Ricardo Anaya y sus más de 12 millones de votos en la pasada elección, están de regreso y es que midió sus tiempos y probó sus lealtades antes de anunciar su regreso a la vida pública, tan lo midió que no se equivocó que una vez que asomara su cabeza, nuevamente regresan los señalamientos en su contra.
Explicó que las razones de su ausencia fue para pasar “los últimos dos años con mi familia, dedicarme a la docencia y reflexionar sobre el pasado, presente y futuro de México”. Escribió un libro y recorrerá el país.
“Me alejé de la política porque creí que era correcto darle espacio a quien ganó la elección, pero la misma razón que me llevó a alejarme ahora me trae de regreso. Sí, señalar el desastre, pero sobre todo participar, ayudar a remediarlo. Y es que el desastre con el gobierno de López Obrador es evidente”.
“Fue un trago amargo”, pero ante los indicadores económicos y el manejo de la pandemia “creo que lo correcto es estar presente”.
Ricardo seguramente ya le explicó a los cercanos cuál es la pretensión, además de convertirse en el líder opositor más importante de este país y de contrarrestar de manera inteligente, la concentración de poder en un solo hombre; sabe que tendrá que luchar contra el estigma de la corrupción con el que lo han etiquetado; Anaya tendrá que mostrar sus cartas y decirnos a todos si la jugada es en el 2021 con miras al 2024 o simplemente es aglutinar un importante bloque opositor.
En Querétaro, eso mueve las piezas porque entonces tiene que decir de manera inmediata si trabajará a favor del senador Mauricio Kuri o correrá en paralelo con un equipo alterno de trabajo y de leales.
Ricardo Anaya regresa en el momento preciso, bienvenida la crítica y la oposición con propuesta e inteligencia, de eso se trata.
De rebote
Justo anunció su regreso a la vida política y de manera inmediata el titular de la UIF Santiago Nieto, recordó que Anaya es uno de los mencionados en la investigación del caso Lozoya y que su suerte está en manos de la FGR. Así es la política.
@adanolverar