/ viernes 18 de septiembre de 2020

Humanistas: arte y pasión

Una de las obras más emblemáticas de Gauguin es sin duda “Mata mua” pieza que realizó en su estancia en Tahití en 1892. Esta obra es un relato imaginado por el artista, es decir, Gauguin ya no recurre a mimesis, a la copia del modelo o de la cosa, sino que crea las imágenes y las cosas desde su imaginación. Este estilo que cautivo a Gauguin y que la pieza paradigmática de este periodo será “la visión después del sermón” en donde se aprecia a Jacob luchando con el ángel del Señor y un grupo de mujeres bretones que contemplan o meditan la imagen. La composición es singular, aparece un árbol que separa la escena de la lucha de las mujeres bretonas. El cuadro muestra un color rojo plano, sin perspectiva, y la inclusión de la técnica del cloisionismo, esto es marcar los contornos con una línea negra u oscura, como si se tratara de vitrales o estampa japonesa, dándole así a Paul Gauguin un estilo propio al que llamaran “sintetismo”, que significa que el artista no se limita a serle fiel a la naturaleza, practica la simplificación de las formas, no le hacen caso a la perspectiva, la línea se hace más pura y los colores se utilizan para expresar las emociones del artista, es decir le dan un significado al color.

En el caso del cuadro “Mata mua” que significa en mahorí : Érase una vez. En la pintura se aprecia la imagen en donde aparecen dos mujeres sentadas en primer plano, una de ellas toca una flauta, al centro hay un árbol que distribuye la composición, al fondo se observa a tres mujeres bailando un ritual a una estatua de la diosa Hina, señora de la luna, de la luz de la luna y de lo femenino. En el último plano aparece una montaña de color rosa.

Toda la escena que representa esta obra es una ficción inventada por Gauguin, que dota a la pieza de una frescura y un color que representa las emociones del pintor Gauguin, en busca de su paraíso perdido.

Gauguin huyendo de la modernidad occidental encuentra primero en Bretaña la técnica del cloisionismo que adoptará de la mano de su amigo el pintor Emile Bernard en 1888, quien más tarde le disputara la autoría del sintetismo.

El arte ya no se ocupará tanto del mundo exterior del artista, sino de lo que artista lleva adentro.

La obra “Mata Mua” óleo sobre tela de 90x69, pertenece a la colección del Museo Thyssen-Bornemisza, pero actualmente se encuentra fuera de España entre rumores de que la heredera de la colección Tita Cervera, la baronesa Thyssen-Bornemisza, está en trámites para vender la obra.

Estas obras, junto con otras piezas emblemáticas de Paul Gauguin, fueron de enorme influencia para las vanguardias artísticas del siglo XX.

bobiglez@gmail.com

Una de las obras más emblemáticas de Gauguin es sin duda “Mata mua” pieza que realizó en su estancia en Tahití en 1892. Esta obra es un relato imaginado por el artista, es decir, Gauguin ya no recurre a mimesis, a la copia del modelo o de la cosa, sino que crea las imágenes y las cosas desde su imaginación. Este estilo que cautivo a Gauguin y que la pieza paradigmática de este periodo será “la visión después del sermón” en donde se aprecia a Jacob luchando con el ángel del Señor y un grupo de mujeres bretones que contemplan o meditan la imagen. La composición es singular, aparece un árbol que separa la escena de la lucha de las mujeres bretonas. El cuadro muestra un color rojo plano, sin perspectiva, y la inclusión de la técnica del cloisionismo, esto es marcar los contornos con una línea negra u oscura, como si se tratara de vitrales o estampa japonesa, dándole así a Paul Gauguin un estilo propio al que llamaran “sintetismo”, que significa que el artista no se limita a serle fiel a la naturaleza, practica la simplificación de las formas, no le hacen caso a la perspectiva, la línea se hace más pura y los colores se utilizan para expresar las emociones del artista, es decir le dan un significado al color.

En el caso del cuadro “Mata mua” que significa en mahorí : Érase una vez. En la pintura se aprecia la imagen en donde aparecen dos mujeres sentadas en primer plano, una de ellas toca una flauta, al centro hay un árbol que distribuye la composición, al fondo se observa a tres mujeres bailando un ritual a una estatua de la diosa Hina, señora de la luna, de la luz de la luna y de lo femenino. En el último plano aparece una montaña de color rosa.

Toda la escena que representa esta obra es una ficción inventada por Gauguin, que dota a la pieza de una frescura y un color que representa las emociones del pintor Gauguin, en busca de su paraíso perdido.

Gauguin huyendo de la modernidad occidental encuentra primero en Bretaña la técnica del cloisionismo que adoptará de la mano de su amigo el pintor Emile Bernard en 1888, quien más tarde le disputara la autoría del sintetismo.

El arte ya no se ocupará tanto del mundo exterior del artista, sino de lo que artista lleva adentro.

La obra “Mata Mua” óleo sobre tela de 90x69, pertenece a la colección del Museo Thyssen-Bornemisza, pero actualmente se encuentra fuera de España entre rumores de que la heredera de la colección Tita Cervera, la baronesa Thyssen-Bornemisza, está en trámites para vender la obra.

Estas obras, junto con otras piezas emblemáticas de Paul Gauguin, fueron de enorme influencia para las vanguardias artísticas del siglo XX.

bobiglez@gmail.com