Al corte más reciente se tienen datos de que el 2 por ciento de las personas infectadas y hospitalizadas por Covid-19 cuentan con un seguro privado en México, las compañías aseguradoras han pagado 20 mil millones de pesos y el costo promedio de un tratamiento del nuevo coronavirus es de 400 mil pesos por persona, según datos de las aseguradoras y de hospitales privados en el país.
Esto implica que una familia común en México no tiene recursos para solventar una enfermedad de algún familiar y muchas veces se enfrentan al encarecimiento de las medicinas, se enfrentan también a la escasez y desgraciadamente por esta desesperación recurren al mercado al mercado negro donde pues no se sabe incluso si las medicinas cumplen con los requerimientos adecuados.
Otro dato que no tenemos es el del Gobierno federal, que no ha informado cuánto le ha costado tratar la enfermedad en los hospitales y centros de salud del Sistema de Salud Nacional; lo presupuestado para comprar medicinas es muy inferior a lo que realmente cuesta afrontar el padecimiento y con los eternos recortes al presupuesto para privilegiar obras que en este momento no son esenciales, será imposible saber cuánto más resista el Sistema de Salud con algo que no se presupuesto jamás; obedeciendo a que no hay dinero etiquetado ni para vacunas, que es la esperanza de que la pandemia sea controlada.
Estaríamos hablando de cuando menos 400 mil millones de pesos, hablando que al menos 200 mil son parte de las medicinas que se están utilizando y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) que tiene un presupuesto de 62 mil para medicinas o el ISSSTE que tiene un presupuesto de 18 mil millones, estamos hablando de cantidades irrisorias que no alcanzaran para tratar esta pandemia y sobre todo porque no se ve una planeación específica para atender la situación.
La salud en México será todo un tema y es que las secuelas que dejará la pandemia en los que afortunadamente libraron la enfermedad será también un costo extra para sus presupuestos y bolsillos.
De rebote
No está de acuerdo con la convocatoria y con la terna de las personas que buscan la titularidad de la Entidad Superior de Fiscalización, la diputada morenista Paloma Arce, se opone a las propuestas en la legislatura pero resulta que no acude a la cámara a trabajar y es ausente de las reuniones de comisiones, al menos eso dice el coordinador panista Michel Torres.
@adanolverar