/ sábado 23 de julio de 2022

Lo que no nos define | Disputas comerciales


A lo largo de los últimos meses, Estados Unidos ha manifestado su preocupación respecto a la política energética de México. Este miércoles, Katherine Thai, representante comercial de la Casa Blanca, anunció que EE.UU. realizó una solicitud de consultas, con una duración de 75 días, bajo el paraguas del T-MEC. De igual modo, señaló que las compañías norteamericanas han recibido un trato injusto en territorio nacional. Por su parte, Canadá se sumó al reclamo.

De no arreglarse las inconformidades en esta primera etapa, se activaría el mecanismo de solución de controversias —contenido en el capítulo 31 del acuerdo—. Todo apunta que éste será el camino por recorrer, luego de que el gobierno mexicano ha negado violaciones al tratado comercial. Ésto implicaría sanciones graves para nuestro país del orden de 10 mil millones de dólares, como la imposición de aranceles a las exportaciones mexicanas, cuyo 80 por ciento van hacia EE.UU., afectando nuestra economía en su conjunto.

Asimismo, se deterioraría el ambiente de in­versiones dada la incertidumbre jurídica, provocando salida de capitales y variaciones del tipo de cambio. Si agregamos la variable inflacionaria, la alza en las tasas de interés y el peligro de recesión en Estados Unidos el próximo año, el panorama resultante es sumamente desfavorable. El empleo y los niveles de bienestar de millones de mexicanos están en juego.

Se ha recurrido en cuatro ocasiones a la solución de diferencias, pero ésta es la segunda vez que se involucra a México; recordemos que el 6 de enero de 2022 solicitamos el establecimiento de un panel por discrepancias sobre la interpreta­ción de reglas de origen en la industria automotriz.

Es importante subrayar que este escenario surge tras la reunión de trabajo que sostuvieron Biden y López Obrador en el Salón Oval. Inclusive, al regresar de la visita en Washington, D.C., el mandatario mexicano adelantó que empresarios estadounidenses invertirían alrededor de 40 mil millones de dólares hasta 2024, principalmente en el sector energético. Una buena noticia que, por el momento, ha quedado en pausa.

Los paneles de solución de controversias encierran una oportunidad para corregir el rumbo. La Secretaría de Economía y la Oficina del Representante Comercial deberán actuar en coordinación y participar activamente, privilegiando el diálogo por encima del enfrentamiento. Esperemos que por la vía del consenso sea posible resolver las disputas existentes entre México y Estados Unidos —socios, vecinos y aliados estratégicos—.

¿Serán las disputas lo que no nos define?



  • Consultor y profesor universitario
  • Twitter: Petaco10marina
  • Facebook: Petaco Diez Marina
  • Instagram: Petaco10marina



A lo largo de los últimos meses, Estados Unidos ha manifestado su preocupación respecto a la política energética de México. Este miércoles, Katherine Thai, representante comercial de la Casa Blanca, anunció que EE.UU. realizó una solicitud de consultas, con una duración de 75 días, bajo el paraguas del T-MEC. De igual modo, señaló que las compañías norteamericanas han recibido un trato injusto en territorio nacional. Por su parte, Canadá se sumó al reclamo.

De no arreglarse las inconformidades en esta primera etapa, se activaría el mecanismo de solución de controversias —contenido en el capítulo 31 del acuerdo—. Todo apunta que éste será el camino por recorrer, luego de que el gobierno mexicano ha negado violaciones al tratado comercial. Ésto implicaría sanciones graves para nuestro país del orden de 10 mil millones de dólares, como la imposición de aranceles a las exportaciones mexicanas, cuyo 80 por ciento van hacia EE.UU., afectando nuestra economía en su conjunto.

Asimismo, se deterioraría el ambiente de in­versiones dada la incertidumbre jurídica, provocando salida de capitales y variaciones del tipo de cambio. Si agregamos la variable inflacionaria, la alza en las tasas de interés y el peligro de recesión en Estados Unidos el próximo año, el panorama resultante es sumamente desfavorable. El empleo y los niveles de bienestar de millones de mexicanos están en juego.

Se ha recurrido en cuatro ocasiones a la solución de diferencias, pero ésta es la segunda vez que se involucra a México; recordemos que el 6 de enero de 2022 solicitamos el establecimiento de un panel por discrepancias sobre la interpreta­ción de reglas de origen en la industria automotriz.

Es importante subrayar que este escenario surge tras la reunión de trabajo que sostuvieron Biden y López Obrador en el Salón Oval. Inclusive, al regresar de la visita en Washington, D.C., el mandatario mexicano adelantó que empresarios estadounidenses invertirían alrededor de 40 mil millones de dólares hasta 2024, principalmente en el sector energético. Una buena noticia que, por el momento, ha quedado en pausa.

Los paneles de solución de controversias encierran una oportunidad para corregir el rumbo. La Secretaría de Economía y la Oficina del Representante Comercial deberán actuar en coordinación y participar activamente, privilegiando el diálogo por encima del enfrentamiento. Esperemos que por la vía del consenso sea posible resolver las disputas existentes entre México y Estados Unidos —socios, vecinos y aliados estratégicos—.

¿Serán las disputas lo que no nos define?



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