Conceptos
Los grandes salarios en la función pública son todo un tema en el que difícilmente podrán ganar en “popularidad” o aplausos los que hoy reciben buenos salarios en el gobierno.
Obviamente es insultante que un funcionario público gane 600 mil pesos al mes, habría que comprobar que realmente la información es correcta y ajustar en relación a las funciones un salario digno de acuerdo a las responsabilidades y al grado de preparación.
Estamos tocando una delgada línea y alentada desde el más alto nivel de responsabilidad política en el país; “satanizar” a las personas con posibilidades económicas y sobre todo con grandes aspiraciones de éxito en la vida, no es algo sano y no creo que sea la mejor forma que un líder tenga para alentar a su pueblo ya que una frase como la que el presidente López Obrador pronunció en su conferencia mañanera, nos deja mucho ver su forma de pensar de la gente que se prepara y tiene aspiraciones: “Hay unos que estudian hasta en universidades del extranjero, son hasta doctores, y van a allá a aprender malas mañas”.
No creo honestamente que ganar bien sea sinónimo de corrupción, creo que la corrupción se da por la falta de legalidad y por no respetar el estado de derecho; la corrupción no se acaba porque un funcionario público gane menos de 108 mil pesos.
México no es un país pequeño y los funcionarios que lo gobiernan no tienen responsabilidades menores; al contrario, tienen responsabilidades altas y decisiones importantes que tomar, que impactan en la vida de millones de mexicanos.
Un ejemplo claro es el de la ex ministra Olga Sánchez Cordero, que con su retiro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación tenía buenas percepciones económicas y ahora que enfrenta una responsabilidad tan delicada como lo es la Secretaría de Gobernación, no podrá ganar más de 108 mil pesos y mucho menos utilizar una aeronave oficial para atender una emergencia de su alta investidura.
La corrupción está en otros lados y no en los salarios de los funcionarios; los fideicomisos, los contratos, las licitaciones, las compras, la obra pública; ahí si hay millones de pesos en juego y eso es lo que debería de estar transparentando. Urge
DE REBOTE
Después de la sorprendente derrota que tuvo en las urnas, el que ya tiene nueva “chamba” es el ex diputado Eric Salas, forma parte de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas; en días recientes hasta de maestro de ceremonias le hizo, en la presentación de avances de obra en el mercado de El Tepe.
@adanolverar
