El sistema penal adversarial acusatorio o Juicios Orales, como coloquialmente se conoce en estos momentos en nuestro país es vigente a partir del 19 de junio del 2008, se caracteriza por desahogar la etapa central del procedimiento de viva voz ante un juez o tribunal que entiende del litigio, esta modalidad es ágil al carecer de varias etapas y posteriores apelaciones.
La magistrada presidenta del Tribunal Superior de Justicia, Mariela Ponce, asegura que gracias a este modelo de justicia, los tiempos del Poder Judicial en el estado se han logrado agilizar hasta en un 46 por ciento los tiempos de litigios.
El sistema sin duda ha servido para desahogar la lentitud con la que se impartía justicia penal y equilibrar el gran número de casos de los que se conoce, contra el poco personal del que se dispone en el tribunal, que destina casi el 70 por ciento de su presupuesto para servicios personales y el resto para pagar jubilaciones doradas de magistrados y trabajadores del este poder.
Sin embargo hay excepciones jurídicas que siguen dilatando y engrosando los archivos de algunas salas, como ocurre con todo aquello que tenga que ver con el Código Civil, el cual en virtud de sus etapas procesales hace tediosa la impartición de justicia para quienes la solicitan mediante un juicio.
Los asuntos civiles y familiares ahogan los juzgados y no hay personal suficiente para dar servicio y el presupuesto no alcanza, lo que hace una justicia muy deficiente en el estado.
DE REBOTE
De mucho servirá la presencia de la exposición “La gran fuerza de México” en al feria internacional de Querétaro, los militares estarán pendientes también de la seguridad.
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