/ martes 26 de mayo de 2020

Ganadores y perdedores del mundo post Covid-19

De las muchas tendencias que llegarán con el final de la pandemia, considero importante matizar dos que son fundamentales para la supervivencia de cualquier negocio grande o pequeño.

La primera, será el cambio en los valores, actitudes y gustos de los consumidores. La segunda, de la cual ya se ha escrito algo, es el aprovechamiento de las TIC’s y el comercio electrónico.

Durante el encierro, el consumidor promedio ha tenido oportunidad de revalorizar su demanda, que ha dado pie a nuevos comportamientos de consumo individual y colectivo.

De los rubros que están ganando y que habrán de mantenerse aún después de la cuarentena son:

1) Las que producen o proveen equipo, material y servicios médicos. Llegaron para quedarse permanentemente en nuestro modus vivendi. Aún con el descubrimiento de una vacuna contra el Covid-19, las reglas sociales, legales y comerciales habrán cambiado, obligando a todos a portar permanentemente un cubrebocas y un gel antibacterial.

2) Los alimentos procesados. El valor de la comida que puede guardarse en una alacena cobrará más relevancia; habrá una mayor demanda en la calidad y durabilidad de estos productos. También el agro nacional tendrá un crecimiento en cantidades consumidas, ya sea por el acaparamiento del consumidor o por la ansiedad que produce el encierro.

3) Las tecnológicas. Estas han permitido aportar cierta “normalidad” a las vidas de los consumidores al ofrecerles lo necesario para hacer “home office”, además de servicios de streaming o aplicaciones para comprar artículos y alimentos.

De entre las perdedoras, menciono 3. Estas tendrán que reinventarse y comprender el momento que estamos viviendo.

1) La automotriz. Hace unos días, ante la necesidad de reactivar la economía, Alemania permitió a sus compañías insignia reabrir sus plantas armadoras, pero se encontró con un problema que no es ajeno a México: el consumo de automóviles ha venido cayendo, a esto hay que sumar un cambio en los gustos de los consumidores. Si bien reactivar sus plantas suena urgente, ¿quién habrá de consumir esos vehículos que tanto se apresuran a producir?

2) El turismo será un rubro donde se resentirán en mayor medida esos nuevos valores de los consumidores. Los viajeros preferirán, a corto y mediano plazo, visitar lugares menos concurridos que les permita tener una sana distancia. El turismo rural podría ser un ganador potencial.

3) El retail siempre está expuesto al cambio de gustos del consumidor y por ello implementa modas y temporadas que le ayudan a reducir el impacto de esas tendencias o de cambios tan abruptos en el consumo; pero ¿qué sucede cuando uno de los elementos que ha dejado el encierro es una revalorización a la baja de la ropa que consumimos?

Los cambios en los hábitos y gustos del consumidor es la gran variable a dilucidar para poder mantener un negocio a flote. Habrá de reorientar esa demanda, construyendo decisiones aún más selectivas y reflexivas, no sólo como resultado de la pandemia, sino de una economía en recesión que tendrá menores flujos de gasto.


*PRESIDENTA DE COPARMEX

De las muchas tendencias que llegarán con el final de la pandemia, considero importante matizar dos que son fundamentales para la supervivencia de cualquier negocio grande o pequeño.

La primera, será el cambio en los valores, actitudes y gustos de los consumidores. La segunda, de la cual ya se ha escrito algo, es el aprovechamiento de las TIC’s y el comercio electrónico.

Durante el encierro, el consumidor promedio ha tenido oportunidad de revalorizar su demanda, que ha dado pie a nuevos comportamientos de consumo individual y colectivo.

De los rubros que están ganando y que habrán de mantenerse aún después de la cuarentena son:

1) Las que producen o proveen equipo, material y servicios médicos. Llegaron para quedarse permanentemente en nuestro modus vivendi. Aún con el descubrimiento de una vacuna contra el Covid-19, las reglas sociales, legales y comerciales habrán cambiado, obligando a todos a portar permanentemente un cubrebocas y un gel antibacterial.

2) Los alimentos procesados. El valor de la comida que puede guardarse en una alacena cobrará más relevancia; habrá una mayor demanda en la calidad y durabilidad de estos productos. También el agro nacional tendrá un crecimiento en cantidades consumidas, ya sea por el acaparamiento del consumidor o por la ansiedad que produce el encierro.

3) Las tecnológicas. Estas han permitido aportar cierta “normalidad” a las vidas de los consumidores al ofrecerles lo necesario para hacer “home office”, además de servicios de streaming o aplicaciones para comprar artículos y alimentos.

De entre las perdedoras, menciono 3. Estas tendrán que reinventarse y comprender el momento que estamos viviendo.

1) La automotriz. Hace unos días, ante la necesidad de reactivar la economía, Alemania permitió a sus compañías insignia reabrir sus plantas armadoras, pero se encontró con un problema que no es ajeno a México: el consumo de automóviles ha venido cayendo, a esto hay que sumar un cambio en los gustos de los consumidores. Si bien reactivar sus plantas suena urgente, ¿quién habrá de consumir esos vehículos que tanto se apresuran a producir?

2) El turismo será un rubro donde se resentirán en mayor medida esos nuevos valores de los consumidores. Los viajeros preferirán, a corto y mediano plazo, visitar lugares menos concurridos que les permita tener una sana distancia. El turismo rural podría ser un ganador potencial.

3) El retail siempre está expuesto al cambio de gustos del consumidor y por ello implementa modas y temporadas que le ayudan a reducir el impacto de esas tendencias o de cambios tan abruptos en el consumo; pero ¿qué sucede cuando uno de los elementos que ha dejado el encierro es una revalorización a la baja de la ropa que consumimos?

Los cambios en los hábitos y gustos del consumidor es la gran variable a dilucidar para poder mantener un negocio a flote. Habrá de reorientar esa demanda, construyendo decisiones aún más selectivas y reflexivas, no sólo como resultado de la pandemia, sino de una economía en recesión que tendrá menores flujos de gasto.


*PRESIDENTA DE COPARMEX