/ viernes 29 de marzo de 2019

Humanitas: arte y pasión

Eros y Psique es sin duda una de las historias míticas más bellas contadas por Lucio Apuleyo (123 Madaura, Numidia-180 Cartago) importante escritor romano del siglo II.

En su libro “El asno de oro” o la “Metamorfosis”, al parecer un antecedente de la novela picaresca, uno de sus relatos es la fábula de Psique y Eros, en el que narra todos los conflictos que tiene que padecer la bella Psique para mantener el amor de Eros.

Es importante aclarar que de acuerdo al relato de Platón en “El Banquete”, Eros es hijo de Poros y Penia (la abundancia y la pobreza) concebido durante la fiesta del cumpleaños de Afrodita. Razón que explica por qué el amor es así, nos puede hacer sentir totalmente satisfechos o nos puede hacer sentir completamente infelices. Esto se debe a que Eros (Cupido) nos puede disparar flechas de oro que nos causan el enamoramiento o en su defecto, flechas de plomo que nos causan el desamor.

En el relato de Apuleyo se narra que Psique era una joven muy bella, la menor de tres hermanas hijas de un rey, y por temor a su belleza ningún pretendiente se atrevía a cortejarla. Esto hizo enfurecer a Afrodita, diosa del amor y la belleza, indignada le ordena a Eros “Que Psique se inflame de amor por el más horrendo de los monstruos” para darle una lección, Eros obediente se lanza a dicha encomienda, pero cuando mira a la joven Psique queda sorprendido por su deslumbrante belleza. Eros decide quedarse con Psique para sí.

Psique es abordada por unos mensajeros de Eros y le advierten que el dios de la atracción sexual la llevará a vivir con él. Psique en un principio tiene temor, pero le advierten que no debe temer nada. En un momento determinado Psique aparece en un bello palacio entre las nubes, lleno de sirvientes y riqueza, le advierten que todo eso es de ella como un regalo de Eros, la única condición que debe de cumplir es que no puede mirar a su amante, éste entrará por la noche a su habitación y yacerá en el lecho con él en la oscuridad, nunca podrá verlo.

Y así suceden las cosas, Psique queda plenamente satisfecha con su amante y con la riqueza que éste le provee. Un día, extraña a su familia, particularmente a sus hermanas, lo que hace que pida permiso para verlas. Esto se le concede y le llevan a las hermanas a su palacio.

Ya ahí las envidiosas hermanas en lugar de estar felices por la alegría y abundancia de su hermana, se ponen celosas y le preguntan que cómo es su fabuloso amante, a lo que Psique responde que no sabe porque nunca lo ha visto, solo llega por la noche y se marcha antes del alba. Ellas reaccionan y le cuentan que no puede confiar en un ser así, al que nunca ha visto, porque puede ser un demonio o un ser monstruoso. Luego de la visita de sus envidiosas hermanas, Psique se queda preocupada por la identidad de su amante.

Durante la noche, como todos los días, llega en la oscuridad Eros y ama a su amada, luego, mientras se encuentra en el descanso del amoroso, Psique aprovecha para acercar una lámpara de aceite y conocer su identidad. Al acercarse a Eros descubre en el lecho a un hermoso joven dormido, quedando deslumbrada con aquella belleza, intenta inclinarse para besar su cuerpo, y por accidente se le derrama una gota de aceite caliente sobre el hombro derecho del dios, lo que hace que éste despierte y descubra que ha sido traicionado por su amada. Eros abandona a Psique quedando muy dolida por su imprudencia con el amor decide buscar la muerte. Eros se marcha por el mundo dolido por aquella traición, pensando que nunca encontrará un amor. Finalmente, Afrodita perdona a Psique y los amantes se vuelven a encontrar. bobiglez@gmail.com

Este mito ha sido pintado por muchos autores, particularmente nos referimos a uno que estuvo expuesto en el Museo de Arte de Querétaro durante el año 2016, del gran artista francés Trophime Bigot (Arles, Francia c. 1579-1650) conocido como el maestro de la candela, porque todas sus obras, aparecen con una única fuente lumínica que construye la escena. De las más de cuarenta obras documentadas de Bigot, se conservan en Francia; el Museo del Prado, en la Pinacoteca del Vaticano, otras en Estados Unidos y esta obra a la que nos referimos es parte de la colección del Museo Soumaya en México.

