/ martes 9 de agosto de 2022

Fuerza de voluntad... política | La necedad inconstitucional


El presidente López Obrador sigue dando pasos en la dirección incorrecta; sin escuchar las advertencias y los avisos del precipicio que tiene enfrente, sigue avanzando y lleva al país por delante. Está convencido que sólo él tiene la razón y nadie conoce sus verdaderas intenciones: a estas alturas nadie puede decir que sus decisiones están basadas en una equivocación ingenua, sino claramente son resultado de un dolo convencido.

La necedad presidencial es una constante en todos los rubros y ya nos ha costado mucho a los mexicanos, pero han hecho un daño irreversible particularmente en el ámbito de la seguridad pública. Durante los últimos 4 años desaparecieron todas las fuerzas civiles de seguridad y pasamos de tener una muy eficiente Policía Federal que a depender de una inservible Guardia Nacional.

En el no muy lejano 2019 López Obrador presumía que la Guardia Nacional sería la solución a todos los problemas de seguridad. El político en campaña había prometido que desmilitarizaría la seguridad pública al “regresar al Ejército a los cuarteles”; la realidad es que terminará siendo el presidente que otorgue el control absoluto de la seguridad a las Fuerzas Armadas… si no se hace nada al respecto.

El pasado lunes el presidente anunció que expedirá un Acuerdo mediante el cual pretende otorgar el control de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional; es decir, que se militarizará formalmente el control de esta corporación de seguridad. Esta decisión es abiertamente inconstitucional y elimina el modelo institucional original aprobado por el Poder Legislativo al convertir en militar la naturaleza civil de la Guardia Nacional.

El presidente lleva años burlándose de la Constitución y de las leyes y lo quiere hacer una vez más. La Constitución expresamente establece en su artículo 21 que la institución encargada de la seguridad ciudadana en el orden federal debe ser civil. Para que el mando de la Guardia Nacional sea militar de manera formal y legal se deben reformar la Constitución y por lo menos 4 leyes, algo que no ha ocurrido ni ocurrirá.

La eventual publicación del Acuerdo que modifique la naturaleza de la Guardia Nacional será un nuevo atentado contra la Constitución que se suma a la ya larga lista de agravios del presidente contra la legalidad y el Estado de Derecho. Los legisladores de Acción Nacional no lo permitiremos: en el marco de las atribuciones que nos confiere la Constitución, y dentro de los tiempos legalmente establecidos, presentaremos una acción de inconstitucionalidad para demostrar ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación la total ilegalidad del Acuerdo.

México es un país de leyes, no de caprichos. La necedad presidencial no sólo es absurda, antes que todo es inconstitucional. Como oposición levantaremos la voz para denunciar este nuevo atropello, pero también tomaremos acciones concretas para contrarrestar esta decisión. Al presidente le tiene que quedar claro que la “ley es la ley” y se tiene que cumplir por todos.



El presidente López Obrador sigue dando pasos en la dirección incorrecta; sin escuchar las advertencias y los avisos del precipicio que tiene enfrente, sigue avanzando y lleva al país por delante. Está convencido que sólo él tiene la razón y nadie conoce sus verdaderas intenciones: a estas alturas nadie puede decir que sus decisiones están basadas en una equivocación ingenua, sino claramente son resultado de un dolo convencido.

La necedad presidencial es una constante en todos los rubros y ya nos ha costado mucho a los mexicanos, pero han hecho un daño irreversible particularmente en el ámbito de la seguridad pública. Durante los últimos 4 años desaparecieron todas las fuerzas civiles de seguridad y pasamos de tener una muy eficiente Policía Federal que a depender de una inservible Guardia Nacional.

En el no muy lejano 2019 López Obrador presumía que la Guardia Nacional sería la solución a todos los problemas de seguridad. El político en campaña había prometido que desmilitarizaría la seguridad pública al “regresar al Ejército a los cuarteles”; la realidad es que terminará siendo el presidente que otorgue el control absoluto de la seguridad a las Fuerzas Armadas… si no se hace nada al respecto.

El pasado lunes el presidente anunció que expedirá un Acuerdo mediante el cual pretende otorgar el control de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional; es decir, que se militarizará formalmente el control de esta corporación de seguridad. Esta decisión es abiertamente inconstitucional y elimina el modelo institucional original aprobado por el Poder Legislativo al convertir en militar la naturaleza civil de la Guardia Nacional.

El presidente lleva años burlándose de la Constitución y de las leyes y lo quiere hacer una vez más. La Constitución expresamente establece en su artículo 21 que la institución encargada de la seguridad ciudadana en el orden federal debe ser civil. Para que el mando de la Guardia Nacional sea militar de manera formal y legal se deben reformar la Constitución y por lo menos 4 leyes, algo que no ha ocurrido ni ocurrirá.

La eventual publicación del Acuerdo que modifique la naturaleza de la Guardia Nacional será un nuevo atentado contra la Constitución que se suma a la ya larga lista de agravios del presidente contra la legalidad y el Estado de Derecho. Los legisladores de Acción Nacional no lo permitiremos: en el marco de las atribuciones que nos confiere la Constitución, y dentro de los tiempos legalmente establecidos, presentaremos una acción de inconstitucionalidad para demostrar ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación la total ilegalidad del Acuerdo.

México es un país de leyes, no de caprichos. La necedad presidencial no sólo es absurda, antes que todo es inconstitucional. Como oposición levantaremos la voz para denunciar este nuevo atropello, pero también tomaremos acciones concretas para contrarrestar esta decisión. Al presidente le tiene que quedar claro que la “ley es la ley” y se tiene que cumplir por todos.


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