/ miércoles 23 de enero de 2019

La Grabadora

GRABANDO…

Hay luto en mi alma. Hay luto por que van más de 90 personas fallecidas entre niños, mujeres y hombres en las dantescas escenas de Tlahuelilpan, Hidalgo. De más está revivir con palabras lo sucedido en aquel municipio el pasado viernes.

Hay luto en mi alma por lo que leo en partes de redes sociales, por las críticas a un pueblo que se mojaba de gasolina su ropa, calzado y sacaba de un verdadero chorro de combustible que salía de una perforación para llevarse unos cuantos litros de combustible en jarras hasta cubetas de un ducto perforado por manos criminales que lo hacían ya desde hace tiempo, que explotó causando una verdadera tragedia en tantas familias que no esperaban tan lamentables resultados.

Hay luto en mi alma por el pasado y el presente de todas las autoridades que desde hace años han permitido, en una responsabilidad compartida, que el crimen organizado encontrara una forma de aumentar sus criminales ganancias perforando los ductos de combustible de Pemex, en sociedad, en combinación, con funcionarios criminales que han llevado a sus bolsillos miles de millones de pesos cada año con su actuar.

Hay luto en mi alma por los padres, por las familias que hoy lloran a sus muertos. Por los que no encuentran a sus hijos, a sus hermanos y, quizá, tarden semanas en hacerlo, meses en localizarlos por lo difícil de identificarlos. Buscan en el terreno de la tragedia algo, algún objeto que les dé una pista de que allí estuvieron. A ellos los siguen buscando, la mayoría de los calcinados están irreconocibles. Los heridos son más de medio centenar, muchos de ellos graves, muy graves.

Hay luto en mi alma por la omisión de los que mandaron, que fueron autoridades y que no hicieron nada en su momento del ayer. De los que mandan hoy que nunca actuaron para impedir la criminalidad con impunidad de los responsables de esta tragedia.

Hay luto en mi alma porque no conocemos nombres de los que durante tantos años han dañado a este México que hoy estalló en llamas, y porque no hay nadie detenido ni ayer ni hoy. Porque nunca nos han dicho nada de las miles y miles de tomas clandestinas que se multiplican año tras años y día con día.

Hay luto en mi alma por el perdón y el olvido, no solo en esta gran tragedia, sino porque se continúa lastimando a los millones y millones de mexicanos que no nos merecemos lo que estamos viviendo, por los que seguimos trabajando lícitamente por nuestras familias, por este país que es grande y es lo que tenemos, por nuestros hijos y nietos que tienen un futuro incierto, pero que está en nuestras manos mejorarlo para ellos.

OFF THE RECORD…

El actual gobierno de México inició el uno de diciembre, van escasos dos meses y hemos vivido grandes crisis: cancelación del aeropuerto de Texcoco, la muerte de la gobernadora de Puebla y su esposo, el desbasto de gasolina y, ahora, la tragedia de la explosión en Tlahuelilpan. ¿Qué más sigue?

Hasta de hoy en ocho.

Comentarios: sanroman.elinformador@gmail.com

GRABANDO…

Hay luto en mi alma. Hay luto por que van más de 90 personas fallecidas entre niños, mujeres y hombres en las dantescas escenas de Tlahuelilpan, Hidalgo. De más está revivir con palabras lo sucedido en aquel municipio el pasado viernes.

Hay luto en mi alma por lo que leo en partes de redes sociales, por las críticas a un pueblo que se mojaba de gasolina su ropa, calzado y sacaba de un verdadero chorro de combustible que salía de una perforación para llevarse unos cuantos litros de combustible en jarras hasta cubetas de un ducto perforado por manos criminales que lo hacían ya desde hace tiempo, que explotó causando una verdadera tragedia en tantas familias que no esperaban tan lamentables resultados.

Hay luto en mi alma por el pasado y el presente de todas las autoridades que desde hace años han permitido, en una responsabilidad compartida, que el crimen organizado encontrara una forma de aumentar sus criminales ganancias perforando los ductos de combustible de Pemex, en sociedad, en combinación, con funcionarios criminales que han llevado a sus bolsillos miles de millones de pesos cada año con su actuar.

Hay luto en mi alma por los padres, por las familias que hoy lloran a sus muertos. Por los que no encuentran a sus hijos, a sus hermanos y, quizá, tarden semanas en hacerlo, meses en localizarlos por lo difícil de identificarlos. Buscan en el terreno de la tragedia algo, algún objeto que les dé una pista de que allí estuvieron. A ellos los siguen buscando, la mayoría de los calcinados están irreconocibles. Los heridos son más de medio centenar, muchos de ellos graves, muy graves.

Hay luto en mi alma por la omisión de los que mandaron, que fueron autoridades y que no hicieron nada en su momento del ayer. De los que mandan hoy que nunca actuaron para impedir la criminalidad con impunidad de los responsables de esta tragedia.

Hay luto en mi alma porque no conocemos nombres de los que durante tantos años han dañado a este México que hoy estalló en llamas, y porque no hay nadie detenido ni ayer ni hoy. Porque nunca nos han dicho nada de las miles y miles de tomas clandestinas que se multiplican año tras años y día con día.

Hay luto en mi alma por el perdón y el olvido, no solo en esta gran tragedia, sino porque se continúa lastimando a los millones y millones de mexicanos que no nos merecemos lo que estamos viviendo, por los que seguimos trabajando lícitamente por nuestras familias, por este país que es grande y es lo que tenemos, por nuestros hijos y nietos que tienen un futuro incierto, pero que está en nuestras manos mejorarlo para ellos.

OFF THE RECORD…

El actual gobierno de México inició el uno de diciembre, van escasos dos meses y hemos vivido grandes crisis: cancelación del aeropuerto de Texcoco, la muerte de la gobernadora de Puebla y su esposo, el desbasto de gasolina y, ahora, la tragedia de la explosión en Tlahuelilpan. ¿Qué más sigue?

Hasta de hoy en ocho.

Comentarios: sanroman.elinformador@gmail.com

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