La poesía es una fuerza sobrenatural como la imaginación. El poeta Paul Valéry dijo: “Para un poeta no se trata de decir llueve, sino de crear la lluvia”. La poesía y lo maravilloso están al alcance de todos. Para el Surrealismo la poesía era la conexión entre el transeúnte y las cosas maravillosas que aparecen, con lo insólito, es la relación entre el sueño y la vigilia con lo inefable, lo decible y el azar. Lo maravilloso no se busca se encuentra.
El azar es un misterioso momento único que ocurre con la suma de millones de factores en un instante preciso e irrepetible. El azar es una fuerza inexplicable lejos de las leyes y la razón. El Cadáver exquisito fue una técnica o juego colectivo surrealista, que los llevó a descubrir verdaderas revelaciones con las palabras. Lo mismo ocurrió con el sueño, “El soñador vuelve a empezar el mundo todas las noches” aseguraba Gastón Bachelard.
Por todo ello André Breton se preguntaba por qué el hombre le da mayor importancia a la realidad que al sueño. Una de las técnicas para hacer poesía surrealista como dijimos renglones arriba, fue el Cadáver exquisito, que consistía en tomar una hoja de papel y hacerla circular entre los presentes para que escribieran palabras o frases sin que nadie viera lo que escribían, al final aparecía un texto revelador en el que se manifestaba un nuevo orden, por ello le llamaron “El cadáver exquisito beberá el vino nuevo”. También utilizaron la escritura automática que consistía en escribir rápidamente las palabras que llegaran a la mente, sin pasarlas por el filtro de la censura y la razón. Con esto los surrealistas dejaban fluir el inconsciente que emergía rompiendo las estructuras tradicionales, cabe mencionar que Sigmund Freud y el psicoanálisis tenían un importante significado para ellos.
En las artes plásticas unas de las técnicas surrealistas más interesantes para la creación automática fue el Frottage y el Grattage inventado por Max Ernst. El primero consiste en dejar caer al azar un pedazo de papel sobre cualquier superficie con texturas y frotar con crayones hasta que surjan imágenes insólitas. El Grattage consistía en cubrir un lienzo o papel con pintura y crayolas para luego raspar sobre una superficie heterogénea.
La acción surrealista consistía en la revelación de otras posibilidades de interpretar el mundo y sus cosas. Con la imaginación y la poesía se podía entender la vida, se creaban imágenes nuevas a través de objetos que guardaban secretos, que contenían energías y fuerzas desconocidas, y que descubrían nuevos valores a la belleza tradicional.
La mirada y la percepción surrealista enriquecía y trasformaba al mundo a cada instante.
La renovación de las cosas tradicionales era un acontecimiento revelador. Sin embargo, el movimiento Surrealismo al final no logró el cambio esperado en el mundo, lo que si logro fue renovar la consciencia de hombres y mujeres que hoy mismo usufructúan la libertad de pensamiento y de imaginación para dotar a este mundo de esperanza.
Soñemos y encontremos en el sueño las claves para la renovación de la cotidianidad; vivir de manera que nos ocurran cosas extraordinarias para que valga la pena el día que hemos vivido. Tengamos una actitud revolucionaria ¡Propongamos lo imposible ¡
El movimiento Surrealista se inició en la segunda década del siglo XX, luego de la terrible Primera Guerra Mundial. En el año de 1924 André Breton escribió el Manifiesto Surrealista, texto en el hace una declaración de principios de dicho movimiento, más como una actitud o forma de vida. El Surrealismo aspiró a llegar a una realidad superior, absoluta, e intenta, accediendo a ésta desde el sueño, el inconsciente y la percepción de lo maravilloso, perturbando al mundo factico.
