Por: Dr. Edgar Pérez González*
La Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Querétaro, en su papel como formadora de profesionales en la Ciencia Jurídica, tiene el firme compromiso de analizar, discutir y difundir la importancia de la reforma al Poder Judicial Federal desde una perspectiva jurídica y académica. La Ciencia Jurídica ha evolucionado significativamente, y es imperativo que nuestras instituciones respondan a estos cambios. Una reforma al Poder Judicial es esencial para garantizar que la justicia se administre conforme a los principios legales y se respeten plenamente los Derechos Humanos.
Como parte de estas acciones, la Facultad de Derecho organizó el Foro Estatal de Análisis a la Reforma Judicial 2024, en el marco del cual se reunió a investigadores, docentes, asociaciones y barras de abogados para debatir sobre los puntos esenciales: elección popular de jueces, magistrados y ministros, la nueva integración de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la Sustitución del Consejo de la Judicatura Federal, y las nuevas reglas procesales. De las discusiones se observó, entre otras cosas, aspectos relevantes como los siguientes:
- La necesidad de procedimientos judiciales más ágiles y accesibles.
- La exigencia de que la función social de la justicia tenga como centro de toda operación y gestión a los Derechos Humanos.
- La urgencia de invertir en tecnologías para la gestión judicial y la justicia digital.
- La importancia de eficientizar el uso de los recursos públicos para la generación de más plazas, mejora de infraestructura y programas de capacitación y profesionalización para los operadores de justicia.
Finalmente, hubo coincidencia en que es crucial realizar un análisis riguroso sobre las implicaciones de la propuesta de reforma, para asegurar la transparencia, equidad e imparcialidad. Se resaltó respecto a la elección popular, que es fundamental contar con un proceso que evalúe la formación y experiencia de los candidatos para evitar la discrecionalidad y promover una justicia libre de corrupción.
Así, el mensaje es contundente: la reforma judicial efectiva debe ser gradual y progresiva, garantizando independencia e imparcialidad en las resoluciones judiciales y la protección de los Derechos Humanos. Sin embargo, la justicia no solo depende del Poder Judicial. Es esencial que otras instituciones vinculadas al sistema de justicia, como la policía, la fiscalía y los tribunales locales, también experimenten transformaciones significativas. Solo así se evitará que la reforma quede en meras intenciones y se logren verdaderos avances en la administración de justicia.
*Director de la Facultad de Derecho, UAQ