Eros y Psique es sin duda una de las historias míticas más bellas contadas por Lucio Apuleyo (123 Madaura, Numidia-180 Cartago) importante escritor romano del siglo II.

En su libro “El asno de oro” o la “Metamorfosis”, al parecer un antecedente de la novela picaresca, uno de sus relatos es la fábula de Psique y Eros, en el que narra todos los conflictos que tiene que padecer la bella Psique para mantener el amor de Eros.

Es importante aclarar que de acuerdo al relato de Platón en “El Banquete”, Eros es hijo de Poros y Penia (la abundancia y la pobreza) concebido durante la fiesta del cumpleaños de Afrodita. Razón que explica por qué el amor es así, nos puede hacer sentir totalmente satisfechos o nos puede hacer sentir completamente infelices. Esto se debe a que Eros (Cupido) nos puede disparar flechas de oro que nos causan el enamoramiento o en su defecto, flechas de plomo que nos causan el desamor.

En el relato de Apuleyo se narra que Psique era una joven muy bella, la menor de tres hermanas hijas de un rey, y por temor a su belleza ningún pretendiente se atrevía a cortejarla. Esto hizo enfurecer a Afrodita, diosa del amor y la belleza, indignada le ordena a Eros “Que Psique se inflame de amor por el más horrendo de los monstruos” para darle una lección, Eros obediente se lanza a dicha encomienda, pero cuando mira a la joven Psique queda sorprendido por su deslumbrante belleza. Eros decide quedarse con Psique para sí.

Psique es abordada por unos mensajeros de Eros y le advierten que el dios de la atracción sexual la llevará a vivir con él. Psique en un principio tiene temor, pero le advierten que no debe temer nada. En un momento determinado Psique aparece en un bello palacio entre las nubes, lleno de sirvientes y riqueza, le advierten que todo eso es de ella como un regalo de Eros, la única condición que debe de cumplir es que no puede mirar a su amante, éste entrará por la noche a su habitación y yacerá en el lecho con él en la oscuridad, nunca podrá verlo.

Y así suceden las cosas, Psique queda plenamente satisfecha con su amante y con la riqueza que éste le provee. Un día, extraña a su familia, particularmente a sus hermanas, lo que hace que pida permiso para verlas. Esto se le concede y le llevan a las hermanas a su palacio.

Ya ahí las envidiosas hermanas en lugar de estar felices por la alegría y abundancia de su hermana, se ponen celosas y le preguntan que cómo es su fabuloso amante, a lo que Psique responde que no sabe porque nunca lo ha visto, solo llega por la noche y se marcha antes del alba. Ellas reaccionan y le cuentan que no puede confiar en un ser así, al que nunca ha visto, porque puede ser un demonio o un ser monstruoso. Luego de la visita de sus envidiosas hermanas, Psique se queda preocupada por la identidad de su amante.

Durante la noche, como todos los días, llega en la oscuridad Eros y ama a su amada, luego, mientras se encuentra en el descanso del amoroso, Psique aprovecha para acercar una lámpara de aceite y conocer su identidad. Al acercarse a Eros descubre en el lecho a un hermoso joven dormido, quedando deslumbrada con aquella belleza, intenta inclinarse para besar su cuerpo, y por accidente se le derrama una gota de aceite caliente sobre el hombro derecho del dios, lo que hace que éste despierte y descubra que ha sido traicionado por su amada. Eros abandona a Psique quedando muy dolida por su imprudencia con el amor decide buscar la muerte. Eros se marcha por el mundo dolido por aquella traición, pensando que nunca encontrará un amor. Finalmente, Afrodita perdona a Psique y los amantes se vuelven a encontrar. bobiglez@gmail.com

Este mito ha sido pintado por muchos autores, particularmente nos referimos a uno que estuvo expuesto en el Museo de Arte de Querétaro durante el año 2016, del gran artista francés Trophime Bigot (Arles, Francia c. 1579-1650) conocido como el maestro de la candela, porque todas sus obras, aparecen con una única fuente lumínica que construye la escena. De las más de cuarenta obras documentadas de Bigot, se conservan en Francia; el Museo del Prado, en la Pinacoteca del Vaticano, otras en Estados Unidos y esta obra a la que nos referimos es parte de la colección del Museo Soumaya en México.