/ martes 16 de julio de 2019

Fuerza de Voluntad... Política

Renuncia Carlos Urzúa, el presagio de una crisis económica


El pasado 9 de julio, el gobierno de López Obrador vivió uno de los golpes más fuertes perpetrado desde la estructura interna de su gabinete. El ahora, ex secretario de Hacienda y Crédito Público, presentó una carta de renuncia que se debe leer como una denuncia ante las deficiencias de la actual administración.

La gravedad de la renuncia del titular de una de las secretarías más importantes que tiene a su cargo la toma de decisiones sobre política económica, financiera, estructura y estabilidad económica, sigue construyendo un panorama delicado e incierto para la estabilidad del país.

A lo largo de su carta de renuncia, Urzúa, denuncia dos fuertes razones que lo llevaron a declinar de su encargo, la primera, la falta de sustento en las políticas públicas y la ya conocida política improvisada que ha funcionado a capricho de las decisiones del Presidente de la República, la segunda, es la imposición de personajes en su secretaría, mismos que no cuentan con las habilidades y conocimientos para integrar la misma, a todas luces imposiciones corruptas de personajes incompetentes que asumen cargos de alta relevancia.

Las inmediatas consecuencias de la renuncia del ex secretario, generaron un grave movimiento en la bolsa y el peso, mismo que se suma a las preocupantes declaraciones del Banco de México ante previsiones de mayor desaceleración económica, recesión y a la decadencia de indicadores económicos por segundo trimestre consecutivo.

La renuncia de Carlos Urzúa, el proyecto de la refinería de Dos Bocas, la cancelación del aeropuerto, el mal manejo de Pemex y la corrupción disfrazada de austeridad republicana, han logrado sumergir al país en una crisis social y ahora económica en tan solo siete meses.

Más que un tema político, la imposición de decisiones del Presidente de la República ha posicionado a su propio gabinete como una mera oficialía de partes, sus decisiones carentes de sustento hasta ahora han costado millones de pesos, muertes por recortes sin precedentes al sector salud y una profunda crisis social, económica y política.

La política de imposiciones y la realidad alterna y de fantasía donde se tienen otros datos, han edificado una crisis interna en un escenario sin crisis global ni mundial, las ocurrencias políticas de López Obrador, que no obedecen siquiera a consejos de propios miembros del gabinete presidencial empiezan a dibujar efectos y consecuencias críticas.

La urgencia de corregir el rumbo por el bien de todos es inminente, desafortunadamente Carlos Urzúa ha decidido abandonar el barco, y el resto del gabinete puede decidir renunciar, ante esto, reiteramos nuestro compromiso con los mexicanos que seguiremos a bordo.

Facebook: Felifer Macías

Twitter: @FeliFer Macías

Instagram: @FeliFer Macías

Renuncia Carlos Urzúa, el presagio de una crisis económica


El pasado 9 de julio, el gobierno de López Obrador vivió uno de los golpes más fuertes perpetrado desde la estructura interna de su gabinete. El ahora, ex secretario de Hacienda y Crédito Público, presentó una carta de renuncia que se debe leer como una denuncia ante las deficiencias de la actual administración.

La gravedad de la renuncia del titular de una de las secretarías más importantes que tiene a su cargo la toma de decisiones sobre política económica, financiera, estructura y estabilidad económica, sigue construyendo un panorama delicado e incierto para la estabilidad del país.

A lo largo de su carta de renuncia, Urzúa, denuncia dos fuertes razones que lo llevaron a declinar de su encargo, la primera, la falta de sustento en las políticas públicas y la ya conocida política improvisada que ha funcionado a capricho de las decisiones del Presidente de la República, la segunda, es la imposición de personajes en su secretaría, mismos que no cuentan con las habilidades y conocimientos para integrar la misma, a todas luces imposiciones corruptas de personajes incompetentes que asumen cargos de alta relevancia.

Las inmediatas consecuencias de la renuncia del ex secretario, generaron un grave movimiento en la bolsa y el peso, mismo que se suma a las preocupantes declaraciones del Banco de México ante previsiones de mayor desaceleración económica, recesión y a la decadencia de indicadores económicos por segundo trimestre consecutivo.

La renuncia de Carlos Urzúa, el proyecto de la refinería de Dos Bocas, la cancelación del aeropuerto, el mal manejo de Pemex y la corrupción disfrazada de austeridad republicana, han logrado sumergir al país en una crisis social y ahora económica en tan solo siete meses.

Más que un tema político, la imposición de decisiones del Presidente de la República ha posicionado a su propio gabinete como una mera oficialía de partes, sus decisiones carentes de sustento hasta ahora han costado millones de pesos, muertes por recortes sin precedentes al sector salud y una profunda crisis social, económica y política.

La política de imposiciones y la realidad alterna y de fantasía donde se tienen otros datos, han edificado una crisis interna en un escenario sin crisis global ni mundial, las ocurrencias políticas de López Obrador, que no obedecen siquiera a consejos de propios miembros del gabinete presidencial empiezan a dibujar efectos y consecuencias críticas.

La urgencia de corregir el rumbo por el bien de todos es inminente, desafortunadamente Carlos Urzúa ha decidido abandonar el barco, y el resto del gabinete puede decidir renunciar, ante esto, reiteramos nuestro compromiso con los mexicanos que seguiremos a bordo.

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