/ viernes 4 de diciembre de 2020

Expediente Q | Vacunas

Ante la promesa de compra de vacunas para prevenir Covid-19 el gobierno mexicano lejos de echar las campañas al vuelo, debería de preocuparse por los retos logísticos y sanitarios que implica esta responsabilidad.

Hay que contextualizar el caso, porque el número de vacunas es poco para el número de mexicanos, hay que estar conscientes de algo y es que para estar despreocupados por la situación de la pandemia necesitamos lograr que por lo menos el 70 por ciento de la población mexicana esté inmunizada contra Covid-19.

El número de vacunas que el gobierno está adquiriendo de la farmacéutica Pfizer, apenas alcanzará para 120 mil mexicanos, esta vacuna requiere de dos dosis para alcanzar la inmunización; el número de personas no es suficiente para despreocuparse por lo que está sucediendo con la pandemia.

La vacuna de esta farmacéutica es la más costosa y la que tiene una logística de almacenamiento y distribución más complicada de todas porque requiere una red fría de congelación; es decir que esta vacuna requiere viajar y almacenarse a -75 grados centígrados y esta es una infraestructura que no tiene el país.

Las dosis que presuntamente van a llegar, son una buena promesa y lo segundo es ¿A quién se le van a aplicar estas dosis? por el número de vacunas que están llegando al parecer a mediados de este mes, no implica la vacunación masiva de la población.

Lo más seguro es que se vacune a un sector muy limitado de alto riesgo y habría que ver si impacta a los profesionales de la salud, que son a los que se necesita proteger para que continúen salvando vidas y dando la batalla.

En el caso de que las vacunas fueran destinadas a los altos niveles de gobierno, habría que ver la razón o en el determinado caso que las primeras dosis se destinen a población con riesgo de otros padecimientos.

Hay que poner el contexto que en nuestro país están faltando vacunas que son muy económicas y sencillas de manipular como la de la influenza, papiloma humano, sarampión y tuberculosis y se habla de que ya viene la vacuna contra Covid-19 y se elige la más complicada del mercado, cuando no se pueden surtir unas más sencillas: el panorama se antoja complicado y esperemos que se pueda resolver.

De rebote

La movilidad en transporte público, es una preocupación en muchos niveles de gobierno y de iniciativa privada; miles de trabajadores se mueven en unidades en las que la sana distancia es casi imposible y lo único que puede proteger es el uso del cubre boca, a pesar de que sigan los irresponsables diciendo que no sirve de nada.

adanolvr@adanolvera.com

@adanolverar

Ante la promesa de compra de vacunas para prevenir Covid-19 el gobierno mexicano lejos de echar las campañas al vuelo, debería de preocuparse por los retos logísticos y sanitarios que implica esta responsabilidad.

Hay que contextualizar el caso, porque el número de vacunas es poco para el número de mexicanos, hay que estar conscientes de algo y es que para estar despreocupados por la situación de la pandemia necesitamos lograr que por lo menos el 70 por ciento de la población mexicana esté inmunizada contra Covid-19.

El número de vacunas que el gobierno está adquiriendo de la farmacéutica Pfizer, apenas alcanzará para 120 mil mexicanos, esta vacuna requiere de dos dosis para alcanzar la inmunización; el número de personas no es suficiente para despreocuparse por lo que está sucediendo con la pandemia.

La vacuna de esta farmacéutica es la más costosa y la que tiene una logística de almacenamiento y distribución más complicada de todas porque requiere una red fría de congelación; es decir que esta vacuna requiere viajar y almacenarse a -75 grados centígrados y esta es una infraestructura que no tiene el país.

Las dosis que presuntamente van a llegar, son una buena promesa y lo segundo es ¿A quién se le van a aplicar estas dosis? por el número de vacunas que están llegando al parecer a mediados de este mes, no implica la vacunación masiva de la población.

Lo más seguro es que se vacune a un sector muy limitado de alto riesgo y habría que ver si impacta a los profesionales de la salud, que son a los que se necesita proteger para que continúen salvando vidas y dando la batalla.

En el caso de que las vacunas fueran destinadas a los altos niveles de gobierno, habría que ver la razón o en el determinado caso que las primeras dosis se destinen a población con riesgo de otros padecimientos.

Hay que poner el contexto que en nuestro país están faltando vacunas que son muy económicas y sencillas de manipular como la de la influenza, papiloma humano, sarampión y tuberculosis y se habla de que ya viene la vacuna contra Covid-19 y se elige la más complicada del mercado, cuando no se pueden surtir unas más sencillas: el panorama se antoja complicado y esperemos que se pueda resolver.

De rebote

La movilidad en transporte público, es una preocupación en muchos niveles de gobierno y de iniciativa privada; miles de trabajadores se mueven en unidades en las que la sana distancia es casi imposible y lo único que puede proteger es el uso del cubre boca, a pesar de que sigan los irresponsables diciendo que no sirve de nada.

adanolvr@adanolvera.com

@adanolverar

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