica y así poder entregar 3,207 pesos mensuales a los que más lo necesiten. Así, se podría apoyar hasta a 50 millones de trabajadores, que se hayan quedado sin empleo o sin su fuente de ingresos, para que puedan salir adelante.
Suponíamos que esta crisis provocaría pérdida de trabajos y quiebra masiva de empresas. ¡Y no nos equivocamos! Más de 12 millones de personas, que están sin trabajo, y 69 millones que no tienen ni para la canasta básica, deben contar con el Ingreso Básico Universal.
Hoy tenemos que colaborar en la generación de la riqueza y no apoyar en la distribución de la pobreza. Por ello, los ciudadanos deben sumarse a esta exigencia. Es su derecho. Unamos esfuerzos para que esta Ley se apruebe. No queremos estar como estábamos antes, pero tampoco como estamos hoy. Por eso, apoyemos en la construcción de un país más justo y próspero para todos.
*Coordinador del PAN en el Senado
