Por: Juan Trejo Guerrero*
La madrugada del pasado lunes 9 de septiembre falleció el Lic. Jorge Hernández Palma, Secretario de Actas y Acuerdos del Comité de Huelga que en 1958 luchó por obtener la autonomía de la entonces Universidad de Querétaro.
El entrañable y popular personaje queretano, recibió la presea Octavio S. Mondragón en la celebración del 50 aniversario de la Autonomía del alma máter en reconocimiento a su aportación para lograr dicha conquista que se oficializó el 5 de febrero de 1959, luego de que el entonces gobernador del estado Juan C. Gorráez Maldonado envió al congreso estatal la iniciativa correspondiente, cerrándose así un importante capítulo para la comunidad estudiantil del estado de Querétaro. La ceremonia correspondiente tuvo lugar en el patio central de edificio en el que nació la Universidad ubicado en 16 de septiembre No. 63.
La noche que terminó el movimiento estudiantil, los dirigentes locales, encabezados por Álvaro Arreola y Jorge Hernández Palma, se reunieron con el gobernador Juan C. Gorráez. Héctor Pastrana Linaje, presidente de la Confederación Nacional de Estudiantes, le mencionó al gobernador que, al finalizar una huelga estudiantil, era costumbre cortar la corbata como símbolo de triunfo.
La reunión se realizó en la casa del gobernador en la calle Juárez y Arteaga, coincidiendo con su cumpleaños. Al escuchar el comentario de Pastrana, el licenciado Hernández Palma cortó la corbata del gobernador, incluyendo un fistol que le había regalado su esposa. El distinguido y polifacético abogado queretano fue un hombre caracterizado por su alegría de vivir que gustaba de bromear con sus amigos y personas que le rodeaban.
Recuerdo que dicho personaje asistía con frecuencia a las comidas que ofrecía en San Juan del Río el presidente municipal de dicha demarcación, Lic. Manuel Suárez Muñoz. Tengo en mente que en uno de dichos ágapes se ofreció como entrada una botana conocida como Monguí que consiste en cueritos de cerdo bañados con vinagre y orégano. Al licenciado Hernández Palma le pareció muy curioso el nombre de dicho platillo, pues me comentó que nunca lo había probado. Años más tarde recordaba con toda lucidez y entusiasmo lo que acabo de relatar.
Durante su carrera burocrática, Hernández Palma fue titular del juzgado estatal del Registro Civil.
*Cronista Universitario