/ viernes 19 de marzo de 2021

Humanitas. Arte y Pasión

“Aquel que ve todos los seres en el ser, y al ser en todos los seres comprende y no rechaza nada”. Esta sabia sentencia que aparece en los textos sagrados de la India conocidos como Upanishads, nos dice que todo está conectado a esa red de energía invisible llamada Brahman y Atman, que es el aliento o el alma que anima todo y da forma al mundo.

La frase en sánscrito Tat twan asi (tú eres eso) también proviene de los Upanishads y se refiere a la comprensión de la Unidad.

Arthur Shopenhauer traduce la frase Tat twan asi como “Ese ser viviente eres tú” (Dieses Lebende bist du). Todo ser humano y todo animal no escapan a esta visión integradora del mundo.

Esta comprensión tan milenaria tiene la posibilidad de ser renovada por la acción del arte. Hans-George Gadamer filosofo hermeneuta, nos explica como a través del juego y el arte acontece lo que llamamos verdad.

La interpretación y comprensión del objeto arte por parte del espectador-observador y viceversa, hace que el sujeto se salga de si y entre al juego del arte, para después retornar así mismo con la experiencia y la comprensión para transformar nuestra vida propia.

Gadamer en su investigación sobre la verdad, cuestiona a las ciencias naturales en el sentido que su método obtiene resultados no verdades. La verdad es una experiencia.

La hermenéutica gadameriana propone encontrar lo que está oculto en la cosa, en las sombras, en lo que no contemplamos, porque estamos acostumbrados a mirar solo los reflectores, pero no las sombras que estas luces producen. Es como en la caverna de Platón, de donde tenemos que entrar y salir constantemente para acceder a la verdad.

En la experiencia artística la verdad es un acontecimiento, el arte es la mediación entre el sujeto y el objeto, entre lo subjetivo y lo objetivo, es un instante de comprensión que nos sacude del mundo binario para comprender la verdad del ser.

La idea de que el arte nos salva tiene una conexión con la tradición, por ello es que citamos los Upanishad, porque en la experiencia estética existe la posibilidad de que acontezca la verdad, ya sea en la música, en la danza, en la literatura o la pintura.

El momento del desvelamiento (el velo de Maya en la tradición) es ese relámpago, ese rayo en donde se nos revela que estamos siendo en ese instante.

Rainer Maria Rilke en su poema dedicado al torso del Apolo de Mileto que se encuentra en el museo de Louvre, nos dice al final: … “Si no siguiera en pie esta piedra desfigurada y rota, bajo el arco transparente de los hombros, ni brillara como piel de fiera; ni centellara por cada uno de sus lados como una estrella: porque aquí no hay un solo lugar que no te vea. Debes cambiar tu vida.

bobiglez@gmail.com

“Aquel que ve todos los seres en el ser, y al ser en todos los seres comprende y no rechaza nada”. Esta sabia sentencia que aparece en los textos sagrados de la India conocidos como Upanishads, nos dice que todo está conectado a esa red de energía invisible llamada Brahman y Atman, que es el aliento o el alma que anima todo y da forma al mundo.

La frase en sánscrito Tat twan asi (tú eres eso) también proviene de los Upanishads y se refiere a la comprensión de la Unidad.

Arthur Shopenhauer traduce la frase Tat twan asi como “Ese ser viviente eres tú” (Dieses Lebende bist du). Todo ser humano y todo animal no escapan a esta visión integradora del mundo.

Esta comprensión tan milenaria tiene la posibilidad de ser renovada por la acción del arte. Hans-George Gadamer filosofo hermeneuta, nos explica como a través del juego y el arte acontece lo que llamamos verdad.

La interpretación y comprensión del objeto arte por parte del espectador-observador y viceversa, hace que el sujeto se salga de si y entre al juego del arte, para después retornar así mismo con la experiencia y la comprensión para transformar nuestra vida propia.

Gadamer en su investigación sobre la verdad, cuestiona a las ciencias naturales en el sentido que su método obtiene resultados no verdades. La verdad es una experiencia.

La hermenéutica gadameriana propone encontrar lo que está oculto en la cosa, en las sombras, en lo que no contemplamos, porque estamos acostumbrados a mirar solo los reflectores, pero no las sombras que estas luces producen. Es como en la caverna de Platón, de donde tenemos que entrar y salir constantemente para acceder a la verdad.

En la experiencia artística la verdad es un acontecimiento, el arte es la mediación entre el sujeto y el objeto, entre lo subjetivo y lo objetivo, es un instante de comprensión que nos sacude del mundo binario para comprender la verdad del ser.

La idea de que el arte nos salva tiene una conexión con la tradición, por ello es que citamos los Upanishad, porque en la experiencia estética existe la posibilidad de que acontezca la verdad, ya sea en la música, en la danza, en la literatura o la pintura.

El momento del desvelamiento (el velo de Maya en la tradición) es ese relámpago, ese rayo en donde se nos revela que estamos siendo en ese instante.

Rainer Maria Rilke en su poema dedicado al torso del Apolo de Mileto que se encuentra en el museo de Louvre, nos dice al final: … “Si no siguiera en pie esta piedra desfigurada y rota, bajo el arco transparente de los hombros, ni brillara como piel de fiera; ni centellara por cada uno de sus lados como una estrella: porque aquí no hay un solo lugar que no te vea. Debes cambiar tu vida.

bobiglez@gmail.com