/ miércoles 24 de febrero de 2021

La grabadora

Grabando...

Hoy...hoy...hoy ¿imagínate que tú, la mamá de los niños, niñas, que son tu familia, sufren porque ya no habrá la oportunidad de seguir pagando su escuela privada? ¿Qué será de ellos? Ya que no hay conque pagar sus estudios, a dura pena se tiene para la alimentación de ellos y de ustedes. Ninguno, ni el padre ni la madre tienen trabajo ¿De que viven? de prestado, otras veces cuando hay inventiva se logra crear algo para vender y quizá alguno de los dos encuentre un trabajo ocasional que les ayuda a comer.

¿Y si tus hijos están en una escuela de gobierno, tienes tableta, celular o computadora para 'sus clases en línea'? Muchos no. Es inimaginable como se pueden sentir los padres y madres sin poder satisfacer en lo mínimo a los chiquillos. Imagina lo que sufren los pequeños, No encuentran trabajo los padres y los ´peques´ no socializan por la pandemia, no comprenden lo que pasa a su alrededor, antes comían, aunque fuera dos veces al día, hoy los padres les transmiten su impotencia por no lograr ni tan siquiera alimentarlos como se debe a los niños, niñas.

Checa estas cifras, en México, antes de la pandemia, ya trabajaban 3.2 millones de niños en México, pues ahora súmale otros 2.5 millones de niños, niñas que podrían empezar a trabajar en nuestro país. No es descubrir un nuevo país, desde hace muchos años, en el campo y en la marginación de las ciudades, los niños que no van a la escuela descubren su mundo que es arar la tierra que en ocasiones no da cosechas, cuidan un pequeño rebaño, ordeñan una escuálida vaca, a veces acompañan a uno o a sus padres a pedir limosna en una esquina o de casa en casa en cercanía de su comunidad o emigran a las ciudades a sufrir un día sí y otro también.

Dice los estudios de Red por los Derechos de la Infancia, así como del INEGI, que la mayoría de los niños están en ocupaciones no permitidas, otros en actividades de mercado, muchos más en quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas. Súmele que hay comunidades indígenas en Querétaro y en todo México que o se quedan en sus lugares de origen, o se arriesgan a emigrar a las concentraciones en poblaciones y a luchar en esquina a esquina y dormir, descansar, si hay suerte bajo un techo de un portal o de un rincón sufriendo las inclemencias del frio, aire y lluvia.

Si el papá o la mamá logran dominar un instrumento musical, sus conocimientos se los transmiten a sus hijos, unidos transitan de calle en calle ofreciendo su música a cambio de un poco de comida o unas monedas que cada vez son menos las personas que los ayudan. ¿Cuál será su futuro? ni imaginarlo. ¿Dónde están los gobiernos con sus DIF? Los centros hacen lo que pueden que es poco, muy poco.

Los padres de estos chicos tienen un presente. Pero ¿cuál será el futuro de estos chiquillos? Yo no veo gobierno ni sociedad que se preocupe por ellos en lo general. Existen grandes almas que ayudan a través de fundaciones, organizaciones. Y lo más importante, hay gente, como tú, como yo, que ayudamos, quizá no en lo que podríamos, solo poquito.

Vamos a proponernos en quitarnos un bocado de nuestra boca, unas monedas, billetes de nuestros bolsillos y ayudemos, por lo poco que podamos, a que esos niñas y niñas encuentren un mejor futuro y que un día tengan la oportunidad de estudiar y vislumbren un nuevo mundo para ellos, para sus padres y por lo que venga en su vida. Da algo, no te quites el bocado de tu boca, no te quites un abrigo, solo comparte lo poco o mucho que tienes. Ellos no prácticamente nada.

Grabando...

Hoy...hoy...hoy ¿imagínate que tú, la mamá de los niños, niñas, que son tu familia, sufren porque ya no habrá la oportunidad de seguir pagando su escuela privada? ¿Qué será de ellos? Ya que no hay conque pagar sus estudios, a dura pena se tiene para la alimentación de ellos y de ustedes. Ninguno, ni el padre ni la madre tienen trabajo ¿De que viven? de prestado, otras veces cuando hay inventiva se logra crear algo para vender y quizá alguno de los dos encuentre un trabajo ocasional que les ayuda a comer.

¿Y si tus hijos están en una escuela de gobierno, tienes tableta, celular o computadora para 'sus clases en línea'? Muchos no. Es inimaginable como se pueden sentir los padres y madres sin poder satisfacer en lo mínimo a los chiquillos. Imagina lo que sufren los pequeños, No encuentran trabajo los padres y los ´peques´ no socializan por la pandemia, no comprenden lo que pasa a su alrededor, antes comían, aunque fuera dos veces al día, hoy los padres les transmiten su impotencia por no lograr ni tan siquiera alimentarlos como se debe a los niños, niñas.

Checa estas cifras, en México, antes de la pandemia, ya trabajaban 3.2 millones de niños en México, pues ahora súmale otros 2.5 millones de niños, niñas que podrían empezar a trabajar en nuestro país. No es descubrir un nuevo país, desde hace muchos años, en el campo y en la marginación de las ciudades, los niños que no van a la escuela descubren su mundo que es arar la tierra que en ocasiones no da cosechas, cuidan un pequeño rebaño, ordeñan una escuálida vaca, a veces acompañan a uno o a sus padres a pedir limosna en una esquina o de casa en casa en cercanía de su comunidad o emigran a las ciudades a sufrir un día sí y otro también.

Dice los estudios de Red por los Derechos de la Infancia, así como del INEGI, que la mayoría de los niños están en ocupaciones no permitidas, otros en actividades de mercado, muchos más en quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas. Súmele que hay comunidades indígenas en Querétaro y en todo México que o se quedan en sus lugares de origen, o se arriesgan a emigrar a las concentraciones en poblaciones y a luchar en esquina a esquina y dormir, descansar, si hay suerte bajo un techo de un portal o de un rincón sufriendo las inclemencias del frio, aire y lluvia.

Si el papá o la mamá logran dominar un instrumento musical, sus conocimientos se los transmiten a sus hijos, unidos transitan de calle en calle ofreciendo su música a cambio de un poco de comida o unas monedas que cada vez son menos las personas que los ayudan. ¿Cuál será su futuro? ni imaginarlo. ¿Dónde están los gobiernos con sus DIF? Los centros hacen lo que pueden que es poco, muy poco.

Los padres de estos chicos tienen un presente. Pero ¿cuál será el futuro de estos chiquillos? Yo no veo gobierno ni sociedad que se preocupe por ellos en lo general. Existen grandes almas que ayudan a través de fundaciones, organizaciones. Y lo más importante, hay gente, como tú, como yo, que ayudamos, quizá no en lo que podríamos, solo poquito.

Vamos a proponernos en quitarnos un bocado de nuestra boca, unas monedas, billetes de nuestros bolsillos y ayudemos, por lo poco que podamos, a que esos niñas y niñas encuentren un mejor futuro y que un día tengan la oportunidad de estudiar y vislumbren un nuevo mundo para ellos, para sus padres y por lo que venga en su vida. Da algo, no te quites el bocado de tu boca, no te quites un abrigo, solo comparte lo poco o mucho que tienes. Ellos no prácticamente nada.

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